CAPÍTULO
CUATRO
fekerikó
Cada
mañana, sin falta, Chiaki conseguía llegar a clase apenas a tiempo. No era
porque tuviera problemas manejando su tiempo o porque se quedara dormida; más
bien era porque siempre si iba de filo tocando dando igual que la chicharra de
la escuela comenzara a sonar. Antes estaba en un club deportivo, pueda que eso
de practicar en las mañanas le encante.
Pero hoy Chiaki llegó tarde, algo
nada usual en ella.
No la vi hace rato cuando pase por
el club para dejar mi bajo, pero incluso cuando la profesora entró al salón, no
había señal de ella. Mafuyu se había empeñado en no mirarme desde que entramos,
y contaba con que Chiaki llegara para que la atmósferas se calmara un poco…
supongo que no debería depender tanto de los demás.
—¡Buenas!
Entonces Chiaki abrió la puerta (que
quedaba en diagonal detrás de mí) y entró al salón de forma inusualmente
enérgica, ya estábamos diez minutos en el primer periodo. Nuestra joven y
tímida profesora de inglés dejó caer su gis al suelo por la impresión. Quitada
de la pena Chiaki se abrió paso entre en el espacio que quedaba entre el
escritorio de Mafuyu y el mío, y entonces se sentó en su silla. Además de la
mochila escolar llevaba cargando una enorme bolsa plástica con asa.
—¿Profesora, estoy con retardo? ¿O
ya me puso falta?
La profesar miró al reloj, luego tocio
un par de veces y contestó en voz baja:
—Por esta vez será retardo, pero
para la siguiente entre con más consideración.
—Entiendo. Disculpe.
Tomó su libro de texto de la mochila
y al mismo tiempo giró la cabeza y con timidez sacó la lengua:
—No debí dormirme tarde anoche.
—¿Qué es lo que llevas?
—¿Hmm? Oh, luego te digo.
Al instante que la clase acabó,
Chiaki abrió la bolsa plástica que trajo y sacó algo de adentro: <¡Tada!>
Con orgullo lo mostró a Mafuyu y a mí.
Mafuyu quedó atónita; con la boca
completamente abierta. Creo que mi expresión era la misma.
Una camiseta, y en la parte de
enfrente tenía una linda imagen echa usando colores purpura y anaranjados;
completamente psicodélicos.
<Ebisawa Mafuyu &
LOLLYPOPS>
—¿Qué es…?
Me costó trabajo, pero conseguí
forzar algo de mi garganta.
—¿Que es esto? ¡Es la camiseta, para
nuestra banda, obvio! ¿Esta preciosa, verdad? Pues yo estaba pensando: Si
Mafu-Mafu aún no ha escogido un nombre aun, entonces usemos este. —Dijo Chiaki orgullosa.
Con incredulidad confirmé el
peculiar nombre una vez más, luego volteé a ver a Mafuyu; su cara estaba
completamente blanca.
—Bueno, sucede que Nao estaba
escuchando a EL&P cuando fui a tu casa ayer, y me llegó la idea: Porqué no
nombramos a nuestra banda EL&LP también.
—¿Por qué está mi nombre?
—Porque Mafu-Mafu el nuestra líder.
Ves, es como <Hajime Hana & The Crazy Cats>.
¿Cuántos años tienes? ¿O es porque
seguido te pones a beber con todos tus parientes? En ocasiones Chiaki hablaba
igual que un cuarentón… no, de hecho, sonaba más vieja que eso.
—¿Lider? ¿Y-yo? ¿Pero por qué?
—¿Ah? ¿No escuchaste a Sempai?
—contestó Chiaki, mientras extendía la camiseta sobre el escritorio—. Sempai
dijo que el Club de Música Folclórica es un ejército revolucionario, cierto?
—Ahora que lo pienso, ¿Lo hizo?
Mi mente empezó a remontarse a un
pasado distante mientras murmuraba. Kagurazaka-sempai era una autoproclamada
revolucionaria. En cuanto a nosotros; aquellos a los que había reunido,
vendríamos siendo camaradas en su revolución.
—Ella dijo que yo soy el soldado,
Nao el secretario, y Mafu-Mafu el Alto-no se que-Canciller.
—Jamás escuché eso antes. —Mafuyu
estaba al borde del llanto.
—¿Espera… No se supone que Sempai
sea la líder? —Interrumpí.
—Sempai es la secretaria del jefe.
Lo que significa… incluso cuando parece que la persona que goza del mayor poder
es el gran líder, eso solo es en papel; de hecho, aquella que controla todo es
la Secretaria del Jefe. Ese es el así llamado sistema ‘Troika’.
—¿En serio? Te refieres a los soviéticos.
Ya veo. Aprendí algo nuevo hoy.
Compañeros a nuestro alrededor
asentían con entusiasmó, No sabía porque, pero en algún momento me dejaron de
afectar sus tontearías.
—Por lo tanto, puse el nombre
Mafu-Mafu en el nombre de la banda.
—…No quiero eso.
—¿Entonces porque no piensas un
nombre tu misma?
Mafuyu se aferró con fuerza al
escritorio y se reusaba a soltarlo.
—Aihara, yo quiero esa camiseta.
—Ah yo también. Talla LL.
—Solo les cobrare tres mil
quinientos yenes la pieza.
—¡Qué caro!
—¿Solo cortaste una plantilla y le
rociaste pintura, cierto?
—Es usual que una banda gane algo de
efectivo vendiendo mercancía.
Como Chiaki (rodeada por un montón
de chicos) mostraba su colmillo para los negocios, la cara de Mafuyu se hacía
más y más pálida. Me preguntaba si debería hablar con ella, pero no tenía idea
de que decir.
Hubo un súbito y pesado, bang. Mafuyu de repente había empujado
su silla hacia atrás, haciendo que todos volteamos hacia ella por la impresión.
Como si tratara de escapar de la mirada de sus compañeros Rápidamente Mafuyu
salió del salón. Estuve a punto de salir tras ella, pero Chiaki fue un instante
más rápida.
—¡Espera!
Chiaki gritó desde el pasillo. También
las seguí. Chiaki sujetaba la mano de Mafuyu mientras esta trataba con todas
sus fuerzas de soltarse. <Mierda, esta es toda una escena> Justo cuando
estaba por intervenir.
—¡Mafuyu! ¡Mírame y escucha!
Chiaki habló.
Al instante Mafuyu dejó de moverse.
Soltó su peso contra la pared de corredor y giró su cuerpo ligeramente hacia
Chiaki; mantuvo la cabeza abajo en todo momento.
Solo me quedé mirando como idiota.
No había nada que pudiera hacer para acercarme, ni nada que pudiera decir.
—Escucha. Parte de la razón por la
que estoy en el Club de Música Folclórica es por Sempai.
Chiaki tomó las manos de Mafuyu y
continuó.
—En cuanto a la otra parte; es la
misma que tú, Mafuyu. ¿Entiendes eso, verdad?
Mafuyu levantó la cabeza con
sorpresa. Yo solo veía a Chiaki por la espalda, pero pienso; siento que tenía
una sonrisa gentil en el rostro.
—¡No tiene nada de malo!
—Yo, yo…
La cara de Mafuyu se puso roja. No
terminó lo que estaba a punto de decir, ya que la chicharra del segundo periodo
comenzó a sonar.
Al terminar las clases Mafuyu salió
del salón con prisa, y no llegó a la práctica de la banda. Entonces me di cuenta
que hoy ni siquiera había traído su guitarra.
—Supongo que iré a buscarla. Sus
zapatos siguen en el gabinete.
Cuando estaba a punto de salir del
cuarto, Sempai me tomó por los hombros desde atrás.
—No tiene caso que hagas eso. La
Camarada Aihara ya hizo lo que tenía que hacerse. Lo que queda es que la
Camarada Ebisawa lidie con los problemas con los que solo ella puede resolver.
Miré a Chiaki. Estaba sentada en
medio de su batería, mirando la camiseta echa a mano que dejó extendida sobre
sus piernas.
Con los que solo ella puede lidiar…
Lo que dijo Chiaki en la mañana…
Me senté en el suelo. No sabía que
estaba pasando. ¿Su razón para quedarse en la banda? ¿Qué quiere decir?
—¿Acaso… sobre actué? —murmuró
Chiaki.
—Podemos dejar que los historiadores
del futuro decidan. Por ahora…
Sempai sacó un pedazo de papel
doblado a la mitad de su bolsillo, y lo abrió.
—Hoy es el último día… para
registrarnos para la tocada.
Olvídense del nombre de la banda: la
parte en donde se escriben los nombres de los miembros estaba en blanco
también. De repente sentí un escalofrío.
Si: Mafuyu deja la banda, nada más
así. ¿Qué nos queda por hacer?
Chiaki levanto la camiseta y dijo:
“¿No podemos llenar con su nombre por ahora?” Sempai puso una de esas poco
habituales expresiones llenas de amargura y dijo:
—Emm… Sabes, de hecho me alegro que
la Camarada Aihara no fuera la última en unirse a esta banda.
—¿Sempai eres horrible?
Esa fue la única ocasión que de
verdad estuve de acuerdo con Sempai.
—¿No es un nombre apropiado para una
banda adorable y loli-loli como nosotros?
—Puedes dejarle ese nombre cuando me
haya ido…
—¿Por qué no hacemos que Nao se
vista como chica cambien?
—Sobre mi cadáver.
Sempai conectó su guitarra el
amplificador, y usó el ruido generado para interrumpir nuestra ridícula
conversación.
—Aré algo para cambiar la fecha límite
a mañana a la una. ¡Esperemos a la Camarada Ebisawa aquí mismo mañana en la
mañana! Luego, faltaré a clases y entregaré el formulario de inscripción al live house.
Sempai se volteó y me miró.
—Solo es el nombre con el que
llenaremos la inscripción. Incluso si no llegamos a tiempo, no significa nada.
Si de verdad no hay nada que podamos hacer en esta ocasión, siempre habrá otra.
No pongas esa cara.
—Bueno, si tienes razón…
—¿Exactamente qué cara era la que estaba poniendo?
—Más importante: ¿Ya tienes una idea
de nuestros gastos estimados?: Para el campamento.
—¿Eh? Si, ya los tengo.
Ya que nuestro único gasto es para
comida, me pusieron a cargo de todas las finanzas del viaje.
—Cuatro mil quinientos yenes por
persona.
—¡Waaw! Que barato. En serio tenemos
que pagar tan poco por un viaje de tres días y dos noches? ¿Incluiste los bocadillos
en tus cuentas? —preguntó Chiaki. —¡Trae tus propios bocadillos!
—…¿Ese precio es para cuatro
personas, verdad?
Sempai de repente preguntó. No dije
nada, solo asentí. Es más barato cuando preparas comida para más personas, así
que el costo se va a incrementar si solo somos tres.
—¿Así que ahora el problema recae en
nosotros, eh?
Sempai suspiró mientras afinaba su
guitarra: ¿Qué es lo que Mafuyu querrá hacer sobre el campamento?
¿De verdad no piensa acompañarnos?
Como podría discutir esto con ella si ni siguiera viene a prácticas.
¡No tiene sentido hacer esto si
Mafuyu no viene!
—Bueno, no sirve de nada seguir
hablando de esto. ¡Vamos a practicar! —Sempai se levantó y declaró.
Por algún motivo, no tenía ganas de
tomar mi bajo.
Justo aquí, justo ahora, los mínimos
elementos requeridos para formar una banda de rock están aquí: Un guitarrista,
un bajista y un baterista.
Si quisiéramos crear música en
nuestro estado actual:
Podríamos comenzar una banda, aunque
apenas, Incluso si Mafuyu no está…
Sempai se quedó viendo mi cara un
tiempo, y entonces dijo:
—Creo que empezaremos con algunos
covers. ¿Ya sabes cómo tocar <Hotel California>, verdad?
Asentí. Sempai comenzó a rasgar el
tranquilo intro en su guitarra, Antes, cuando comenzamos la banda, frecuentemente
practicamos con un buen número de canciones de The Eagles. E incluso en ese momento, cuando estábamos esperando
que todos se reunieran en el salón, aleatoriamente comenzábamos a tocar algunas
de esas canciones. Las practicamos tantas veces que mis dedos ya las
memorizaron.
¿Tal vez Sempai ya había predicho lo
que tenía en mente?
Se dice que cuando The Eagles
estaban grabando esta canción, había una parte del intro en donde el sonido de
las guitarras se sobreponen. Era imposible para Sempai hacerlo sola. No había
tantos overlaps, improvisaciones y solos, para Sempai simplemente era imposible
replicarlos todos con solo dos manos.
Casi olvido cantar el coro con
Sempai. Todo lo que estaba haciendo era tocar el bajo, enmalezado y absorto en
la voz de Sempai. Experimentando por mí mismo la falta de sentimientos tras su
voz.
Ella—Mafuyu, no está aquí.
La práctica no duró mucho. Fui al
salón del personal para regresar las llaves del aula y me encontré con Miss Maki,
justamente afuera de la puerta.
—Ah, Nao. Ven un momento.
—¿Eh? ¿Yo?
Ella traía el cabello recogido, como
siempre, vistiendo una blusa blanca plisada y una ceñida mini-falda. Pese a que
se vestía de manera, en realidad es una profesora violenta, lo cual era una
imagen difícil de reconciliar con su rol como profesora de música. Esperaba que
algún día, en el futuro, dejara ese horrendo hábito de arrastrarme por las
orejas.
Dolía.
—¡Señorita, eso es el baño de
chicas!
Traté como pude de resistirme al
darme cuenta del terrible lugar al que me estaba arrastrando.
—Ah, ahí no se puede. —Miss Maki dio un giro ahora hacia la escalara. Arriba de
nosotros estaba el cuarto piso.
Yo estaba en la esquina de un salón
de música por el cual ya ningún estudiante pasaba a esa hora hora. Miss Maki me
empujó contra el muro y me aplastó el pie con el talón. Luego comenzó su
interrogación.
—Mafuyu acaba de venir al salón de
preparativos.
—¿Qué…?
Ya veo. ¿Entonces ahí fue para donde
corrió, he?
Miss Maki solía ser estudiante de
Ebichiri (Ebichiri era el padre de Mafuyu) cuando el daba clases en la
universidad. Parece que ha sido cercana a Mafuyu desde ese entonces.
—No tengo ni idea de porqué, pero por
algo, ella se ve muy deprimida. ¿Ustedes do se pelearon o algo?
—Nop, no pasó tanto… ¡Ah! ¡Auch! ¡No
pongas todo tu peso!
—Te lo dije antes: Que mejor
estuvieras listo para tener un brazo roto si es que asías llorar a Mafuyu. ¿Lo
recuerdas?
—¡Desde cuando! —aunque si dijo que
no me libraría fácil.
—¿Qué pasó? ¿No se estaban llevando
de lo lindo?
—¿Parece que nos estuviéramos
entendiendo muy bien?
Miss Maki aflojó su agarre, como
dudando un momento.
—Así que de verdad no te habías dado
cuenta… De lo único que hablan las chicas es de ti y del Club de música
Folclórica.
—¿Qué? No, yo no se…
¿Las cosas no se habría puesto así,
si nos estuviéramos entendiendo, verdad?
—Ella aún sigue en el cuarto de los
preparativos, así que ve a buscarla. Solo dile que yo te mandé a decirle que se
vaya a casa temprano.
—…Entendido.
Justo cuando estaba por irme a las
escaleras, fui alado por el cuello.
—¡Whaa!
—Casi lo olvido. Hay algo más.
Volté y vi una sonrisa en la cara de
mi profesora.
—¿Escuche que ustedes chicos se van
de campamento de entrenamiento? ¿Sin pedirme permiso a mí, su
profesora-a-encargada?
—¿Qué? ¡Ah! ¡Uwaaa! —Condenada
Mafuyu, ¿le dijiste? ¡Por dios…porque le tenías que hablarle de eso!
—¿Y que es en una villa en la playa?
Ustedes sí que saben cómo divertirse.
Los ojos de Miss Maki se hicieron
anormalmente aterradores. Traté de retroceder con miedo, pero de nuevo estaba
pisándome el pie, y sujetándome firmemente.
Me rendí
—¿No crees que es mejor que un
adulto vaya? ¡Sucede que me compre un nuevo traje de baño el verano pasado, y
no he tenido oportunidad de ir anadar desde entonces!
—Pues… Pero—
—Estoy bromeando. Sucede que ese día
estaré trabajando, así que no puedo ir. ¿Te debes estar sintiendo aliviado,
verdad? ¿Suspiraste desde el fondo de tu carrazón, verdad mocoso?
—Ugh—
El dolor era es insoportable cuando
la llave estranguladora se aplica en el lugar incorrecto.
—¿Y entonces? ¿Qué hay de Mafuyu?
¿Dijo que no iría y que el Maestro Ebichiri lo prohíbe también?
—Ah. No. De hecho, si obtuvimos
permiso de su padre.
¿Entonces… a ella le dijo que no iría?
Miss Maki me sujetaba con fuerza, paro aun así, sentí como lentamente me hundía
al fondo de un profundo océano.
—¿En serio vas a irte y a dejar a
Mafuyu sola?
—Para nada… quiero intentar
convencerla para que venga con nosotros. A todos les afectará si ella no viene.
—hablando de eso, ¿No ya es momento de que me sueltes?
—¿Les afecta a todos si ella no va?
¿Por qué?
—¿Por que…? —¿Me tiene que
preguntar—? Pues porque ella es nuestra guitarrista.
—No era a lo que me refería.
Ahora Miss Maki tenía una sonrisa
aterradora. Ella acercó su cara a la mía, yo quise voltearme, pero no pude; me
tenía firmemente prensado de la cabeza.
—Bueno, solo habla con Mafuyu, se
honesto…sobre porque te afectaría a ti si no va.
¿Por qué me afecta?
Sus palabras me dejaron en silencio.
—Hablando de eso: ¿No van nada más a
nadar, verdad? Dejando de lado las guitarras, digo: que aran con la batería,
los amplificadores y eso?
—…¿Pues? Maki aflojó su agarre un
instante; yo aproveché la oportunidad para escabullirme de ella.
—¿El equipo del club pertenece a la
escuela, cierto? No podrán llevarse nada si es una reunión no oficial.
Ella tenía toda la razón. ¿Cómo
planeaba solucionarlo Sempai? Aunque de nuevo, no pensaba que Sempai fuera de
las que no piensa en detalles como estos.
—¡De cualquier caso, ya hice mi
parte avisándoles de antemano! La escuela jamás permitiría algo como permitirle
a estudiantes pasar la noche fuera de casa por ellos mismos, así que estén
atentos y asegúrense de que ningún otro profesor los descubra.
Y con eso, Miss bajó las escaleras y
se fue. Parece que ella no es de la que se angustia con detalles.
Antes música solía ser una de las
asignaturas base en nuestra escuela, así que todo el cuarto piso estaba lleno
de equipo relacionado con música. Esta era el ala de música, y apenas y se
usaba.
Ubicadas a lo largo del corredor, y extendiéndose
a la derecha, estaban las bodegas que eran utilizadas para almacenar toda clase
de instrumentos musicales. Al final del corredor, había una puerta metálica que
llevaba al salón de música usado para nuestras típicas lecciones de música.
Escuché una serie de melodías
provenientes de una guitarra eléctrica sin conectar; los sonidos emanaban del
cuarto a la derecha del salón de música: el salón de preparativos. El timbre de
la guitarra era hermoso, delicado y gentil.
¿Qué canción era esa…? ¿Tendría que
ser la parte del clavicémbalo del <Concierto No. 5 de Brandenburg>? De
verdad se las arregló para replicar con claridad el rico sonido del arpegio
usando una sola guitarra. Mientras escuchaba con cuidado a Mafuyu y su guitarra,
recordé la falta de fuerza que <Hotel California> había tenido antes. En
ese momento solo estábamos tocando los tres.
Cuando la canción acabó, escuché como
Mafuyu afinaba su guitarra. Aunque había terminado, yo seguía inmóvil frente a
la puerta, sin moverme un centímetro.
¿Ahora qué hago? Mafuyu seguro está
enojada; si abro la puerta y entro como si nada. Pensé
—…¿Mafuyu?
Al final, intenté llamar su nombre
en voz baja. El sonido de su afinación se cortó de repente. Las palabras que
quería decir, y que estaban congeladas en mi boca, desaparecieron por completo.
Porqué: Mafuyu no me había dicho
nada aun.
Y yo: tampoco sabía que decir.
—Bueno… Este: Sempai dice que el
registro para la tocada… cierra mañana.
Presioné mis palmas contra la pared
y hablé palabra por palabra.
—Como tenemos que llenar los nombres
de los integrantes, y el nombre de la banda… Si nó decidimos pronto, tendremos
que ir con el nombre que inventó Chiaki.
Percibí un ligero cambio en la
respiración de Mafuyu cuando mencioné a Chiaki.
—Pues, entonces…
Traté desesperadamente de encontrar
la palabra adecuada… <Correcto, solo comenzare con eso. Quería preguntárselo
de todos modos>.
—Sobre el campamento… ¿Tienes alguna
razón para no ir?
Había sentido como si hubiera pasado
un largo tiempo desde que escuche su respuesta.
—De hecho… no hay una razón en
especial.
Mafuyu murmuró desde el otro lado de
la puerta. Sentí alivio cuando me di cuenta que estaba hablando con Mafuyu. Luego vino la siguiente línea:
—Pero, no hay una buena razón para
que vaya tampoco.
—¡Qué…! —¡Eso ya es mucho! ¡Qué
significa eso?— ¿Entonces para que te uniste a la banda?
—No lo sé, —respondió Mafuyu—. De verdad
no sé.
Sus palabras sonaban como las de un
niño extraviado. Me dejé caer de cuclillas y medité profundamente antes de
hablar.
—Si vienes con nosotros, entonces
tal vez lo averigües.
Di mi respuesta. Incluso yo siento
que fue una respuesta ridícula; era como algo que un niño de primaria diría.
Pero ya no había vuelta atrás, pues lo dije fuerte y claro.
—No solo es la práctica. Todos vamos
a nadar, comeremos, y jugaremos con fuegos. Juntos.
Suena divertido, ¿Por qué no lo
intentas? ¿No es suficiente razón?
Recordé lo que dijo Miss Maki: se
honesto… dile porque te afectaría si no va.
Incluso cuando era algo que me concernía
a mí, el yo de ese entonces no podía comprender. Y así, con tal de resolver el
problema inmediato, le dije a Mafuyu:
—Desde que te uniste a nuestro club,
queremos participar en este campamento junto contigo.
No solo para practicar, sino que
también para jugar con todos e incluso hablar de todo tipo de cosas…juntos.
—¡Y como no tendremos profesores al
rededor, podemos jugar todo lo que queramos! Y aun más: no habrá nadie que se
queje, podemos hacer tanto ruido como queramos, la villa será solo para
nosotros. ¡Y aunque suene que presumo; estaré preparando una deliciosa comida!
Y…, y no nos va a costar mucho: solo cuatro mil quinientos yenes por persona,
por tres días y dos noches.
Me di cuenta que estaba hablando más
y más rápido, cada vez diciendo más estupideces.
—Y así, bueno…
Lentamente deje ir mi aliento.
¿Había otra cosa que pudiera decir?
Eso era todo lo que el yo de ese
entonces pudo decir.
—…Te estaré esperando en el salón de
prácticas.
Ahaa. Supongo que lo único que queda
es esperar.
En silencio me alejé de la puerta.
Mientras caminaba hacia las escaleras, me detuve un par de veces para mirar
atrás. Sentí como si escuchara el tenue sonido de Mafuyu con su guitarra,
tocando la música de Dvořák… pero pudo ser un altavoz de algún pueblo a lo
lejos.
Desafortunadamente, a la mañana
siguiente me encontré a Chiaki en la estación, era como si no me quedara de
otra que ir en el mismo tren que ella. Eran las 6;40 A.M.; normalmente, a esa
hora yo estaría durmiendo.
—¿No dormiste bien anoche?
Estábamos viajando en el bamboleante
tren. Chiaki, que estaba sentada a mi lado de repente se acercó y me miró.
—¿Qué? ¡Nah! Dormí como roca.
Con la cabeza baja, apoyada contra
mi bajo, pronuncie una mentira.
—¿Has estado pensando en nombres
para la banda?
—Pues…Supongo.
—¿Entonces no confías de verdad en
Mafuyu? Me siento mal por ella.
¿No estas igual? Incluso hiciste esa
camiseta: Originalmente quise responder con eso, pero pensándolo bien supuse
que ese fue su mejor intento.
—Se me han ocurrido diez nombres más
desde entonces.
—¡Si estas igual! —demonios, que
desperdicio de energía es tratar de pensar lo mejor de ella.
Chiaki sacó una libreta y con
confianza me mostró la lista de nombres alternativos. Intente en vano no
fruncir el ceño.
Casi eran las siete cuando llegamos
a la escuela. Fuimos al salón del personal, pero no encontramos las llaves del
aula de prácticas dentro de la caja de
llaves.
—¿Raro? ¿Nao, regresaste las llaves
ayer, verdad?
—Humm…
Chiaki y yo intercambiamos miradas
solo un instante. Quiere decir que alguien llegó a la escuela aún más temprano
que nosotros, y había ido al cuarto de prácticas.
Existían dos posibilidades. Chiaki
de inmediato se dio la vuelta y salió corriendo, estuvo a punto de chocar con
un profesor cuando cruzaba la puerta. Ignorando los gritos del profesor se
escurrió por un costado, corriendo por el corredor hacia el patio.
Chiaki abrió de golpe la puerta del
cuarto de prácticas: dejó caer los
hombros al instante. Siguiéndola de cerca, miré dentro del salón, e intercambié
miradas con la persona en su interior.
Esa persona no era Mafuyu, sino
Kagurazaka-Sempai; no espera, tenía que ser Kagurazaka-sempai, pero, ¿por qué
su blusa esta desabotonada a la mitad? Su lencería se mostraba, mientras
procedía a quitarse la falda.
—¡Whow…!
Chiaki soltó un grito, luego cerró
la puerta, no sin antes darme un codazo a mí que estaba justo detrás de ella.
¡Con un demonio, eso duele!
Después de un rato, Sempai abrió la
puerta y asomó la cabeza.
—Una disculpa, no me esperaba que
ustedes chicos llegaran tan temprano. Ahora ya pueden pasar los dos.
Chiaki se metió al cuarto
rápidamente. En cuento a mí, me sentí ligeramente intimidado: digo. ¿Hace solo
unos momentos Sempai se estaba cambiando aquí mismo?
Sempai se había cambiado el
uniforme, a una mini-falda de mezclilla con parches y una camiseta con un
estampado del revolucionario cubano Che-Guevara. Ese aspecto: tenía anarquismo
escrito por todos lados.
—¿Para qué te cambiaste aquí?
—Se los dije ayer: Hoy es el último
día. Tengo que entregar el formulario de la live
house para poder tocar.
Ah, ¡Cierto! Si lo había dicho.
Entonces la razón por la que Sempai se puso uniforme para empezar era para
poder entrar al salón del personal y tomar las llaves. ¿Para qué viene a la
escuela esta persona?
—Hablando de eso, jamás pensé que
los integrantes de la banda llegaríamos así de temprano. ¡Somos muy unidos
Y con eso, Sempai acaricio la cabeza
de Chiaki.
—¿No podemos considerar a esto, como
todos los miembros, verdad? —Chiaki levantó la cabeza y preguntó
en voz baja.
—Ehhe~ si, tienes razón.
Sempai asintió con la cabeza, luego
procedió a sacar el formulario de aplicación que antes nos había mostrado de su
bolsillo. Se trajo un escritorio de una de las equinas del salón y la puso
extendida sobre él: En la casilla reservada para los nombres de los integrantes,
ya estaban cuatro nombres.
Aihara Chiaki (Dr). Ebisawa Mafuyu
(G). Kagurazaka Kyouko (G, Vo). Hikawa Naomi (B, Vo).
Solo el nombre de la banda seguía en
blanco.
No quería pensar mucho en esto, así
que moví mi atención a otro lugar del formulario…¿Em?
—Oh, ¿Qué hay de la cuota para
rentar el lugar?
De ningún modo se podía tocar en
vivo, gratis, igual me había olvidado del asunto del dinero. Aunque también
toquen otras dos bandas, lo que le toca pagar a cada uno de nosotros seguirá
siendo bastante costoso. Sempai estaba mostrando una sutil sonrisa.
—No tienes que preocuparte por eso.
Somos los artistas invitados; así que no tenemos que poner un solo centavo.
—¿Que?
¿Cómo es eso? Como es posible que
algo tan bueno pasé? …Ah, esta persona ha de haber hecho algo de nuevo. Creo
que es mejor que ya no indague más. Da mucho miedo.
—Si la Camarada Ebisawa no lo
consigue a tiempo: Ya. ¿Por qué no simplemente usamos el nombre <Club de
Música Folclórica>?
Sempai dio un ligero golpe con la
punta del bolígrafo en la casilla del nombre.
Chiaki se opuso de inmediato: “Ehee—
no suena nada lindo”.
—¿En serio? A mí si me gusta el
nombre.
—¿Entonces porque no usamos
<みんおん> ? Es mucho más fácil de recordar con solo cuatro caracteres. [N/T:
Se lee como “Min-On”, algo así como k-On, pero queda como abreviatura de su
club en específico. Está escrito en Hiragana, pero supongo que el Kanji sería
algo como 民音 ]
—Eso suena como el nombre de un pub de los suburbios. No lo acepto.
—Entonces qué tal si le agregamos un
signo de exclamación al final. <みんおん!>
Chiaki tomó su libreta una y otra
vez leyendo los nombres que se le habían ocurrido uno por uno, en cuanto a
Sempai; los rechazaba uno por uno en modo cariñoso. Yo me senté en el banquillo
y apoye mi bajo contra la pared, escuchando la conversación sin ganas.
En ese entonces: Mafuyu me había
esperado en ese lugar también. El día que unilateralmente acordé para nuestra
competencia. Ella en ningún momento me dio alguna respuesta; pero aun así me
estuvo esperando. Por lo tanto, esta vez, lo único que puedo hacer es espera
por ella una vez más.
Pensando en eso, se sentía como si
Mafuyu y yo jamás podíamos entender claramente el punto que el otro trataba de
dar. Había veces, cuando podíamos comunicarnos, pero había veces que no
podíamos; y con esa gradual suma de pobre comunicación, sentí que llegaría el
día en el que todo se volvería un insalvable malentendido o algo así.
Si ese es el caso: ¿Entonces no
debería preguntárselo como se debe?
¿Qué tal si Mafuyu es…
Sempai y Chiaki de verdad me habían
hecho a un lado cuando notaron que me quedé en silencio, inmerso en mis propios
pensamientos. ¿Cuánto tiempo han seguido conversando? El sonido de la chicharra
me regresó a la realidad. Me sorprendió. Rápidamente dirigí la vista al reloj
del salón. Lo que escuché fue la chicharra que sonaba antes de las clases: la nuestra
compensaría en cinco minutos.
Ambas Chiaki y Sempai, que estaban
hablando por donde la mesa, miraron al reloj al mismo tiempo. Un silencio
sepulcral tomó el cuarto cuando la chicharra se calló: no se sintió como si
estuviéramos en medio del abrazador verano de julio.
—Joven.
Sempai hizo un gesto hacia mí. Me
levanté, y Sempai puso el bolígrafo en mis manos.
—No queda opción. Tú fuiste el
tercero en unirse a la banda, así que decides tú.
—Eh…
Miré a Sempai a la cara.
Mafuyu no vino, así que yo soy…
—Pero…
—Solo es un nombre, no lo pienses
mucho. Esto no cambia nada.
<¿De verdad?> pensé para mí
mismo mientras miraba el formulario.
¿Si Mafuyu no aparecía ahora; sentí que
ya mamas aparecería? De ese modo, estaba cortando la relación entre nosotros…
Ajusté mi agarre al bolígrafo. Pasé
toda la noche de ayer pensándolo, antes de decidirme por algo. Si de verdad la
situación llegaba al punto en que yo tubería que decidir por un nombre; el
nombre que nos pondría es: <Blackbird>.
Pero. Ese nombre perdería todo su
significado si Mafuyu no estaba ahí. En vez de eso; se convertirá en el nombre
que reconozca el hecho que ya no podemos volar con nuestras alas rotas.
La punta del bolígrafo hizo contacto
con el papel. Comencé a escribir el primer carácter “B”—
Sempai levantó la cabeza de repente.
Miro sobre mis hombros, hacia la puerta del salón y sonrió.
Contuve el aliento y giré la cabeza.
La pesada puerta se había abierto,
revelando una abertura que permitió al aire del verano bañara el salón. Chiaki
corrió hacia la puerta y la abrió de golpe. Mafuyu estaba al otro lado, estaba
a punto de dar un paso hacia atrás, pero al instante Chiaki se aferró a ella
por las muñecas, haciendo que ella se encogiese por la impresión.
Junto a mí, Sempai dijo: “Bueno
días, Camarada Ebisawa.”
Yo: No pude decir una sola palabra;
ya que un incontable número de ellas estaban atrapadas en mi pecho.
Al final: le pasé el bolígrafo a
Mafuyu, quien había sido arrastrada al salón por Chiaki. Solo eso supe hacer.
Mafuyu observó el bolígrafo un buen
rato antes de aceptarlo con su mano izquierda. Se quedó un rato aún más largo
simplemente parada junto a la puerta.
A continuación, Mafuyu caminó
lentamente hacia la mesa. Escribió las letras en el espacio en blanco del
formulario, sin vacilar.
Feketerigó
—¿Cómo se pronuncia? —preguntó
Chiaki en voz baja.
—’Fe-ke-te-li-ko,’ —murmuró Mafuyu.
Es una pronunciación interesante.
¿Qué lenguaje será?
—¿Tu madre habla en acento Holandés
o Alemán?
Mafuyu y yo levantamos la cabeza al
mismo tiempo cuando escuchamos a Sempai.
—…¿Cómo supiste? Mamá mencionó que
ella nació en Holanda.
—Porqué usualmente no se pronuncia
la ‘g’ como ‘k’ en Hungría. Aunque de todos modos, suena mucho mejor de esta
forma.
Sempai le dio un vistazo a lo que
Mafuyu escribió. La sonrisa en su rostro parecía tan gentil y pura como las
nubes en el cielo de la mañana.
—¿Te gusta esta canción?
Mafuyu se tomó un momento en asentir
en respuesta. Por algún motivo, sentí que ella había mirado en mi dirección,
aunque solo por un instante, me ardió la cara de verg…
¿Qué canción es esa? La
pronunciación de <feketerigó> me hacía sentir como si pudiera volar
gentilmente por el cielo en cualquier momento.
—De verdad que es un buen nombre.
Con eso, Sempai doblo el formulario
y lo guardó en su bolsillo. Entonces rápidamente se acercó a Mafuyu y le dio
unos ligeros pellizcos en las mejillas. La cara de Mafuyu se puso roja por la
sorpresa, y dio un paso hacia atrás.
—Ah, cierto. ¡Camarada Ebisawa, solo
dale los cuatro mil quinientos yenes de tu bolsillo al joven! Lo puse a cargo
de todas las finanzas.
Sempai dijo eso, justo cuando estaba
a punto de salir del salón; la cara de Mafuyu se puso roja de nuevo.
Cuando la puerta se cerró, Mafuyu
sacó un sobre color marrón del bolsillo en el pecho de su chaqueta y lo arrojó
contra mi cara.
—¡Whoa!
Conseguí agarrar el sobre antes que
cayera al suelo. Había unos cuantos miles de yenes, notas y algunas monedas de
quinientos yenes dentro.
—¿Eh? Esto… —¡No tenías que darme
esto ahora! Aunque de nuevo, ¿esto quiere decir que, verdad? ¿Es esto cierto, verdad? No estaba muy
seguro, así que le dirigí una mirada a Chiaki, quien estaba parada a mi lado.
Wow, su cara estaba iluminada de felicidad
—Escóndelo, rápido.
Mafuyu giró la cabeza hacia otro lado
cuando habló. Guardé el sobre en el bolsillo del estuche de mi bajo. Solo
cuando lo hice me di cuenta que mi corazón latía como loco. No tenía idea de
porqué, pero no conseguía calmarme. ¡Finalmente podré ir al campamento con
Mafuyu! ¡Todos podemos ir juntos!
—Mafuyu, enséñame como deletrear el
nombre de nuestra banda de nuevo. Quiero broncearme el nombre en la piel,
cuando estemos en la playa.
La voz extasiada de Chiaki binó de
detrás de mí.
—No aguanto el sol y no sé nadar.
—Ah, ¡Tendremos que llevar una
sombrilla! ¿Quieres que compremos nuestros trajes de baño juntas?
—Dije que no sé nadar
—No te preocupes. Traeré un flotador
gigante.
Chiaki empujo a Mafuyu de regreso
cuando salían del salón.
—Naomi.
Mafuyu apenas había pasado la puerta
cuando de repente volteó y me llamó. Mi mirada pasó sobre el hombreo de Chiaki,
directamente a los ojo de Mafuyu.
—…¿De verdad lo averiguaré?
Cuando me hizo esa pregunta, los
ojos de Mafuyu se seguían viendo como unos cielos llenos de nubes negras. Sentí
una repentina presión en el pecho.
—¿Averiguar qué? —Chiaki acercó la
cara a Mafuyu y luego me miró. Mafuyu agitó la cabeza, así que Chiaki concentró
su mirada en mí.
—Si vienes con nosotros, entonces
tal vez lo averigües: esa fue la irresponsable frase que salió de mi boca. La
razón por la cual Mafuyu se unió a la banda, y las causas de que Mafuyu se
sintiera perdida
La mirada de las dos eran como
clavos. Tragué saliva y asentí.
—Serás capaz de encontrar la
respuesta… probablemente.
Sentí la mirada de duda de Mafuyu
fija en mi nariz. No pude evitar bajar mi cabeza y mirar mis dedos, Y entonces,
di un paso hacia adelante:
—Te lo prometo… —mientras hablaba,
estiré mi mano hacia Mafuyu—, que si no encuentras la respuesta, escuchare todo
lo que tengas que decir.
Fue una promesa que hice hace algún
tiempo.
La cara de Mafuyu se puso roja.
Después de barrer mi puño extendido con su mano, se dio la vuelta y corrió
hacia el edificio principal.
Chiaki me miró sin la menor idea de
que estaba pasando, y luego hizo lo mismo que Mafuyu.
Miré el ahora vacío salón.
La razón para que Mafuyu está aquí…
Lo que sentía, de hecho: es que no
había nadie que pudiera darle esa respuesta. Tiene que descubrirlo ella misma. Verán,
yo mismo, no tengo idea de porque pasaba el tiempo ahí. Sin embargo, no tenía
intención de mantener dudas mientras convivía con los otros.
Moví la mirada hacia el escritorio
vacío. Me dio la impresión que el nombre que Mafuyu había escrito se quedó
gravado en la superficie de la madera cuando Sempai lo delineo con los dedos.
Feketerigó. El nombre que nos une a
todos.
¿Podríamos descubrirlo en el
campamento de entrenamiento? Esa innegable cosa definitivamente estaba ahí, eso
que unía a Mafuyu y a mí.
La chicharra del primer periodo
sonó. Mierda, llegaré tarde. Cerré el salón de prácticas y me apresuré al
salón.
En algún sitio, entre los arbustos y
árboles del patio, las cigarras comenzaron a cantar.
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