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lunes, 29 de mayo de 2017

[Sayonara Piano Sonata v2] Capitulo 7: El lugar en donde se encerró a sí misma.


CAPÍTULO SIETE

El lugar en donde se encerró a sí misma.


Casi eran las diez del día siguiente; Mafuyu seguía en su cuarto.

—Parece que ya está despierta. Acabo de escucharla cambiarse. —dijo Sempai deprimida.

— ¡Hey, hay un cuarto completo entre el tuyo y el de Mafuyu! ¡Tiene que haber límite a esos oídos!

— ¡Aunque se al otro lado del edificio de la escuela, yo aún escuchó a las chicas cambiándose!

— ¡Mooo! ¿Eso es lo que haces cuando faltas a clases?

Tras escuchar el tono furioso de Chiaki, Sempai agachó la mirada con pesar.

—Pero… siempre es en los momentos más cruciales que fallo al oír las cosas. Justo como ayer: si tan solo hubiera notado a la Camarada Mafuyu salir de la ducha…

Ayer decía. Pero no pensé que Sempai estuviera en posición de preocuparse por otra persona.
       
Lo que es más; era yo el que estaba de cara al pasillo, y no vi a Mafuyu ahí parada hasta que la puerta corrediza hizo ruido. Sentí que había hecho algo reprochable. Pero lo que no entendí era; que había hecho mal para que Mafuyu se enfureciera.

—¿Por qué esta tan enojada?

Chiaki nos miró a Sempai y a mí mientras afinaba la tarola (N/T: Snare Drum)
—Sería mucho más fácil de lidiar si solo estuviera enojada. Probablemente… eso fue, ella no enojada.

Sempai ladeó la cabeza ligeramente, antes de dar un suspiro. Me pareció que ella no se sentía preocupada. Era como si yo fuera el único que se sentía angustiado, y eso me estaba haciendo sentir aún más intranquilo.

Cuando terminamos de desayunar, decidí dirigirme al segundo piso y revisar como estaban las cosas. Llamé a la puerta de su cuarto. No hubo respuesta.

—… ¿Mafuyu? Te traje el desayuno.

Pude sentir que ella estaba al otro lado de la puerta. Simplemente no respondía.

En ese entonces, Mafuyu dijo:

—Entonces, soy una excusa.

Lo que significaba que al menos había escuchado algunas de las palabras de Sempai. Habría pensado que era solo una excusa para meterme a mí en la banda “no espera, eso no es así”.

— ¡Mafuyu, por favor abre la puerta! ¡Hablemos de esto!

Si las cosas continuaban así, Mafuyu podría comenzar a pensar cosas que no son.
Eventualmente me rendí cuando la puerta del cuarto permaneció cerrada. Me llevé los onigiri de regreso a la cocina.

— ¿Mafuyu está bien? —preguntó Chiaki.

Contesté negando con la cabeza.

—No hay nada que podamos hacer. Hay que practicar. —al decir eso, Sempai ya había conectado su Les Paul al amplificador, y estaba lista para comenzar.

Me daba la impresión que ella realmente no estaba preocupada por Mafuyu en lo absoluto. Y yo creí que yo mismo lo estaba pensando demasiado.

— ¿Sempai no te preocupa Mafuyu?

Chiaki arqueó las cejas.

—Claro que me preocupa; estoy al punto que siento que mi cuerpo se hará pedazos. Sin embargo… sé que no hay mucho que pueda hacer.

— ¡Mooo!

Esta vez fue Chiaki la que subió las escaleras corriendo.

— ¿Mafuyu, pasó algo? ¿El idiota de Nao te dijo algo horrible de nuevo?

La voz de Chiaki llegó al primer piso. Estaba hablando en el mismo tono absurdo que ella usa cuando me está fastidiando. Pero eso vez, lo que sentí fue tan desagradable como algo que se me encaja en las costillas.

Al fin, Chiaki bajó en rechazo.

—Ni siquiera contestó.

Chiaki se sentó en el banquillo de la batería, y suspiró en dirección del pedal del charles.

—Este campamento termina el día de hoy…

—Aún queda un rato antes de que Hiroshi venga a recogernos.

Con eso, Sempai pellizcó gentilmente una de las cuerdas de su Les Paul. Pueda que yo estuviera pensando demasiado, pero la forma en que lo hizo se sintió: ‘fría’.

—… ¿Que canción practicamos? ¿La de The Eagles otra vez? Como Mafuyu no está.

—Nop. Vamos a practicar una nueva canción.

Sempai me dio un breve vistazo. “¿La canción…de ayer?

Chiaki y Sempai discutieron como entrarían los tambores, pero yo no estaba en humor de tocar mi bajo. Era la primera vez que practicaríamos esa canción como banda, y tener que seguir con eso y trabajar en la canción cuando Mafuyu no está…

La razón de Mafuyu de permanecer con nosotros, de verdad podría desaparecer.

Cubrí mi boca cuando algo llegó a mi mente de repente.

“¿Esa es la razón… que le causa tanto pesar a Mafuyu? Ella sigue diciendo que no sabe por qué razón continúa estando con nosotros. Si ese es el caso…”

— ¿Joven?

Levanté la cabeza en respuesta al llamado de Sempai.

—Iremos por el conjunto completo al intro de la canción, y los primeros cuatro compases con un gran *bam*. Usaremos los mismos acordes para sección B también. Y pues, algo así.

Sempai rasgueo su guitarra gentilmente para mostrarme.

—El sonido de los platillos se apagará; entonces yo enlazo al intro con lo que tú grabaste en la cinta de ayer. Durante la primera repetición, la guitarra no entrará. ¿Entendido?

Asentí con aprensión.

“¿Cómo se sentirá Mafuyu cuando escuche esta canción?”

Por un largo rato, no nos pusimos de acuerdo con la composición de la canción. Fue entonces cuando Chiaki de la nada sugirió: “¿Por qué no quitamos la batería?” No entendí la razón de la sugerencia de Chiaki -quedará muy apagado con solo la guitarra de Sempai en el fondo, pero ya que no podemos resolverlo con los tres tocando al mismo tiempo-.

Sempai de repente levantó ambas manos para que dejáramos de tocar. Esa ya fue una de las incontables veces que habíamos tocado el intro. Las baquetas de Chiaki se resbalaron sobre los platillos, lo que produjo en desagradable sonido cuando rasparon la superficie, ese irritante ruido llenó el salón entero.

— ¿…Qué pasa?

—La Camarada Ebisawa ha salido.

— ¿Qué?

Levanté la mirada al corredor sobre nuestras cabezas. “¿Salió de la villa? En ese casó habríamos escuchado la puerta abriéndose”.

—Se salió por la ventana. Esa chica imprudente. —en un rápido movimiento fluido Sempai bajó el volumen de los amplificadores y los apagó. Entonces aventó la guitarra al sofá y salió corriendo hacia la puerta.

“Entonces fue por la ventana -pensé- Hay árboles cerca de la ventana del lado de su cuarto, no es imposible que bajara por el tronco. Pero… ¿en serio?”.

Chiaki fue un paso más rápida que yo corriendo a las escaleras. Ambos subimos tan rápido como pudimos, las escalera en espirar hizo ruidos preocupantes bajó nuestros pasos. Chiaki abrió la puerta de Mafuyu; no había nadie ahí, solo un maletín abierto sobre la cama y un manto de miles de hojas verdes meciéndose con el viento al otro lado de la ventana abierta.

Completamente descorazonada Chiaki recargó la espalda contra el marco de la puerta y se dejó deslizarse hasta el suelo.

—Porque está haciendo algo tan peligroso con una mano mala…

Sentía como mi cuerpo se quedaba sin fuerzas. Me senté en la baranda del corredor, y estiré las piernas.

“¿A dónde planeas ir? Incluso se fue descalza. Maldición…
¿Va a desaparecer otra vez sin decir nada?”

—Gracias a dios Sempai se dio cuenta. —murmuró Chiaki.

Esa persona definitivamente se estaba preocupando también por Mafuyu; a su modo. “Probablemente por esa razón solo estábamos practicando la nueva canción, ¿verdad? Porque el tono era el más discreto, lo que le facilitaba detectar movimiento en el segundo piso.”

Fue una bendición que se diera cuenta. Pero yo por mi parte no escuché nada.

— ¿Qué está pasando? ¿Qué es lo que no me estás diciendo?

Fue solo con la voz de Chiaki que levanté la cabeza.

Chiaki se mordió el labio inferior y me miró intensamente.

—…De hecho…yo tampoco sé.

—¡Porqué Nao siempre es así?

—Perdona.

Como podía decirle. Sentí que no era posible hablarle de la parte más sombría del corazón de Sempai, incluso si se tratara de Chiaki.

—Mafuyu parece pensar que la banda estará bien incuso si ella no está.

—Mmm, eso lo sé.

—Y también… creo que escuchó una conversación entre Sempai y yo… probablemente.

Le explique lo que pasó la noche anterior. Para evitar que supiera del doloroso pasado de Sempai, procuré ser muy preciso con mis palabras.

—Lo que quiere decir: ¿Sempai usó a Mafuyu para acercarse a Nao?

—No, ya lo dije, no es así.

Mafuyu probablemente estuviera pensando lo mismo que Chiaki.

—Sempai ya tenía planeado invitar a Mafuyu. Solo lo hizo atraves de mí. Ella pudo haberlo conseguido ella mima.

Y bueno si había que decirlo de un modo tan mundano como Chiaki, sería que Sempai me uso para conseguir a Mafuyu, y con tal de meterme a mí también a la banda, me manipuló.

No hay necesidad que Mafuyu piense tanto en esas cosas. Lo que quería era tener la oportunidad de hablar de esto con Mafuyu.

—Creo que Mafuyu sabe eso también.

—… ¿Perdona?

—Por eso no tiene sentido explicarle todo eso a ella, porque eso no es lo que importa.

Por un instante, al ver a Chiaki de perfil, con las hojas en las ramas de los arboles rosando unas con otras, meciéndose gentilmente con la briza; los rallos del sol partiéndose en incontables hilos de luz al pasar por ellas: Era una vista hermosa.

— ¡Es por Nao que Mafuyu está con nosotros en la banda! ¿Lo entiendes?

Asentí con la cabeza con aprensión. Había escuchado algo como eso de Mafuyu directamente. Ella dijo que me estaba siguiendo, porque Sempai me invitó a la banda. Chiaki agitó la cabeza con una sutil expresión de tristeza en la cara.

—Mmm… Nao probablemente no lo está entendiendo.

—… ¿Que no entiendo?

— ¡Piensa con cuidado, y date cuente tu solo! No estaré tranquila si no lo descubres tu mismo.

Justo estaba por insistir, escuché que llamaban a la puerta principal. Había alguien afuera. Salí disparado a las escaleras.

Tras abrir la puerta, vi la cara exhausta de Sempai. Mafuyu estaba sobre sus hombros con la cara verde de agotamiento, con los ojos fuertemente cerrados.

—¿Qué pasó?

Sempai casi se estaba arrastrando cuando pasó por la puerta cargando a Mafuyu.

—Se colapsó en el piso, probablemente por anemia. Camarada Aihara, despeja el sofá.

Chiaki quitó la guitarra. Sempai depositó el pequeño cuerpo de Mafuyu horizontalmente sobre el sofá. Entonces apoyó las piernas de Mafuyu usando las almohadas, para que su cabeza quedara el nivel de sus pies. Finalmente, ella comenzó a desabotonar el cuello de Mafuyu.

—Joven, debería haber algo de té rojo en el refrigerador, ¿Correcto? Ponle algo de azúcar y caliéntalo en el microondas. Luego tráelo.

—Eh, si claro.

Justo cuando estaba tomando la taza de té y saliendo de la cocina, los ojos de Mafuyu se abrieron ligeramente; aunque aun se veía en mal estado.

Sempai se arrodillo junto a su cara.

En cuanto a Chiaki, ella miraba a la cara de Mafuyu desde detrás del sofá.

— ¿Estabas corriendo tan imprudentemente sin siquiera tomar tu desayuno, verdad? —dijo Sempai gentilmente mientras acariciaba la mejilla de Mafuyu.

— ¿Podrías beber esto? Te sentirás mejor.

Sempai tomó la taza que yo traía. Mafuyu se mordió los labios y agitó la cabeza cuando la taza se acercó su cara. Sempai lentamente se puso la taza en la boca y tomó un sorbo. Procedió a inclinarse sobre los labios de Mafuyu “¡Espera! ¡Detente ahí!”

—… ¡Mmm, mmmmm!

Con las manos agarradas y los hombros presionados contra el sofá, Mafuyu no tubo de otra que aceptar la forma en que Sempai la estaba alimentando por la boca; incluso estaba haciendo sonidos por la nariz…

— ¡Uwa!

En mi corazón sabía que no era algo que debiera estar mirando, pero vi hasta que que terminó de tragar el té.

—…Fuu.

Sempai separó sus labios húmedos de Mafuyu. Luego se los lamió con una expresión intoxicada en la cara.

— ¡Gracias por eso!

— ¡Que fue eso de gracias?

Le grité sin darme cuenta. En cuanta a Chiaki, tenía ambas manos cubriéndose la cara sonrojada.

—Lo lamento. ¡Finalmente tuve la oportunidad frente a mí!

— ¡Joder! ¡Sempai Estúpida! —gritó Chiaki.

Mafuyu no podía estar más roja de la cara. Volteó el cuerpo y enterró la cara en en el respaldo del sofá.

—Estamos hablando de una emergencia…no tuve opción.

“Esta persona… no se me ocurre que gritarle”.

—No te compliques Camarada Ebisawa. Solo trátalo como si te hubiera mordido un perro callejero, y olvídalo.

—Tú no tienes derecho a hablar, siendo la culpable detrás de esto.

— ¡Hey, podría haber una segunda vez si se olvida de esta!

— ¡Compórtate!

Sempai me dio unos golpecitos en la cabeza al ver lo agitado que me puse.

No entendí si estaba bromeando para aliviar la atmósfera, o si lo estaba diciendo enserio. Me dolía la cabeza solo de pensarlo.

En ese instante el teléfono sobre el piano sonó.

—… ¿Sí? …¿Hmm? Ah, mmm. Gracias, entendido… Mmm, nos vemos.

*Pa*. Tras cerrar el teléfono, Sempai giró la cabeza al salón.

—Hiroshi ya está por llegar. Acaba de pasar la intersección.

Chiaki y yo intercambiamos miradas un momento, antes de mirar a Mafuyu.

—¡Empaquemos y limpiemos el salón! Camarada Ebisawa, descansa un rato. Joven, ve a preparar nuestros bentos. Hiroshi probablemente no comido nada tampoco. Parece que no tenemos mucho tiempo, tendremos que comer en el auto.

Sempai puso su guitarra en el estuche, y procedió a empacar los atriles.

La mirada de Chiaki aterrizó en el cabello marrón de Mafuyu. Tras un momento, se levantó, se dirigió a la batería para empacar los platillos.

“¿Ya terminó? ¿Y bajo circunstancias como estas?

Nuevamente miré la espalda de Mafuyu. Su frágil y delgado cuerpo permaneció inmóvil. Al final, no pude hablar con ella de nada. Mafuyu y yo seguimos sin poder comunicarnos con el otro.

Aunque de igual manera… ¿Se podría decir que todo estará bien si pudiéramos comunicarnos el uno con el otro? Chiaki había dicho: Mafuyu ya lo sabe, pero eso no importa.

¿Quería decir que era porque yo no me había dado cuenta?

***

Fue pasado de las doce cuando escuché el sonido del motor del auto afuera.

—¿Hmm? ¿Por qué quedaron todos bronceados?

Hiroshi sacó la cabeza por la ventana de conductor en la SUV.

—No venimos solo a nadar, también a practicar. —respondió Sempai mientras cargaba los bongos desde el pórtico.

Mafuyu seguía recostada en el sofá, y Chiaki fue al cuarto de Mafuyu para bajar sus cosas, que luego yo metí junto con el mío a la SUV. Justo cuando estaba por dar un último viaje de meter maletas, Hiroshi me jaló por el cuello de mi camisa.

— ¿Necesitas algo?

— ¿Hiciste algo que no debías?

No pareció que estuviera bromeando, y eso hizo que me sonrojara.

—¿Este…no sé de qué hablas?

—El humor se siente extraño. Incluso Kyouko está como dócil.

“Que buena percepción…como se espera de alguien que (probablemente) ha conocido a Sempai desde hace largo tiempo.

—Tuvimos una pequeña pelea.

— ¡Bueno, eso era de esperarse con solo un chico rondando! Estaba pensando que esto podía no ser tan buena idea.

—Pues…no creo que sea lo que Hiroshi está pensando.

Hiroshi puso ambos brazos sobre mis hombros y dijo con tono suave: — ¿No pasó nada de eso? ¿Pero fueron tres días y dos noches, no?

—Nada.
“Las cosas de las que está hablando son... Probablemente esas cosas, creo.

— ¿Eso es aún peor, no crees? No es normal.

Me estaba comenzando a confundir con lo que me trataba de decir.

Estaba a punto de pasar por la puerta de la villa, cuando me tope a Mafuyu que estaba cargando el /tambor de piso. “¿Se acaba de despertar? Aun se be mal”

—Es mejor si sigues descansando.

Estaba por ayudarla con eso, pero en lugar de eso agitó la cabeza en silencio. “Sera peligroso para ti cargar con algo tan grande con los dedos inmobles. ¿Segura que puedes con eso?”

***

Tras asegurarnos que todas las puertas y ventanas estaban cerradas, además de revisar todos las fuentes de electricidad, cerré la puerta principal con seguro y le pasé las llaves a Hiroshi. Ya era la una de la tarde. Pero el clima se sentía frio, el cielo se veía lleno de nubes.

Mafuyu estaba sentada entre Sempai y Chiaki en el asiento de atrás. Saqué el bento y me senté en el asiento del copiloto.

—Hiroshi, esa era una villa impresionante.

Dijo Sempai, cuando el auto alcanzó la carretera habiendo despejado el bosque.

—Quiero venir el año que viene. Nosotros cuatro juntos.

Los cuatro… juntos el año que viene. Esas palabras tocaron algo dentro de mi pecho.

—No hay problema en prestarles la villa, solo no me pidan que conduzca de nuevo. No tengo tanto tiempo; tendré que correr al estudio después de esto.

—Puedes pedirle a alguien que te supla.

—¡Como quieres que haga eso!

Hiroshi metió a fondo el pedal, y una refrescante ráfaga de aire sopló desde las ventanas abiertas. Podía ver por instantes el fulgor del horizonte a través de los árboles.

—Estoy transportando a tres chicas de prepa. ¿Cómo quieres que le pida el favor a alguien más? ¿Qué hago si algo pasa? También, para que nada pasara estando rodeado de tres chicas; es una vergüenza.

Me dio la impresión que todo eso me hacía referencia a mí. Hiroshi me disparó una mirada, y hasta le temblaron los hombros con la risa. Inmediatamente después prendió el radio; la conversación terminó después de eso.

El simplista pero cálido timbre del teclado, así como el crujiente sonido de la guitarra en los altavoces. Era <Home Sweet Home> de Mötley Crüe.

Hiroshi le dio una amplia vuelta al volante. Los arboles a nuestra izquierda desaparecieron con curva, lo que ahora veían nuestros ojos era el océano, fue como si estuviera dándonos la despedida.

Fue ya hasta las cuatro cuando llegamos a casa. Hiroshi amablemente nos dejó en la casa de cada uno. Chiaki y yo fuimos los últimos en salir del carro luego que dejáramos a Sempai y Mafuyu.

—Este, puedes dejarnos a los dos aquí. Nosotros vivimos cerca. —dijo Chiaki mientras tomaba su equipaje de la cajuela.

—Persona por hacerte traernos hasta caza.

—¡Está de paso, así que no cuesta nada! Me dirijo a Tokio de todos modos. —Hiroshi se quitó los lentes de sol y mostró una sonoriza cansada. Había sido duro para el. Perdiendo una apuesta y todo eso.

—¿Hamasaka, tu harás toquines en vivo, no?
Chiaki metió la cabeza por la ventana del asiento del conductor, y preguntó.

—¿Toquines? No estábamos presentándonos juntos… ¿Ah, hablas de la presentación en el Melocholy Chameleon?

—¡Sí! Ya tenemos los boletos. Me sorprendió cuando te vi antier.

“¿Chiaki es fan? Últimamente no me interesa escuchar música, no tenía ni idea”

—Me aseguraré de que puedas reconocerme desde el escenario. ¡Ah, te arrojaré una toalla al escenario, la atrapas eh!

—¡Mmm!

—Bueno, ¡Contaré contigo en el toquín secreto también! ¡Ah, pero nos veremos de nuevo en la prueba de sonido. ¿Verdad?

Entonces Hiroshi movió la mirada de Chiaki a mí.

—Te doy las gracias. De cierto modo, siento que puedo mantener la cabeza erguida frente a ti.

—Ni lo menciones. —Hiroshi me dio unas cuantas palmadas en los hombros.

—Poder volver a ver a Kyouko cantando frente a mis ojos; es más que suficiente para mí.


Miré a la SUV partir, y de repente pensé en algo: “¿Qué tipo de relación había entre Kagurazaka-Sempai y el? El parece saber más de Sempai que todos nosotros, probablemente la conozca desde sus bandas previas o algo.”

— ¡Nao, me voy a casa!

Escuché a Chiaki a mi espala. Me giré.

— ¿Bueno, hasta el Lunes? Te veo en la escuela.

—Ah…mmm.

Pese a que eran vacaciones de verano, las escuelas permanecen abiertas en días laborales, podíamos usar el salón del club si queríamos. Ya no faltaba mucho para presentarnos en vivo.

—Tienes que reflexionar un montón de cosas, ¿Entendido?

Tras decir eso, Chiaki dio una vuelta a la intersección y desapareció.

“Reflexionar… ¿Parece que tendré que hacer reflexión? Pero no tengo idea de que tengo que reflexionar. Pensar en eso él lo primero de la lista.”

Cuando abrí la puerta, una torre de discos se me binó encima como avalancha, casi me arroja fuera de la casa. Luego pisé en algo como un portafolio, sentí como si algo se rompiera bajo mi pie. Ya no me quedaban fuerzas, así que me arrastre por el corredor como nadando entre tantas porquerías; terminé hasta quitándome los zapatos.

—Estoy de regreso…

La ropa en el cuarto de lavado había hecho una torre, algo sin duda misterioso. Solo me fui dos días, eso no tendría que haber pasado. La cocina seguramente estaba peor, preferí no mirar.

Sorprendentemente no había música tocando; la respuesta a eso estaba tomando una siesta en el sofá de la sala. Este hombre es un fastidio con patas.

Tras un baño, estaba sentado en mi cama mirando mi teléfono móvil. Por un buen rato, estaba indeciso sobre qué hacer a continuación.

Ahora conocía el número de Mafuyu, con lo que podía llamarla en cualquier momento que quiera. “Entonces, ¿Debería llamara ahora?”

Había un montón de cosas de las que quería hablar: Cosas como si ya se sentía bien de su anemia, y otras cosas. Aun no le decía de la nueva canción.

Cuando lo noté, ya había presionado el botón de llamar.

Puse la bonina en mi oído, y escuché el tono de marcado repetidas veces. Estaba a punto de rendirme cuando escuché un repentino *bip*. Una respiración tenue acarició mis oídos.

—…¿Bueno?

La voz de Mafuyu sonaba apagada, como si proviniera del fondo de una piscina. Incluso el ladrido lejano de los perros sonaban más claros que su voz. La imagen de Mafuyu arrojando el teléfono al suelo hundiendo la cara en la almohada llegó a mi mente.

—Este…¿Te sientes mejor?

—…Estoy bien.

Fue un respuesta muy fría.

—En serio… ni siquiera tomaste un bocado del bento.

—Comí un poco en la cena.

—¿Tu padre está en …Boston?

—Sí. No regresará muy pronto.

Me quedé sin que decir a continuación. El silencio y el ruido de fondo continuaron por un rato. Incluso distinguía el sonido del escape del carro que estaba afuera de su casa. “¿Qué increíble capacidad la de ese teléfono?” El silenció continuaba volviéndose cada vez más pesado.

—Hey…
—Hum…

Nuestras voces se sobrepusieron a la otra. Una vez más quedamos en una situación en donde ninguno pudo hablar. “¿Qué demonios estoy haciendo? ¡Concéntrate! No es como si no superas que te falta comunicación.”

—…Es sobre lo de ayer. —finalmente lo dije—. Es sobre lo que pasó ayer en la noche. Quiero hablar contigo de eso como se debe. Las cosas que dijo Sempai.

Noté el ligero cambio en la respiración de Mafuyu al otro lado del teléfono.

—¿Escuchaste todo cierto? ¿Desde dónde escuchaste?

Si Mafuyu no fuera a responder, no hay punto en seguir con eso. Mi vista se fijó en la mochila que había dejado en el piso.

—…Kyouko… —respondió Mafuyu con voz áspera—. Ella dijo que tenía los ojo sobre ti desde el principio. ¿Qué quería decir con eso? No me queda claro.

—Pues eso…

Me sobé los párpados un momento. “¿Eso es importante? No estoy entendiendo.” Pensé- De cualquier modo decidí explicarle desde el principio; sobre como escribía ocasionales críticas en lugar de Tetsurou, y de cómo Kagurazaka-Sempai detectó que algo estaba fuera de lugar basándose solo en los artículos, seguido de cómo se dio cuenta que fui yo quien los escribió.

—Entonces Kyouko se dio cuenta de algo como eso.

Tras terminar mi explicación Mafuyu dijo:

—Si fuera yo… Definitivamente no lo habría notado.

—¿De que hablas? Esa es su…

—¿Kyouko siempre tubo los ojos sobre ti, cierto? Entonces me metió a la banda para poder tenerte a ti también.

—No es así —el tono de mi voz se elevó un poco—. Sempai siempre te estuvo prestando atención también. Planeó incluirte en la banda desde el principio. No miento. Lo escuche de la propia Sempai: mientras estaba en el techo de la escuela un día de mayo que estaba lloviendo, ella escuchó una guitarra desde el patio. ¿Recuerdas? Libro II de <The Well-Tempered Clavier>, en donde te saltaste la fuga y tocaste solo los preludios. Esa fue la primera vez que Sempai te notó, y desde ahí…

—Eso ya lo sé.

Mafuyu interrumpió de repente mi emotiva explicación.

—Se que a Kyouko… le gusto. Porque es la clase de persona que nunca miente.

—Mmm. Pues…

—Pero esas cosas no me interesan.

—¿Porqué?

Perdón. No es culpa de Kyouko, y tampoco es tuya. Es solo que… no se que hacer.

Yo tampoco tenía idea de que debería hacer tampoco.

—Yo… jamás consideré unirme a una banda, y no se nada de rock. Incluso si Chiaki dice que esta bien así, pero… pero aun así…

Escuche lo que pensé eran sollozos.



Ya lo sabía, se que no funcionará. Se que después de anoche. Es porque… la banda no es nada para mí si tu no estas. Es igual a como mi presencia no significa nada a la banda…

—No voy a dejar al banda. ¿De qué estás hablando?

Las palabras se Sempai regresaron de repente a mí: las personas fácilmente, muy fácilmente, solo, desaparecen de repente un día y jamás vuelven.

—No es eso…

La voz de Mafuyu estaba temblando.

— ¿Es porque… aun tendrías a Kyouko, verdad? Incluso… si no estoy ahí…
Mientras cada palabra que escuchaba era devorada por la oscuridad, fueron solo esas últimas las que finalmente me atravesaron el corazón: <...Lo siento>

Ella había colgado; aun podía sentir lo que quedaba de sus palabras en mis oídos. Era como si pudiera sentir la caricia de su cabello marrón si tan solo moviera un poco los hombros.

“Aún tengo a Sempai… ¿Qué significa eso? ¿Qué cosas está diciendo?”

‘Incluso si no estoy ahí—’.
Eso fue lo que dijo. Así que ahí está el problema. No entendí como fue que ella se arrinconó de ese modo. Pero, finalmente entendí la situación, pude sentir el oscuro lugar en el que se había encerrado ella misma.

Y así; es algo mucho más profundo que comunicación con palabras, lo que falta entre nosotros.

“Si ese es el caso… ¿Qué es lo que nos falta? ¿Y qué hago de ahora en adelante?”



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