Antes se había
dicho que Kagurazaka Kyouko ha estado en tres bandas diferentes incluso antes
de cumplir los diez y seis.
La primera banda estaba
conformada por miembros de su club cuando estaba en primero de secundaria. El
bajista era un chico que planeaba tocarse canciones enteras rasgando solo una
cuerda, la baterista no podía des sincronizar
manos y pies. Para arreglar eso, Kagurazaka Kyouko pensó en un ingenioso
arreglo, pidiéndole a la chica que se suponía fuera la vocalista que ayudara
con los Toms del extremo. Pero la chica se quejó, argumentando que no podía
cantar si tenía que hacer eso. Así que, Kagurazaka-sempai se encargó y se hizo
la vocalista principal -ella practicó muy duro las tres canciones de Green Day
que habían escogido para su presentación. Sin embargo, el día antes del
aniversario de la escuela, la chica dijo que también quería cantar, y acuso a
Kyouko de actuar con malicia; la chica ya no apareció para el ensayo. El
bajista y la baterista se pusieron del lado de la chica y le echaron toda la
culpa a Kyouko también. El día de la presentación, Kagurazaka Kyouko subió al
escenario ella sola con su guitarra. Comenzó su solo con <Desperado> de
Eagles. Pese a que su acto fue bien recibido, la banda se disolvió al día
siguiente.
La segunda banda se formó
durante su segundo año de secundaria. Era un conjunto de disco que consistía de
solo chicas. Kyouko se unió a la banda porque le intrigó el poster de
reclutamiento que habían puesto en la live house que ella frecuentaba. La banda
se promocionaba a si misma con la frase “El Michael Jackson del Gospel Rock”, y
ella fue atraída por le raro pero interesante concepto ahí escrito. Aunque ella
estaba ligeramente preocupada por la diferencia de edad entre ella y el resto
de la banda, aun así aplicó. Sorpresivamente, resultó extremadamente popular
con el resto de los miembros, e inmediatamente decidieron tener presentaciones
en vivo. Sin embargo, durante una de las fiestas de celebración, se descubrió
que Kagurazaka Kyouko frecuentaba las casas de varias de las miembros para
pasar la noche, así como tomar baños juntas y dormir con ellas. Con eso, la
reunión se tornó en una confusa pelea en la que incluso los fans se vieron
involucrados. La única persona que escapó todo eso fue la persona de la que
trataba todo, sucedía que en ese momento ella era la única sobria. La banda se
separó al mismo día siguiente.
La tercera banda se formó
tras terminar su tercer año de secundaria. La invitaron a unirse a la banda por
parte del encargado de la tienda de música que frecuentaba. El los otros tres
miembros eran todos hombres, y el promedio de edad de sus miembros era bastante
elevado; uno de ellos ya estaba casado. Pero como la banda tocaba más que nada
Hard Rock Británico, y ella estaba obsesionada con eso en ese entonces, acepto
de inmediato. La banda terminó disolviéndose después de tres meses.
—…
¿Eso quiere decir que el Club de Investigación de Música Folclórica es tu
cuarta banda?
—Espera, espera un minuto.
No te saltes partes importantes y ya. —Sentado al lado opuesto a Sempai, rápidamente
pregunté—, ¿Por qué se disolvió la tercera banda?
Sin querer levante la voz,
todos en el McDonals, incluida Chiaki, que estaba sentada junto a mí, así
como Mafuyu, quien estaba sentada en diagonal frente a mí: se me quedaron
viendo.
—¿Ehm?
No puedo contarte de la tercera banda. ¿Ah pero, si conoces sobre la tienda de
instrumentos musicales Nagashima, verdad? El lugar en el que estoy trabajando.
El dueño de esa tienda era uno de los tres miembros de la banda, y el incidente
concernía a su reputación.
No pude evitar sentir un
escalofrío atravesándome el cuerpo. Entonces
pensé en la guitarra ridículamente cara de Sempai. De acuerdo a Chiaki, Sempai
consiguió obtenerla al descubrir la debilidad del dueño y amenazándolo. Eso no está
relacionado con la tercera banda disolviéndose; ¿Verdad?
—Me preocupa más la segunda
banda. —Chiaki le dio un trago a su refresco de cola y dijo con furia—, ¡Sempai,
ya le has puesto las manos encima a demasiadas chicas!
—Mmm, he estado reflexionando
sobre eso también. Bueno, no hice mi tarea como se
debe en ese entonces, así que no pensé que tener una relación lesbiana
resultaría en infringir el Acta de Inmoralidad también.
¡Eso
no tiene nada que ver con el Acta de Inmoralidad, bien? Hombre, esta chica…
¿Por qué sus conversaciones siempre van a esa dirección?
Como los de tercer año
tienen que hacer lecciones de recuperación y exámenes hoy, no podemos tener
práctica. Entonces, de camino a casa, los cuatro nos detuvimos en el
MacDonalds. A pesar que Sempai dijo que hablaríamos de la presentación en vivo,
de lo que hablamos fueron de temas no relacionados y de tontearías. Era muy
preocupante para los miembros de la recién formada banda.
—Como sea, para lograr que
una banda continúe hasta lograr el éxito, decidí
tres cosas: Primero: Si voy a estar en otra banda, tiene que ser una que yo
misma comience.
Y con eso, Sempai nos miró
a nosotros. Esta era la primera vez que reúne cuatro miembros de la nada. Como
Sempai es una elitista, no creo que sea buena idea que ella se una a la banda
de alguien más.
Segundo: La proporción
de hombre-mujer en la banda. La primera fue 2:2, la segunda fue,0:4, y la
tercera fue 3:1. Y todas fracasaron. Como yo misma soy una chica, la única
opción que queda es formar una banda con tres chicas y un chico.
—…
¿Entonces me invitaste a la banda por una razón estúpida como esa?
Tras escucharme decir eso
con expresión decaída, Sempai levanto las
cejas.
—Esa no es una razón
estúpida, ni tampoco es la única. ¿No ya te lo había dicho?
Bueno, no se equivoca. Esta
persona es seria sobre casi todo, pero de verdad hay una relación
entre la proporción hombre-mujer, para que una banda sobreviva?
—Por último, la última
persona en unirse a la banda tiene que ser la que le ponga nombre a la banda.
Sempai miró
a Mafuyu, quien estaba sentada a su lado.
Hasta
ese momento, Mafuyu llevaba todo el rato callada, solo mirando la caja de papas
a la francesa. Pero cuando escucho a Sempai decir eso, levantó la cabeza en
shock.
—…
¿Yo?
—Sip. —Sempai tomó
la mano de Mafuyu entre las suyas.
—
¿P…por qué?
—Mafuyu estaba confundida, y
yo también. ¿Por qué tiene que ser Mafuyu
quien salga con el nombre?
Sempai miró
la caja de papas.
—Esta soy yo…
—Sempai tomó una papa y la puso en la bandeja—. Seguida por la Camarada
Aihrara… —Miró por un instante a Chiaki, y luego colocó otra papa frita, y la
colocó al lado de la primera—. Luego está el Joven… —tomó una tercera papa
ligeramente más corta—. Y finalmente la Camarada Ebisawa. —Sempai procedió a
escoger la papa más larga del montón. Tras unos momentos de estar arreglando
las primeras tres papas, usó la última para atar un nudo alrededor de las otras
tres.
—Vez, nos hemos logrado
unirnos gracias a la Camarada Ebisawa. Podemos formar una banda gracias a que
te nos uniste. Por lo tanto: Si vamos a escoger un nombre, tiene que decidirlo
esta persona.
Sempai colocó
el arreglo de papas frente a Mafuyu. Y señaló las tres papas más la larga,
diciendo:
-Quien le ponga el nombre a
la banda tiene que ser tú. Haciendo eso, estarás
atada para siempre. Y mientras tú te quedes, los otros tres jamás se separaran.
Sempai continuó
viendo a Mafuyu, directamente a los ojos. Mafuyu se mordió el labio inferior y
bajó la cabeza para desviar la mirada.
—……Pero
yo…
—Puedes escoger cualquier
nombre que quieras. Solo usa palabras que a ti te gusten.
—Eso no va a salir bien.
—
¿Por qué?
—Porque…
Yo solo me uní por seguir a Naomi.
Chiaki me miró
con solemnidad, pero yo solo pude fijarme en los pálidos labios de Mafuyu. ¿Qué
está pasando? ¿A qué le tiene tanto miedo Mafuyu?
—Por lo tanto, no puedo ser
yo la que decida algo tan importante como esto.
—Es precisamente porque es
algo así de importante que quiero que sea
la Camarada Ebisawa quien escoja.
Sempai acercó la
cara a un par de centímetros de la de Mafuyu, y dijo gentilmente:
—No te pido que te decidas
por un nombre ahora mismo. Sin embargo, tengo que rentar el lugar para nuestra
presentación, y también trabajar en posters y los
boletos. Así que es posible, dame tu respuesta después de mañana, o al menos,
antes de que comience el campamento.
—No he decidido si quiero
asistir a tu campamento de entrenamiento.
—
¿No quieres venir? ¿Por qué?
Mafuyu interrumpió
las palabras de Sempai sacudiendo su cabello color marrón con fuerza. Chiaki y
yo intercambiamos miradas un instante: su reacción era de confusión.
Ya habíamos
conseguido la aprobación de Ebichiri hace dos días, pero Mafuyu seguía sin
expresar intención alguna por unirse al campamento. Sempai y yo ya habíamos hecho
de todo para convencer a Ebichiri, pero de algún modo, seguía siendo difícil
traer el tema a Mafuyu; así que jamás le preguntamos directamente a ella si
quería unirse al campamento de entrenamiento.
Así
que esta era la primera vez que escuchamos a Mafuyu decirnos que seguía
indecisa. Me sentí ligeramente deprimido. Pensar que ya hemos obtenido tal
grado de entendimiento en la música, y aun así, Mafuyu seguía sin sentirse una
de nosotros. Incluso yo; yo quedé profundamente conmovido por la música de
Mafuyu cuando estebábamos tocando <Kashmir>……
Justo cuando Sempai estaba
por hablar, Mafuyu empujó la silla ruidosamente a
un lado y se paró.
—…
¿Mafuyu? ¿Qué…?
Ignorando mis llamadas,
Mafuyu se colgó el estuche de su guitarra, y en un
instante dejó atrás las mesas y desapareció bajando las escaleras.
Yo quede medio parado; sin más
opción que dejarme caer en la silla.
¿Qué
demonios? ¿Cómo terminaron las cosas así?
¿Alguien la hizo enojar?
—…Bueno
bueno. Esta chica si es sensible.
Murmuró
Sempai. Luego se quitó el clip del pelo, para dejar su largo y sedoso cabello
suelto, y dio un suspiro.
—No tenía ninguna intención
de regañarla, pero parece que de todos modos así se sintió.
¿Qué-Qué
es esto? ¿Sempai dijo algo? No tenía ni idea de que estaba pasando.
—¿Nao,
que crees que estás haciendo?
El puño
de Chiaki estaba a punto de ser liberado sobre mi cara.
—
¡Ve tras ella! ¿Qué haces aquí sentado?
—
¿Qué? ¿Wa? ¿Yo?
—Solo ve tras ella de una
vez, ¡Idiota! ¡Dios, tienes la cabeza tan dura!
Chiaki me dio una buena
patada en el muslo. Me levanté de inmediato y fui hacia
las escaleras.
Conseguí
alcanzar a Mafuyu por la entrada de la estación. Entre la multitud bajando la
escalares hacia la plataforma, vi su cabeza, con ese distintivo color marrón, y
lo que parecía el estuche de una guitarra. Rápidamente saqué mi boleto me
escabullí por la entrada.
—
¡Mafuyu!
Ella estaba al pie de las
escaleras, pasando frente a las bancas. Mafuyu giró
la cabeza. Parecía que lágrimas estaban escurriendo de las comisuras de los
ojos.
—…No
me sigas.
—
¿Por qué estas enojada?
—No estoy enojada.
La gente de alrededor me estaba
mirando, lo que me puso bastante incómodo. Compañeros
nuestros estaban entre ellos.
—Ehm…
¿Entonces por qué te pusiste así?
Mi voz quedo ahogada por el
anuncio alertándonos de la llegada del tren.
Continué tras Mafuyu y aborde el vagón sin pensármelo.
—…
¿Tu tenías que tomar el tren en la otra dirección, cierto?
…¿Eh?
Bueno. No te equivocas…
Ahora que lo pienso, mi
mochila y mi bajo se quedaron en el MacDonals. ¿Qué
hago? ¿Tendré que regresar? ¿Esas dos esperarán a que regrese?
El tren dejo la plataforma.
Mafuyu se sentó en el asiento vacío de una
esquina, y puso su guitarra en sus piernas para que nadie pudiera ver su cara.
Me pare justó a su lado y me recargue junto a la puerta.
—¿Por
qué me seguiste?
—No sé. De repente me dio la
urgencia de tomar un tren hacia un lugar en el que nunca he estado, y dar un
paseo por ahí.
—Idiota.
Y tras eso, Mafuyu no dijo más.
Tratando de romper la horrible atmósfera, comencé a contar un montón de bromas
malas, para ser honesto, creo que sería mejor si corrigiera ese mal habitó que
tengo tan pronto como pueda.
Conforme las vibraciones del
tren comenzaban a subir por el cuerpo, comencé a
recordar la conversación entre Ebichiri y yo. Solo podemos esperar que Mafuyu
quiera hablar. El que dijo eso fui -Ah, es cierto… no fui yo, fue Tetsurou.
Eso no era realmente lo que
estaba pensando. En ese punto, ya no podía esperar
más. Yo quería hacer a un lado esa guitarra a la que Mafuyu se aferraba
tenazmente, y plantarle la cara justo frente a la suya y preguntarle de una vez
que tiene en la cabeza.
Una vez se lo dije: Si algo
te preocupa, solo escúpelo.
Al final; ¿Mis
palabras no le llegaron?
El tren estaba haciendo una
de sus muchas paradas en una de las estaciones. Mafuyu de repente se levantó.
Casi me deja atrás; ahí mismo en el tren cuando ella salió a prisa al apenas se
escuchó la alarma que anunciaba la partida del tren.
Era una estación
pequeña y apartada; casi ningún pasajero se bajó del tren. No tenía ni siquiera
techo, y los intensos rayos del sol poniente, estaban brillando con fuerza
sobre el asfalto.
Podía
ver pequeñas secciones irregulares de tierra de cultivo del otro lado de la
cerca, un camino recubierto con grava, y casas dispersas muy separadas la una
de la otra.
¿Dónde?
Antes, cuando le pregunté a Mafuyu sobre el lugar donde vivía:
—
¿Mafuyu, tu casa está por aquí?
Mafuyu se echó
la guitarra al hombro. Dándome la espalda, giró la cabeza y dijo:
—…De
repente me dio por bajarme en una estación desconocida. —murmuró.
Entonces comenzó
a caminar hacia el portón. Ahora que lo pienso, ella viene siendo una ofensora
recurrente en eso de escaparse de casa, ¿no? ¿Es así como comienza su acto? Ya
podía comenzar a entender la actitud sobreprotectora de Ebichiri.
Como yo tenía
que comprar un boleto de reemplazo, perdí de vista a Mafuyu, quien rápidamente
corrió hacia el portón. Al final la alcance hasta el camino de graba, que
estaba entre dos campos de maíz. No me dio por gritar su nombre, así que hice
lo que siempre hago; ir caminando detrás de ella guardando unos cinco metros de
distancia.
Caminamos un buen rato hasta
que Mafuyu finalmente detuvo el paso. Estaba parada en medio de un puente que
cruzaba un arroyo casi seco. Se detuvo debido a la solitaria, tonada electrónica
de una bocina vieja que venía de lejos. Era una transición que se tocaba en
varios lugares públicos a las cinco en punto para recordarles a los niños que
es hora de regresar a casa. La melodía se escuchaba atreves varios parlantes en
lugares específicos de la ciudad. Parece ser que la melodía es la misma para
todas las ciudades de Japón. Era el segundo movimiento de <New World
Symphony> de Dvořák.
La misma melodía
se tocaba en otro parlante a lo lejos. Se mezclaba con gentileza a la melodía
inicial, la cual ya había comenzado a tocar hace un rato, formando un eco.
Mafuyu agarró
el barandal a un lado del puente, y permitió a su mirada perderse a nuestro
alrededor, explorando la melodía a nuestro alrededor.
Murmuró
justo cuando llegué con ella:
—…¿Por
qué Japón transmite una melodía tan triste al atardecer? He viajado por todo
Japón en conciertos, pero donde fuera que fuese, siempre es la misma melodía.
Incliné
la cabeza a un lado. Qué raro.
—De hecho esta canción
se toca durante funerales en América y otros países. —dijo mientras miraba el
agua del riachuelo pasar.
¿De
verdad? Serán diferencias culturales, supongo.
—Bueno, esta tonada luego fue reescrita en <El Camino a Casa (家路)> y
<Atardecer en la Montaña Distante (遠き山に日は落ちて)>, porque le hace sentir a la gente que está anocheciendo y es
hora de regresar a casa… al menos para los japoneses de todos modos.
—¿De verdad? —con eso, Mafuyu cerró los ojos e inclinó la cabeza
para escuchar la crepitante melodía mientras se la llevaba el aire.
Probablemente no
había muchas personas que supieran que es música
fue escrita por Dvořák.
Y probablemente aún menos que la pieza de echo es un substituto de una carta
enviada a su patria Czech desde el nuevo mundo América, y estaba llena de
profunda nostalgia por su tierra natal.
—…
¿Porque?
Mientras el sonido a nuestro
alrededor cambiaba de regreso a al canto de las cigarras y el retumbo de las
lejanas vías del tren, Mafuyu me hizo una
pregunta en voz baja.
—¿Por…qué
me invitaste a unirme a la banda?
—…¿Eh?
Nada. Olvídalo.
Mafuyu se quitó
la guitarra de los hombros y la recargó a un lado del barandal.
Solo me uní
porque perdí la apuesta contigo. Es por tu culpa.
—
¿Es mi culpa…?
—Probablemente Sempai piensa
lo mismo… De cualquier manera, ya todos lo
saben.
¿Kagurazaka-sempai…
piensa así? ¿Entonces?
—Por lo tanto, no existe razón
en lo absoluto por la que yo tengo que estar en ese salón.
—No es cierto…
— ¿Pero, de verdad no era cierto…? Me tragué mis palabras a media oración.
Si consideramos únicamente
los resultados, luce como si Sempai y yo la hubiéramos forzado a unirse al
club. Aunque todos evitábamos pensar en eso, Sempai ya lo había notado.
— Es precisamente porque es
algo así de importante que quiero que sea
la Camarada Ebisawa quien escoja.
¿Entonces
por eso lo dijo?
—
¿La banda…No la encuentras divertida?
Trate de preguntarle con
tono gentil.
—No sé.
¡Como
que no sabes? ¡Yo soy el que debería decir eso!
—Pero me hace sentir
contenta, cuando los cuatro tocamos juntos.
—¿No
es algo bueno si te hace feliz?
—No lo es.
¿Por
qué? Quería saber la pero no me pude obligar a preguntarle. Mafuyu se detuvo en
el barandal y sacó la cabeza para mirar la corriente. Por un instante, pensé
que estaba a punto de saltar.
—¿No…
No quieres venir al campamento?
Estaba a punto de contarle
todo lo que Sempai y yo habíamos hecho para
convencer a Ebichiri. Pero, no le encontraba propósito en decirle todo eso solo
para que se sintiera agradecida con nosotros.
Mafuyu apoyó
los codos en la baranda y negó con la cabeza.
—Incluso si los sigo a este,
‘Campamento de entrenamiento’…
—¡No
es que nos estés siguiendo! —Interrumpí—. Vamos a practicar como banda, así que
no tendrá casi si aunque sea uno de nosotros no está presente.
—¿Es
correcto que yo me quede en su banda? Yo ya no sé.
—El tema no es si está bien
o no, ¿bien? —realmente no tenía idea a
que se refería Mafuyu—. Te pedí que te unieras porque quería comenzar una banda
contigo.
—
¡Eres… eres tú!
Mafuyu levantó
la cabeza y me miró. Ella tenía la cara
un poco sonrojada, no parecía que fuera solo el reflejo del sol poniéndose.
—¡Es
porque te pones a decir cosas como esas!
Con lágrimas
en las comisuras de los ojos, y su cuerpo temblando ligeramente, me dio un
empujón. Trate de retroceder. ¿Qué? ¿Por qué se enojó?
Mafuyu se echó la guitarra a
la espalda y paso junto a mí en la dirección que
habíamos venido. Me apresuré a seguirla… No pude caminar a su lado, o llamarla
desde atrás.
Y por eso, durante un rato,
no me percaté de echo Mafuyu estaba tratando de
hacer era regresar a la estación. Me tarde demasiado en recordar que su sentido
de la dirección es extremadamente pobre.
Mafuyu se detuvo. Ahí,
parada en medio del exuberante campo verde, volteó la cabeza y me miró con esa
expresión de miedo y desesperación; para ese instante el sol ya se había
ocultado tras el horizonte.
—No me digas que te…
—
¡No, no estoy perdida! ¡Tiene que ser en esta dirección!
Viendo como Mafuyu estaba
caminando en dirección opuesta, la jalé de regreso
aguantándome la urgencia dar tremendo suspiro. Comenzamos a regresar por el camino
de graba. Si tienes a alguien contigo cuando te encuentres en cualquier clase
de problema, solo háblale honestamente. Algo como eso podría parecer muy
simple, pero llevarlo a cabo es difícil. Aun así, es una de las cosas más
fundamentales de la vida.
Cuando llegamos a la estación
ya era de noche. Había muchos pasajeros bajando del tren con nosotros. Apenas
hablamos, considerando la situación en la que nos encontrábamos, no había forma
en que pudiera acompañar a Mafuyu todo el camino a casa. Solo pude despedirla
con la mirada desde la plataforma. Luego tomé mi celular.
—¿Qué
pasó con Mafu-Mafu?
—Emm, solo se fue a casa.
—no tenía idea de porqué, pero mi corazón sintió
alivio cuando escuche la voz de Chiaki en el mismo tono de siempre; y entonces,
mi tonta tonta respuesta.
—No, no es lo que quiero
decir… ¿Para que fuiste tras ella entonces?
—Perdona, en realidad yo
tampoco se. Ah, cierto; ¿Dónde estás ahora? Mis cosas se
quedaron en McDonals.
—Yo me las traje.
—Perdona por causarte
molestias.
—Eré
a dejártelas. Hasta al rato.
Justo entonces, el tren que
iba hacia mi destino entró a la plataforma. Chiaki colgó sin
siquiera esperar mi respuesta.
La casa de Chiaki queda a
apenas cinco minutos a pie de la mía.
Este trayecto de cinco
minutos refiere el tiempo que le tomaría a una
persona normal caminar por la acera desde su casa a la mía; sin embargo, si
consideramos la ruta más cercana entre nuestras casas, no tomaría ni dos
minutos. La así llamada “ruta directa” refiere a un atajo consistente en
pasar a través del área restringida
debajo de cables de alto voltaje, escurrirse entre un angosto callejón en el
que probablemente solo un gato pasaría, y entrar al tras-patio de mi casa,
antes de finalmente escalar el árbol junto al muro de la casa, así, finalmente
terminar justo afuera de mi ventana. Era un camión que solo Chiaki tomaría.
Tras considerable
dificultad, logré llegar a casa alrededor de las
ocho de la noche. Tras confirmar que Tetsurou no estaba en la casa, de
inmediato corrí al segundo piso hasta mi cuarto. Tomé el álbum la trilogía de
Emerson, Lake & Palmer y lo puse en el reproductor, para proceder a
relajarme en cama habiendo presionado el botón de play. Pero antes de que la
canción llegara a la fuga, escuche golpes en mi ventana.
—Voy a ¿entrar?
Dejé
la ventana abierta para ventilar el cuarto, lo que le permitió a Chiaki saltar
directamente adentro antes de que le pudiera siquiera responder. Ya se había
cambiado a una camiseta y shorts de mezclilla. Después de colocar mi mochila y
guitarra junto a la ventana se sentó como sin nada en mi cama. Se comporta como
si estuviera en su propia casa.
—
¿Por qué elegiste la ventana si venias cargando todo eso? —tiene que costar
trabajo subir por el árbol, ¿verdad?
—Primero tendrías
que darme las gracias, ¿no?
Me dio un codazo en la
espalda. Eso duele.
—Perdón.
Gracias.
—¿El
tío Tetsurou no está? Habría entrado por la puerta principal si hubiera sabido.
—Mmm, ha de estar tomando o
algo por el estilo.
—¿Oh?
¡Entonces vamos a tomar también! ¿Guardas sake en el refrigerador, verdad? Ve a
traer algunos bocadillos junto con el vino.
—¡No
voy a tomar! ¿En qué demonios estás pensando?
Me acomodé
en la cama y dejé los ojos en el techo. Justo entonces, Chiaki camino
lentamente por arriba. Asomó la cabeza sobre mí y se quedó mirando a mi cara.
—¡Nao
debería comenzar a aprender a beber también! Mafu-Mafu parece de las que no
puede beber en lo absoluto. Me sentiré muy sola si solo Sempai y yo somos las
que bebemos durante las fiestas de celebración.
—Es porque soy menor de edad…
Espera. ¿Sempai también bebe? —sin querer me senté.
—Mmm. Nadie me igualaba bebiendo
desde que el abuelo murió; eso hasta que conocí a Sempai.
Era la primera vez que conocía a alguien mejor que yo.
Solté
un suspiro de frustración. ¿No la ley dice que solo podemos tomar hasta que
cumplamos veinte?
—No sé porque, pero de algún
modo, siento que fue el destino que conociera a Sempai.
—Sí, y ella también
es la razón de que comenzaras con la batería…
Era impresionante lo lejos
que había llegado como baterista,
meramente con ese impuro motivo en la
cabeza.
—
¿Qué tiene de malo que sea un motivo impuro? Lo que más importa es ser feliz.
Si tan solo Mafu-Mafu pudiera pensar lo mismo.
—…
¿Qué?
Como Chiaki mencionó
a Mafuyu de repente, me le quede viendo a la cara.
—
¿No hablaron de eso?
—
¿Este…?
Parece que si lo hicimos, y
aun así, parece que no lo hicimos.
Ciertamente, Mafuyu sufría debido a sus razones para entrar en la banda, y si
era lo correcto continuar.
—Eso quiere decir que
Mafu-Mafu se ha estado quedando en la banda por su propio motivo impuro. ¿Será
por eso que está sufriendo por todo esto? Tiene que ser eso. Lo que es más,
ella es del tipo que padece por el más ínfimo detalle, no como yo.
—¿A
qué te refiere con ‘motivo impuro’? ¿Es impuro que haya perdido una apuesta
conmigo?
Podría
ser pero… ¿De verdad será eso lo que le molesta a Mafuyu? ¿Yo debería ser al
que le molestara eso, no?
Chiaki se quedó
mirando a la cara, con la boca medio abierta durante un buen rato. Luego,
colocó la frente sobre sus rodillas dobladas y suspiró.
—Sé que eres lento y estúpido,
pero jamás esperé que fuera tan grabe.
Me tuve que tragar mis
palabras. No pude negar nada de eso, porque era exactamente como Chiaki había
dicho. ¡Pues que me disculpe! El problema sigue siendo, ¡Como se puede esperar
que entienda algo si Mafuyu no dice nada al respecto?
—Bueno, creo. Digo, esta
persona no se ha dado cuenta ni en un periodo de diez años,
así que no era posible que se percatara de algo que apenas tiene tres meses.
—¿Qué?
Persona, ¿De qué estás hablando?
—Me sentiré
muy mal si Mafu-Mafu continua distanciándose de la banda, ¿Verdad? Si la
situación nos orilla, solo seremos los tres en el campamento.
Asentí
la cabeza con rigidez.
—Mmm. También
me sentiré mal. No quiero una victoria sin pelea, ni perder sin pelear.
Después de
decir un montón de cosas que no entendí, Chiaki se dirigió a la ventana y salió
del cuarto. Conscientemente, la parte de la fuga tocada por Keith Emerson
acababa de terminar justo en ese momento también; la música está a punto de
entrar en la segunda parte de <The Endless Enigma>