Blog dedicado a la traduccion de novelas ligeras del ingles al español.

domingo, 2 de octubre de 2016

[Sayonara Piano Sonata v2] Capitulo 4: Fekerikó.



CAPÍTULO CUATRO

fekerikó

Cada mañana, sin falta, Chiaki conseguía llegar a clase apenas a tiempo. No era porque tuviera problemas manejando su tiempo o porque se quedara dormida; más bien era porque siempre si iba de filo tocando dando igual que la chicharra de la escuela comenzara a sonar. Antes estaba en un club deportivo, pueda que eso de practicar en las mañanas le encante.

Pero hoy Chiaki llegó tarde, algo nada usual en ella.

No la vi hace rato cuando pase por el club para dejar mi bajo, pero incluso cuando la profesora entró al salón, no había señal de ella. Mafuyu se había empeñado en no mirarme desde que entramos, y contaba con que Chiaki llegara para que la atmósferas se calmara un poco… supongo que no debería depender tanto de los demás.

—¡Buenas!

Entonces Chiaki abrió la puerta (que quedaba en diagonal detrás de mí) y entró al salón de forma inusualmente enérgica, ya estábamos diez minutos en el primer periodo. Nuestra joven y tímida profesora de inglés dejó caer su gis al suelo por la impresión. Quitada de la pena Chiaki se abrió paso entre en el espacio que quedaba entre el escritorio de Mafuyu y el mío, y entonces se sentó en su silla. Además de la mochila escolar llevaba cargando una enorme bolsa plástica con asa.

—¿Profesora, estoy con retardo? ¿O ya me puso falta?

La profesar miró al reloj, luego tocio un par de veces y contestó en voz baja:

—Por esta vez será retardo, pero para la siguiente entre con más consideración.

—Entiendo. Disculpe.

Tomó su libro de texto de la mochila y al mismo tiempo giró la cabeza y con timidez sacó la lengua:

—No debí dormirme tarde anoche.

—¿Qué es lo que llevas?

—¿Hmm? Oh, luego te digo.


Al instante que la clase acabó, Chiaki abrió la bolsa plástica que trajo y sacó algo de adentro: <¡Tada!> Con orgullo lo mostró a Mafuyu y a mí.

Mafuyu quedó atónita; con la boca completamente abierta. Creo que mi expresión era la misma.

Una camiseta, y en la parte de enfrente tenía una linda imagen echa usando colores purpura y anaranjados; completamente psicodélicos.

<Ebisawa Mafuyu & LOLLYPOPS>

Eso era lo que estaba escrito.

—¿Qué es…?

Me costó trabajo, pero conseguí forzar algo de mi garganta.

—¿Que es esto? ¡Es la camiseta, para nuestra banda, obvio! ¿Esta preciosa, verdad? Pues yo estaba pensando: Si Mafu-Mafu aún no ha escogido un nombre aun, entonces usemos este. —Dijo Chiaki orgullosa.

Con incredulidad confirmé el peculiar nombre una vez más, luego volteé a ver a Mafuyu; su cara estaba completamente blanca.

—Bueno, sucede que Nao estaba escuchando a EL&P cuando fui a tu casa ayer, y me llegó la idea: Porqué no nombramos a nuestra banda EL&LP también.

—¿Por qué está mi nombre?

—Porque Mafu-Mafu el nuestra líder. Ves, es como <Hajime Hana & The Crazy Cats>.

¿Cuántos años tienes? ¿O es porque seguido te pones a beber con todos tus parientes? En ocasiones Chiaki hablaba igual que un cuarentón… no, de hecho, sonaba más vieja que eso.

—¿Lider? ¿Y-yo? ¿Pero por qué?

—¿Ah? ¿No escuchaste a Sempai? —contestó Chiaki, mientras extendía la camiseta sobre el escritorio—. Sempai dijo que el Club de Música Folclórica es un ejército revolucionario, cierto?

—Ahora que lo pienso, ¿Lo hizo?

Mi mente empezó a remontarse a un pasado distante mientras murmuraba. Kagurazaka-sempai era una autoproclamada revolucionaria. En cuanto a nosotros; aquellos a los que había reunido, vendríamos siendo camaradas en su revolución.

—Ella dijo que yo soy el soldado, Nao el secretario, y Mafu-Mafu el Alto-no se que-Canciller.

—Jamás escuché eso antes. —Mafuyu estaba al borde del llanto.

—¿Espera… No se supone que Sempai sea la líder? —Interrumpí.

—Sempai es la secretaria del jefe. Lo que significa… incluso cuando parece que la persona que goza del mayor poder es el gran líder, eso solo es en papel; de hecho, aquella que controla todo es la Secretaria del Jefe. Ese es el así llamado sistema ‘Troika’.

—¿En serio? Te refieres a los soviéticos. Ya veo. Aprendí algo nuevo hoy.

Compañeros a nuestro alrededor asentían con entusiasmó, No sabía porque, pero en algún momento me dejaron de afectar sus tontearías.

—Por lo tanto, puse el nombre Mafu-Mafu en el nombre de la banda.

—…No quiero eso.

—¿Entonces porque no piensas un nombre tu misma?

Mafuyu se aferró con fuerza al escritorio y se reusaba a soltarlo.

—Aihara, yo quiero esa camiseta.
—Ah yo también. Talla LL.

—Solo les cobrare tres mil quinientos yenes la pieza.

—¡Qué caro!
—¿Solo cortaste una plantilla y le rociaste pintura, cierto?

—Es usual que una banda gane algo de efectivo vendiendo mercancía.

Como Chiaki (rodeada por un montón de chicos) mostraba su colmillo para los negocios, la cara de Mafuyu se hacía más y más pálida. Me preguntaba si debería hablar con ella, pero no tenía idea de que decir.

Hubo un súbito y pesado, bang. Mafuyu de repente había empujado su silla hacia atrás, haciendo que todos volteamos hacia ella por la impresión. Como si tratara de escapar de la mirada de sus compañeros Rápidamente Mafuyu salió del salón. Estuve a punto de salir tras ella, pero Chiaki fue un instante más rápida.

—¡Espera!

Chiaki gritó desde el pasillo. También las seguí. Chiaki sujetaba la mano de Mafuyu mientras esta trataba con todas sus fuerzas de soltarse. <Mierda, esta es toda una escena> Justo cuando estaba por intervenir.

—¡Mafuyu! ¡Mírame y escucha!

Chiaki habló.

Al instante Mafuyu dejó de moverse. Soltó su peso contra la pared de corredor y giró su cuerpo ligeramente hacia Chiaki; mantuvo la cabeza abajo en todo momento.

Solo me quedé mirando como idiota. No había nada que pudiera hacer para acercarme, ni nada que pudiera decir.

—Escucha. Parte de la razón por la que estoy en el Club de Música Folclórica es por Sempai.

Chiaki tomó las manos de Mafuyu y continuó.

—En cuanto a la otra parte; es la misma que tú, Mafuyu. ¿Entiendes eso, verdad?

Mafuyu levantó la cabeza con sorpresa. Yo solo veía a Chiaki por la espalda, pero pienso; siento que tenía una sonrisa gentil en el rostro.

—¡No tiene nada de malo!

—Yo, yo…

La cara de Mafuyu se puso roja. No terminó lo que estaba a punto de decir, ya que la chicharra del segundo periodo comenzó a sonar.




Al terminar las clases Mafuyu salió del salón con prisa, y no llegó a la práctica de la banda. Entonces me di cuenta que hoy ni siquiera había traído su guitarra.

—Supongo que iré a buscarla. Sus zapatos siguen en el gabinete.

Cuando estaba a punto de salir del cuarto, Sempai me tomó por los hombros desde atrás.

—No tiene caso que hagas eso. La Camarada Aihara ya hizo lo que tenía que hacerse. Lo que queda es que la Camarada Ebisawa lidie con los problemas con los que solo ella puede resolver.

Miré a Chiaki. Estaba sentada en medio de su batería, mirando la camiseta echa a mano que dejó extendida sobre sus piernas.

Con los que solo ella puede lidiar…

Lo que dijo Chiaki en la mañana…

Me senté en el suelo. No sabía que estaba pasando. ¿Su razón para quedarse en la banda? ¿Qué quiere decir?

—¿Acaso… sobre actué? —murmuró Chiaki.

—Podemos dejar que los historiadores del futuro decidan. Por ahora…

Sempai sacó un pedazo de papel doblado a la mitad de su bolsillo, y lo abrió.

—Hoy es el último día… para registrarnos para la tocada.

Olvídense del nombre de la banda: la parte en donde se escriben los nombres de los miembros estaba en blanco también. De repente sentí un escalofrío.

Si: Mafuyu deja la banda, nada más así. ¿Qué nos queda por hacer?

Chiaki levanto la camiseta y dijo: “¿No podemos llenar con su nombre por ahora?” Sempai puso una de esas poco habituales expresiones llenas de amargura y dijo:

—Emm… Sabes, de hecho me alegro que la Camarada Aihara no fuera la última en unirse a esta banda.

—¿Sempai eres horrible?

Esa fue la única ocasión que de verdad estuve de acuerdo con Sempai.

—¿No es un nombre apropiado para una banda adorable y loli-loli como nosotros?

—Puedes dejarle ese nombre cuando me haya ido…

—¿Por qué no hacemos que Nao se vista como chica cambien?

—Sobre mi cadáver.

Sempai conectó su guitarra el amplificador, y usó el ruido generado para interrumpir nuestra ridícula conversación.

—Aré algo para cambiar la fecha límite a mañana a la una. ¡Esperemos a la Camarada Ebisawa aquí mismo mañana en la mañana! Luego, faltaré a clases y entregaré el formulario de inscripción al live house.

Sempai se volteó y me miró.

—Solo es el nombre con el que llenaremos la inscripción. Incluso si no llegamos a tiempo, no significa nada. Si de verdad no hay nada que podamos hacer en esta ocasión, siempre habrá otra. No pongas esa cara.

—Bueno, si tienes razón… —¿Exactamente qué cara era la que estaba poniendo?

—Más importante: ¿Ya tienes una idea de nuestros gastos estimados?: Para el campamento.

—¿Eh? Si, ya los tengo.

Ya que nuestro único gasto es para comida, me pusieron a cargo de todas las finanzas del viaje.

—Cuatro mil quinientos yenes por persona.

—¡Waaw! Que barato. En serio tenemos que pagar tan poco por un viaje de tres días y dos noches? ¿Incluiste los bocadillos en tus cuentas? —preguntó Chiaki. —¡Trae tus propios bocadillos!

—…¿Ese precio es para cuatro personas, verdad?

Sempai de repente preguntó. No dije nada, solo asentí. Es más barato cuando preparas comida para más personas, así que el costo se va a incrementar si solo somos tres.

—¿Así que ahora el problema recae en nosotros, eh?

Sempai suspiró mientras afinaba su guitarra: ¿Qué es lo que Mafuyu querrá hacer sobre el campamento?

¿De verdad no piensa acompañarnos? Como podría discutir esto con ella si ni siguiera viene a prácticas.

¡No tiene sentido hacer esto si Mafuyu no viene!

—Bueno, no sirve de nada seguir hablando de esto. ¡Vamos a practicar! —Sempai se levantó y declaró.

Por algún motivo, no tenía ganas de tomar mi bajo.

Justo aquí, justo ahora, los mínimos elementos requeridos para formar una banda de rock están aquí: Un guitarrista, un bajista y un baterista.

Si quisiéramos crear música en nuestro estado actual:

Podríamos comenzar una banda, aunque apenas, Incluso si Mafuyu no está…

Sempai se quedó viendo mi cara un tiempo, y entonces dijo:

—Creo que empezaremos con algunos covers. ¿Ya sabes cómo tocar <Hotel California>, verdad?

Asentí. Sempai comenzó a rasgar el tranquilo intro en su guitarra, Antes, cuando comenzamos la banda, frecuentemente practicamos con un buen número de canciones de The Eagles. E incluso en ese momento, cuando estábamos esperando que todos se reunieran en el salón, aleatoriamente comenzábamos a tocar algunas de esas canciones. Las practicamos tantas veces que mis dedos ya las memorizaron.

¿Tal vez Sempai ya había predicho lo que tenía en mente?

Se dice que cuando The Eagles estaban grabando esta canción, había una parte del intro en donde el sonido de las guitarras se sobreponen. Era imposible para Sempai hacerlo sola. No había tantos overlaps, improvisaciones y solos, para Sempai simplemente era imposible replicarlos todos con solo dos manos.

Casi olvido cantar el coro con Sempai. Todo lo que estaba haciendo era tocar el bajo, enmalezado y absorto en la voz de Sempai. Experimentando por mí mismo la falta de sentimientos tras su voz.

Ella—Mafuyu, no está aquí.



La práctica no duró mucho. Fui al salón del personal para regresar las llaves del aula y me encontré con Miss Maki, justamente afuera de la puerta.

—Ah, Nao. Ven un momento.

—¿Eh? ¿Yo?

Ella traía el cabello recogido, como siempre, vistiendo una blusa blanca plisada y una ceñida mini-falda. Pese a que se vestía de manera, en realidad es una profesora violenta, lo cual era una imagen difícil de reconciliar con su rol como profesora de música. Esperaba que algún día, en el futuro, dejara ese horrendo hábito de arrastrarme por las orejas.
           Dolía.

—¡Señorita, eso es el baño de chicas!

Traté como pude de resistirme al darme cuenta del terrible lugar al que me estaba arrastrando.

—Ah, ahí no se puede. —Miss Maki dio un giro ahora hacia la escalara. Arriba de nosotros estaba el cuarto piso.


Yo estaba en la esquina de un salón de música por el cual ya ningún estudiante pasaba a esa hora hora. Miss Maki me empujó contra el muro y me aplastó el pie con el talón. Luego comenzó su interrogación.

—Mafuyu acaba de venir al salón de preparativos.

—¿Qué…?

Ya veo. ¿Entonces ahí fue para donde corrió, he?

Miss Maki solía ser estudiante de Ebichiri (Ebichiri era el padre de Mafuyu) cuando el daba clases en la universidad. Parece que ha sido cercana a Mafuyu desde ese entonces.

—No tengo ni idea de porqué, pero por algo, ella se ve muy deprimida. ¿Ustedes do se pelearon o algo?

—Nop, no pasó tanto… ¡Ah! ¡Auch! ¡No pongas todo tu peso!

—Te lo dije antes: Que mejor estuvieras listo para tener un brazo roto si es que asías llorar a Mafuyu. ¿Lo recuerdas?

—¡Desde cuando! —aunque si dijo que no me libraría fácil.

—¿Qué pasó? ¿No se estaban llevando de lo lindo?

—¿Parece que nos estuviéramos entendiendo muy bien?

Miss Maki aflojó su agarre, como dudando un momento.

—Así que de verdad no te habías dado cuenta… De lo único que hablan las chicas es de ti y del Club de música Folclórica.

—¿Qué? No, yo no se…

¿Las cosas no se habría puesto así, si nos estuviéramos entendiendo, verdad?

—Ella aún sigue en el cuarto de los preparativos, así que ve a buscarla. Solo dile que yo te mandé a decirle que se vaya a casa temprano.

—…Entendido.

Justo cuando estaba por irme a las escaleras, fui alado por el cuello.

—¡Whaa!

—Casi lo olvido. Hay algo más.

Volté y vi una sonrisa en la cara de mi profesora.

—¿Escuche que ustedes chicos se van de campamento de entrenamiento? ¿Sin pedirme permiso a mí, su profesora-a-encargada?

—¿Qué? ¡Ah! ¡Uwaaa! —Condenada Mafuyu, ¿le dijiste? ¡Por dios…porque le tenías que hablarle de eso!

—¿Y que es en una villa en la playa? Ustedes sí que saben cómo divertirse.

Los ojos de Miss Maki se hicieron anormalmente aterradores. Traté de retroceder con miedo, pero de nuevo estaba pisándome el pie, y sujetándome firmemente.
Me rendí

—¿No crees que es mejor que un adulto vaya? ¡Sucede que me compre un nuevo traje de baño el verano pasado, y no he tenido oportunidad de ir anadar desde entonces!

—Pues… Pero—

—Estoy bromeando. Sucede que ese día estaré trabajando, así que no puedo ir. ¿Te debes estar sintiendo aliviado, verdad? ¿Suspiraste desde el fondo de tu carrazón, verdad mocoso?

—Ugh—

El dolor era es insoportable cuando la llave estranguladora se aplica en el lugar incorrecto.

—¿Y entonces? ¿Qué hay de Mafuyu? ¿Dijo que no iría y que el Maestro Ebichiri lo prohíbe también?

—Ah. No. De hecho, si obtuvimos permiso de su padre.

¿Entonces… a ella le dijo que no iría? Miss Maki me sujetaba con fuerza, paro aun así, sentí como lentamente me hundía al fondo de un profundo océano.

—¿En serio vas a irte y a dejar a Mafuyu sola?

—Para nada… quiero intentar convencerla para que venga con nosotros. A todos les afectará si ella no viene. —hablando de eso, ¿No ya es momento de que me sueltes?

—¿Les afecta a todos si ella no va? ¿Por qué?

—¿Por que…? —¿Me tiene que preguntar—? Pues porque ella es nuestra guitarrista.

—No era a lo que me refería.

Ahora Miss Maki tenía una sonrisa aterradora. Ella acercó su cara a la mía, yo quise voltearme, pero no pude; me tenía firmemente prensado de la cabeza.

—Bueno, solo habla con Mafuyu, se honesto…sobre porque te afectaría a ti si no va.

¿Por qué me afecta?

Sus palabras me dejaron en silencio.

—Hablando de eso: ¿No van nada más a nadar, verdad? Dejando de lado las guitarras, digo: que aran con la batería, los amplificadores y eso?

—…¿Pues? Maki aflojó su agarre un instante; yo aproveché la oportunidad para escabullirme de ella.

—¿El equipo del club pertenece a la escuela, cierto? No podrán llevarse nada si es una reunión no oficial.

Ella tenía toda la razón. ¿Cómo planeaba solucionarlo Sempai? Aunque de nuevo, no pensaba que Sempai fuera de las que no piensa en detalles como estos.

—¡De cualquier caso, ya hice mi parte avisándoles de antemano! La escuela jamás permitiría algo como permitirle a estudiantes pasar la noche fuera de casa por ellos mismos, así que estén atentos y asegúrense de que ningún otro profesor los descubra.

Y con eso, Miss bajó las escaleras y se fue. Parece que ella no es de la que se angustia con detalles.



Antes música solía ser una de las asignaturas base en nuestra escuela, así que todo el cuarto piso estaba lleno de equipo relacionado con música. Esta era el ala de música, y apenas y se usaba.
Ubicadas a lo largo del corredor, y extendiéndose a la derecha, estaban las bodegas que eran utilizadas para almacenar toda clase de instrumentos musicales. Al final del corredor, había una puerta metálica que llevaba al salón de música usado para nuestras típicas lecciones de música.

Escuché una serie de melodías provenientes de una guitarra eléctrica sin conectar; los sonidos emanaban del cuarto a la derecha del salón de música: el salón de preparativos. El timbre de la guitarra era hermoso, delicado y gentil.

¿Qué canción era esa…? ¿Tendría que ser la parte del clavicémbalo del <Concierto No. 5 de Brandenburg>? De verdad se las arregló para replicar con claridad el rico sonido del arpegio usando una sola guitarra. Mientras escuchaba con cuidado a Mafuyu y su guitarra, recordé la falta de fuerza que <Hotel California> había tenido antes. En ese momento solo estábamos tocando los tres.

Cuando la canción acabó, escuché como Mafuyu afinaba su guitarra. Aunque había terminado, yo seguía inmóvil frente a la puerta, sin moverme un centímetro.
¿Ahora qué hago? Mafuyu seguro está enojada; si abro la puerta y entro como si nada. Pensé

—…¿Mafuyu?

Al final, intenté llamar su nombre en voz baja. El sonido de su afinación se cortó de repente. Las palabras que quería decir, y que estaban congeladas en mi boca, desaparecieron por completo.

Porqué: Mafuyu no me había dicho nada aun.

Y yo: tampoco sabía que decir.

—Bueno… Este: Sempai dice que el registro para la tocada… cierra mañana.

Presioné mis palmas contra la pared y hablé palabra por palabra.

—Como tenemos que llenar los nombres de los integrantes, y el nombre de la banda… Si nó decidimos pronto, tendremos que ir con el nombre que inventó Chiaki.

Percibí un ligero cambio en la respiración de Mafuyu cuando mencioné a Chiaki.

—Pues, entonces…

Traté desesperadamente de encontrar la palabra adecuada… <Correcto, solo comenzare con eso. Quería preguntárselo de todos modos>.

—Sobre el campamento… ¿Tienes alguna razón para no ir?

Había sentido como si hubiera pasado un largo tiempo desde que escuche su respuesta.

—De hecho… no hay una razón en especial.

Mafuyu murmuró desde el otro lado de la puerta. Sentí alivio cuando me di cuenta que estaba hablando con Mafuyu.  Luego vino la siguiente línea:
—Pero, no hay una buena razón para que vaya tampoco.

—¡Qué…! —¡Eso ya es mucho! ¡Qué significa eso?— ¿Entonces para que te uniste a la banda?

—No lo sé, —respondió Mafuyu—. De verdad no sé.

Sus palabras sonaban como las de un niño extraviado. Me dejé caer de cuclillas y medité profundamente antes de hablar.

—Si vienes con nosotros, entonces tal vez lo averigües.

Di mi respuesta. Incluso yo siento que fue una respuesta ridícula; era como algo que un niño de primaria diría. Pero ya no había vuelta atrás, pues lo dije fuerte y claro.

—No solo es la práctica. Todos vamos a nadar, comeremos, y jugaremos con fuegos. Juntos.

Suena divertido, ¿Por qué no lo intentas? ¿No es suficiente razón?

Recordé lo que dijo Miss Maki: se honesto… dile porque te afectaría si no va.

Incluso cuando era algo que me concernía a mí, el yo de ese entonces no podía comprender. Y así, con tal de resolver el problema inmediato, le dije a Mafuyu:
—Desde que te uniste a nuestro club, queremos participar en este campamento junto contigo.

No solo para practicar, sino que también para jugar con todos e incluso hablar de todo tipo de cosas…juntos.

—¡Y como no tendremos profesores al rededor, podemos jugar todo lo que queramos! Y aun más: no habrá nadie que se queje, podemos hacer tanto ruido como queramos, la villa será solo para nosotros. ¡Y aunque suene que presumo; estaré preparando una deliciosa comida! Y…, y no nos va a costar mucho: solo cuatro mil quinientos yenes por persona, por tres días y dos noches.

Me di cuenta que estaba hablando más y más rápido, cada vez diciendo más estupideces.

—Y así, bueno…

Lentamente deje ir mi aliento. ¿Había otra cosa que pudiera decir?

Eso era todo lo que el yo de ese entonces pudo decir.

—…Te estaré esperando en el salón de prácticas.

Ahaa. Supongo que lo único que queda es esperar.

En silencio me alejé de la puerta. Mientras caminaba hacia las escaleras, me detuve un par de veces para mirar atrás. Sentí como si escuchara el tenue sonido de Mafuyu con su guitarra, tocando la música de Dvořák… pero pudo ser un altavoz de algún pueblo a lo lejos.


Desafortunadamente, a la mañana siguiente me encontré a Chiaki en la estación, era como si no me quedara de otra que ir en el mismo tren que ella. Eran las 6;40 A.M.; normalmente, a esa hora yo estaría durmiendo.

—¿No dormiste bien anoche?

Estábamos viajando en el bamboleante tren. Chiaki, que estaba sentada a mi lado de repente se acercó y me miró.

—¿Qué? ¡Nah! Dormí como roca.

Con la cabeza baja, apoyada contra mi bajo, pronuncie una mentira.

—¿Has estado pensando en nombres para la banda?

—Pues…Supongo.

—¿Entonces no confías de verdad en Mafuyu? Me siento mal por ella.

¿No estas igual? Incluso hiciste esa camiseta: Originalmente quise responder con eso, pero pensándolo bien supuse que ese fue su mejor intento.

—Se me han ocurrido diez nombres más desde entonces.

—¡Si estas igual! —demonios, que desperdicio de energía es tratar de pensar lo mejor de  ella.

Chiaki sacó una libreta y con confianza me mostró la lista de nombres alternativos. Intente en vano no fruncir el ceño.

Casi eran las siete cuando llegamos a la escuela. Fuimos al salón del personal, pero no encontramos las llaves del aula de  prácticas dentro de la caja de llaves.

—¿Raro? ¿Nao, regresaste las llaves ayer, verdad?

—Humm…

Chiaki y yo intercambiamos miradas solo un instante. Quiere decir que alguien llegó a la escuela aún más temprano que nosotros, y había ido al cuarto de  prácticas.

Existían dos posibilidades. Chiaki de inmediato se dio la vuelta y salió corriendo, estuvo a punto de chocar con un profesor cuando cruzaba la puerta. Ignorando los gritos del profesor se escurrió por un costado, corriendo por el corredor hacia el patio.

Chiaki abrió de golpe la puerta del cuarto de  prácticas: dejó caer los hombros al instante. Siguiéndola de cerca, miré dentro del salón, e intercambié miradas con la persona en su interior.

Esa persona no era Mafuyu, sino Kagurazaka-Sempai; no espera, tenía que ser Kagurazaka-sempai, pero, ¿por qué su blusa esta desabotonada a la mitad? Su lencería se mostraba, mientras procedía a quitarse la falda.

—¡Whow…!

Chiaki soltó un grito, luego cerró la puerta, no sin antes darme un codazo a mí que estaba justo detrás de ella. ¡Con un demonio, eso duele!

Después de un rato, Sempai abrió la puerta y asomó la cabeza.

—Una disculpa, no me esperaba que ustedes chicos llegaran tan temprano. Ahora ya pueden pasar los dos.

Chiaki se metió al cuarto rápidamente. En cuento a mí, me sentí ligeramente intimidado: digo. ¿Hace solo unos momentos Sempai se estaba cambiando aquí mismo?

Sempai se había cambiado el uniforme, a una mini-falda de mezclilla con parches y una camiseta con un estampado del revolucionario cubano Che-Guevara. Ese aspecto: tenía anarquismo escrito por todos lados.

—¿Para qué te cambiaste aquí?

—Se los dije ayer: Hoy es el último día. Tengo que entregar el formulario de la live house para poder tocar.

Ah, ¡Cierto! Si lo había dicho. Entonces la razón por la que Sempai se puso uniforme para empezar era para poder entrar al salón del personal y tomar las llaves. ¿Para qué viene a la escuela esta persona?

—Hablando de eso, jamás pensé que los integrantes de la banda llegaríamos así de temprano. ¡Somos muy unidos

Y con eso, Sempai acaricio la cabeza de Chiaki.

—¿No podemos considerar a esto, como todos los miembros, verdad? —Chiaki levantó la cabeza y preguntó en voz baja.

—Ehhe~ si, tienes razón.

Sempai asintió con la cabeza, luego procedió a sacar el formulario de aplicación que antes nos había mostrado de su bolsillo. Se trajo un escritorio de una de las equinas del salón y la puso extendida sobre él: En la casilla reservada para los nombres de los integrantes, ya estaban cuatro nombres.

Aihara Chiaki (Dr). Ebisawa Mafuyu (G). Kagurazaka Kyouko (G, Vo). Hikawa Naomi (B, Vo).

Solo el nombre de la banda seguía en blanco.

No quería pensar mucho en esto, así que moví mi atención a otro lugar del formulario…¿Em?

—Oh, ¿Qué hay de la cuota para rentar el lugar?

De ningún modo se podía tocar en vivo, gratis, igual me había olvidado del asunto del dinero. Aunque también toquen otras dos bandas, lo que le toca pagar a cada uno de nosotros seguirá siendo bastante costoso. Sempai estaba mostrando una sutil sonrisa.

—No tienes que preocuparte por eso. Somos los artistas invitados; así que no tenemos que poner un solo centavo.

—¿Que?

¿Cómo es eso? Como es posible que algo tan bueno pasé? …Ah, esta persona ha de haber hecho algo de nuevo. Creo que es mejor que ya no indague más. Da mucho miedo.

—Si la Camarada Ebisawa no lo consigue a tiempo: Ya. ¿Por qué no simplemente usamos el nombre <Club de Música Folclórica>?

Sempai dio un ligero golpe con la punta del bolígrafo en la casilla del nombre.

Chiaki se opuso de inmediato: “Ehee— no suena nada lindo”.

—¿En serio? A mí si me gusta el nombre.

—¿Entonces porque no usamos <みんおん> ? Es mucho más fácil de recordar con solo cuatro caracteres. [N/T: Se lee como “Min-On”, algo así como k-On, pero queda como abreviatura de su club en específico. Está escrito en Hiragana, pero supongo que el Kanji sería algo como 民音 ]

—Eso suena como el nombre de un pub de los suburbios. No lo acepto.

—Entonces qué tal si le agregamos un signo de exclamación al final. <みんおん!>

Chiaki tomó su libreta una y otra vez leyendo los nombres que se le habían ocurrido uno por uno, en cuanto a Sempai; los rechazaba uno por uno en modo cariñoso. Yo me senté en el banquillo y apoye mi bajo contra la pared, escuchando la conversación sin ganas.

En ese entonces: Mafuyu me había esperado en ese lugar también. El día que unilateralmente acordé para nuestra competencia. Ella en ningún momento me dio alguna respuesta; pero aun así me estuvo esperando. Por lo tanto, esta vez, lo único que puedo hacer es espera por ella una vez más.

Pensando en eso, se sentía como si Mafuyu y yo jamás podíamos entender claramente el punto que el otro trataba de dar. Había veces, cuando podíamos comunicarnos, pero había veces que no podíamos; y con esa gradual suma de pobre comunicación, sentí que llegaría el día en el que todo se volvería un insalvable malentendido o algo así.

Si ese es el caso: ¿Entonces no debería preguntárselo como se debe?

¿Qué tal si Mafuyu es…



Sempai y Chiaki de verdad me habían hecho a un lado cuando notaron que me quedé en silencio, inmerso en mis propios pensamientos. ¿Cuánto tiempo han seguido conversando? El sonido de la chicharra me regresó a la realidad. Me sorprendió. Rápidamente dirigí la vista al reloj del salón. Lo que escuché fue la chicharra que sonaba antes de las clases: la nuestra compensaría en cinco minutos.

Ambas Chiaki y Sempai, que estaban hablando por donde la mesa, miraron al reloj al mismo tiempo. Un silencio sepulcral tomó el cuarto cuando la chicharra se calló: no se sintió como si estuviéramos en medio del abrazador verano de julio.

—Joven.

Sempai hizo un gesto hacia mí. Me levanté, y Sempai puso el bolígrafo en mis manos.

—No queda opción. Tú fuiste el tercero en unirse a la banda, así que decides tú.

—Eh…

Miré a Sempai a la cara.

Mafuyu no vino, así que yo soy…

—Pero…

—Solo es un nombre, no lo pienses mucho. Esto no cambia nada.

<¿De verdad?> pensé para mí mismo mientras miraba el formulario.

¿Si Mafuyu no aparecía ahora; sentí que ya mamas aparecería? De ese modo, estaba cortando la relación entre nosotros…

Ajusté mi agarre al bolígrafo. Pasé toda la noche de ayer pensándolo, antes de decidirme por algo. Si de verdad la situación llegaba al punto en que yo tubería que decidir por un nombre; el nombre que nos pondría es: <Blackbird>.

Pero. Ese nombre perdería todo su significado si Mafuyu no estaba ahí. En vez de eso; se convertirá en el nombre que reconozca el hecho que ya no podemos volar con nuestras alas rotas.

La punta del bolígrafo hizo contacto con el papel. Comencé a escribir el primer carácter “B”—

Sempai levantó la cabeza de repente. Miro sobre mis hombros, hacia la puerta del salón y sonrió.

Contuve el aliento y giré la cabeza.

La pesada puerta se había abierto, revelando una abertura que permitió al aire del verano bañara el salón. Chiaki corrió hacia la puerta y la abrió de golpe. Mafuyu estaba al otro lado, estaba a punto de dar un paso hacia atrás, pero al instante Chiaki se aferró a ella por las muñecas, haciendo que ella se encogiese por la impresión.

Junto a mí, Sempai dijo: “Bueno días, Camarada Ebisawa.”

Yo: No pude decir una sola palabra; ya que un incontable número de ellas estaban atrapadas en mi pecho.

Al final: le pasé el bolígrafo a Mafuyu, quien había sido arrastrada al salón por Chiaki. Solo eso supe hacer.

Mafuyu observó el bolígrafo un buen rato antes de aceptarlo con su mano izquierda. Se quedó un rato aún más largo simplemente parada junto a la puerta.

A continuación, Mafuyu caminó lentamente hacia la mesa. Escribió las letras en el espacio en blanco del formulario, sin vacilar.


Feketerigó


—¿Cómo se pronuncia? —preguntó Chiaki en voz baja.

—’Fe-ke-te-li-ko,’ —murmuró Mafuyu.

Es una pronunciación interesante. ¿Qué lenguaje será?

—¿Tu madre habla en acento Holandés o Alemán?

Mafuyu y yo levantamos la cabeza al mismo tiempo cuando escuchamos a Sempai.

—…¿Cómo supiste? Mamá mencionó que ella nació en Holanda.

—Porqué usualmente no se pronuncia la ‘g’ como ‘k’ en Hungría. Aunque de todos modos, suena mucho mejor de esta forma.

Sempai le dio un vistazo a lo que Mafuyu escribió. La sonrisa en su rostro parecía tan gentil y pura como las nubes en el cielo de la mañana.

—¿Te gusta esta canción?

Mafuyu se tomó un momento en asentir en respuesta. Por algún motivo, sentí que ella había mirado en mi dirección, aunque solo por un instante, me ardió la cara de verg…

¿Qué canción es esa? La pronunciación de <feketerigó> me hacía sentir como si pudiera volar gentilmente por el cielo en cualquier momento.

—De verdad que es un buen nombre.

Con eso, Sempai doblo el formulario y lo guardó en su bolsillo. Entonces rápidamente se acercó a Mafuyu y le dio unos ligeros pellizcos en las mejillas. La cara de Mafuyu se puso roja por la sorpresa, y dio un paso hacia atrás.

—Ah, cierto. ¡Camarada Ebisawa, solo dale los cuatro mil quinientos yenes de tu bolsillo al joven! Lo puse a cargo de todas las finanzas.

Sempai dijo eso, justo cuando estaba a punto de salir del salón; la cara de Mafuyu se puso roja de nuevo.

Cuando la puerta se cerró, Mafuyu sacó un sobre color marrón del bolsillo en el pecho de su chaqueta y lo arrojó contra mi cara.

—¡Whoa!

Conseguí agarrar el sobre antes que cayera al suelo. Había unos cuantos miles de yenes, notas y algunas monedas de quinientos yenes dentro.

—¿Eh? Esto… —¡No tenías que darme esto ahora! Aunque de nuevo, ¿esto quiere decir que, verdad? ¿Es esto cierto, verdad? No estaba muy seguro, así que le dirigí una mirada a Chiaki, quien estaba parada a mi lado. Wow, su cara estaba iluminada de felicidad

—Escóndelo, rápido.

Mafuyu giró la cabeza hacia otro lado cuando habló. Guardé el sobre en el bolsillo del estuche de mi bajo. Solo cuando lo hice me di cuenta que mi corazón latía como loco. No tenía idea de porqué, pero no conseguía calmarme. ¡Finalmente podré ir al campamento con Mafuyu! ¡Todos podemos ir juntos!

—Mafuyu, enséñame como deletrear el nombre de nuestra banda de nuevo. Quiero broncearme el nombre en la piel, cuando estemos en la playa.

La voz extasiada de Chiaki binó de detrás de mí.

—No aguanto el sol y no sé nadar.

—Ah, ¡Tendremos que llevar una sombrilla! ¿Quieres que compremos nuestros trajes de baño juntas?

—Dije que no sé nadar

—No te preocupes. Traeré un flotador gigante.

Chiaki empujo a Mafuyu de regreso cuando salían del salón.

—Naomi.

Mafuyu apenas había pasado la puerta cuando de repente volteó y me llamó. Mi mirada pasó sobre el hombreo de Chiaki, directamente a los ojo de Mafuyu.

—…¿De verdad lo averiguaré?

Cuando me hizo esa pregunta, los ojos de Mafuyu se seguían viendo como unos cielos llenos de nubes negras. Sentí una repentina presión en el pecho.

—¿Averiguar qué? —Chiaki acercó la cara a Mafuyu y luego me miró. Mafuyu agitó la cabeza, así que Chiaki concentró su mirada en mí.

—Si vienes con nosotros, entonces tal vez lo averigües: esa fue la irresponsable frase que salió de mi boca. La razón por la cual Mafuyu se unió a la banda, y las causas de que Mafuyu se sintiera perdida

La mirada de las dos eran como clavos. Tragué saliva y asentí.

—Serás capaz de encontrar la respuesta… probablemente.

Sentí la mirada de duda de Mafuyu fija en mi nariz. No pude evitar bajar mi cabeza y mirar mis dedos, Y entonces, di un paso hacia adelante:

—Te lo prometo… —mientras hablaba, estiré mi mano hacia Mafuyu—, que si no encuentras la respuesta, escuchare todo lo que tengas que decir.

Fue una promesa que hice hace algún tiempo.

La cara de Mafuyu se puso roja. Después de barrer mi puño extendido con su mano, se dio la vuelta y corrió hacia el edificio principal.

Chiaki me miró sin la menor idea de que estaba pasando, y luego hizo lo mismo que Mafuyu.

Miré el ahora vacío salón.

La razón para que Mafuyu está aquí…

Lo que sentía, de hecho: es que no había nadie que pudiera darle esa respuesta. Tiene que descubrirlo ella misma. Verán, yo mismo, no tengo idea de porque pasaba el tiempo ahí. Sin embargo, no tenía intención de mantener dudas mientras convivía con los otros.

Moví la mirada hacia el escritorio vacío. Me dio la impresión que el nombre que Mafuyu había escrito se quedó gravado en la superficie de la madera cuando Sempai lo delineo con los dedos.

Feketerigó. El nombre que nos une a todos.

¿Podríamos descubrirlo en el campamento de entrenamiento? Esa innegable cosa definitivamente estaba ahí, eso que unía a Mafuyu y a mí.

La chicharra del primer periodo sonó. Mierda, llegaré tarde. Cerré el salón de prácticas y me apresuré al salón.

En algún sitio, entre los arbustos y árboles del patio, las cigarras comenzaron a cantar.

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