Blog dedicado a la traduccion de novelas ligeras del ingles al español.

sábado, 18 de marzo de 2017

[Sayonara Piano Sonata v2] Capitulo 6: Con tal de no despertar del sueño.




El sonido del piano me despertó.

Podía ver claramente las vetas de la madera del techo. Por un instante no supe en donde me encontraba. Intenté levantarme; casi me caí del sofá. La mantas cobijas estaban en el suelo; creo que las paté cuando me dio calor.

“¿Huhum? Pelea de almohadas… ¿Hasta qué hora estuvimos jugando?” Mi memoria estaba borrosa ya que ayer estaba jugando completamente exhausto. Ni siquiera recuerdo en que momento bajé a dormir.

Me quedé sentado en el sofá. Mi vista fue hasta el otro lado del salón; ahí pude ver la espalda de alguien con cabello largo; sentada frente al piano.

Era Kagurazaka-Sempai.

Con sus delgados dedos, golpeaba las teclas lo más ligeramente que podía; era como ver a alguien escribiendo sobre la superficie del agua. Su canto se sobreponía al piano; era un sonido tímido (si tal cosa podía venir de ella).

Fijé mi vista sobre su largo pelo, que danzaba al ritmo de la canción, lo seguí haciendo hasta que la canción acabó.

—…¡Buenos días! Estabas durmiendo profundamente; roncando. ¿Estabas tan cansado? —una vez que la canción terminó, Sempai se levantó de la silla y se volteó hacia mí—. Tu cara durmiendo era tan linda. Estaba deliberando si darte un puñetazo o un beso para despertarte. Al final, opté por despertarte con una canción.

“¿Por qué no consideraste opciones más normales?”

—¿Sempai, también tocas el piano?

—¿Yo? Bueno, no realmente.

Sempai cerró la cubierta del teclado, antes de caminar hacia mí y sentarse en el sofá junto a mí.

—¿Cómo estuvo?

—¿Cómo estuvo; qué?

—¿Estuviste escuchando todo este tiempo, no?

—…Ah ¿Es una canción nueva? Claro, la que mencionaste ayer.

Sempai asintió. Puse una pierna en el sofá, y me tragué las palabras que estaba a punto de decir.

“Como se lo digo.”

—Por alguna razón, se siente como… ¿Como si fuera rebuscada; sobre trabajada?

—¿Hemm?

—La melodía es hermosa, pero suena como el himno de una secundaria. Aburriremos a la audiencia; si tocamos eso en el escenario.

Sempai se rió si reservas.

—Palabras interesantes son las que escogiste, joven… pero entiendo lo que quieres decir. Esta canción no es la indicada. —Sempai se apoyó en el sofá y miró hacia arriba—. Que idiotez la mía al pensar en esas cosas justo ahora. Estaba pensando… que la pieza sería mejor que fuera la Camarada Ebisawa quien la tocara en el piano.

—Bueno…

“¿Probablemente soy yo pensando de más? Pero no creo que el piano deba ser usado en esta canción.”

—Hey, Jove. Creo que conseguí reunir a los mejores miembros para esta banda. Pero eso me deja con tantas excelentes opciones, poco a poco me vuelvo incapaz de encontrar mi propia música. Qué ironía. Es tan doloroso: Justo porque ya no estoy sola; justo porque hay personas que me rodean capases de hacer aquello que yo no puedo.

“¿Qué está pasando? ¿Por qué está diciendo todo eso?”

—Sempai, has estado actuando raro desde ayer.

—Humm, ¿En serio?

Sempai se rió como es usual; aunque parecía un poco forzado.

—¡Tú no te preocupes! ¡Estoy muy feliz de poder tener este campamento de entrenamiento con ustedes!

Entones Sempai se levantó y dijo con una voz excepcionalmente alegre:

—Joven, tengo hambre. ¡La Camarada Aihara llegara pronto de su caminata, así que apresúrate y comienza a preparar el desayuno! Iré a despertar a la Camarada Ebisawa con un beso de buenos días.

Justo cuando estaba por bloquearle las escaleras a Sempai, una puerta del segundo piso se abrió. Mafuyu salió caminando en piyama mientras se tallaba los ojos soñolientos. “Eso estuvo cerca”

***

—¡Hoy tenemos que comer onigiri en la playa!

Chiaki dijo, para cuando terminemos la práctica de la mañana. “Sí sí, entendido”

—Sabía que dirías eso, así que ya preparé el arroz. También llené los termos con té.

—Wow, es impresionante, Nao. ¿Tienes telepatía o algo? ¿Cómo supiste que quería almorzar en la playa?

—No puede ser más obvio al verte. Ya hasta inflaste los flotadores.

—Joven, prepara más omelets. ¡Tus platillos que llevan huevo son algo notable!

Mientras iba diciendo eso, Sempai estaba sacando el equipo de playa del depósito, ahí pude ver una silla plegable. “Estas chicas les emociona bastante irse a jugar eh… ¿No fue ella la que dijo que una canción no es suficiente?”

Mientras estaba en la cocina preparando el arroz, escuché los pasos de dos personas subiendo las escaleras. Poco después, las escuche bajando nuevamente.

—Nao, ¡Ve a ver! —Una voz me llamó desde atrás.

Saqué la cabeza para mirar al salón, y lo que apareció frente a mí fue la escena de Chiaki y Sempai en sus trajes de baño. “Uwaa” Aunque solo el día anterior las había visto con la mitad de ese atuendo, el impacto de estarlas viendo de cuerpo entero era simplemente otra cosa.

El traje de Chiaki traía un pareto en la cintura, algo que me pareció algo infantil. Estaba cargando un gigantesco flotador así como un muñeco inflable con la forma de una ballena asesina. Como estaba parada junto a Sempai, cuya figura rivaliza a la de una modelo, el resultado era muy claro… El contraste entre las dos (en muchos aspectos). Además, se veía la batería, los enormes amplificadores Marshall detrás de ellas: Era una escena surreal…

—¡Hey, espabila! ¿No sientes alguna emoción al vernos?

—Bueno… ¿Porque no se visten así durante nuestra presentación?

—¿Sempai; Qué fue lo que dijo?

—Mmm, lo podemos considerar.

“No se lo tomen en serio.”

Chiaki se volteó buscando a Mafuyu, quien estaba sentada en el sofá afinando su guitarra.

—Mafuyu, apresúrate y cámbiate. —Mafuyu negó con la cabeza.

—Mejor practiquemos.

Desde la asamblea de ayer (N/T: Habla de cuando estaban practicando), Mafuyu se convirtió en una fanática del ensayo. Hoy es lo mismo; se reusaba a dejar su guitarra desde el desayuno. Parecía estar en su típico mal humor, pero creo que era porque no pudo practicar a pesar de que quería. No creo que tuviera nada de malo.

—A demás, no puedo nada.

—¡Pero trajiste un traje de baño!

Chiaki redobló su ataque en contra la cobarde de Mafuyu.

—¡Mooo, Mafuyu jamás se ha unido a la banda!

Mafuyu pareció como si estuviera en shock. Miró a Chiaki, Sempai y a mí.

“No hay porque ser tan severos”

Mientras pensaba Mafuyu se levantó.

—…Entiendo. Regreso, voy a cambiarme.

Entonces subió las escaleras a su cuarto.

—Nao, también ve a cambiarte.

Chiaki me pateó en la espalda.

—¿Qué? Yo también.

Nadar no es algo que disfrute particularmente.

—¡Pero claro! ¿Para qué otra cosa pensaste que vinimos a la playa?

Sempai siguió con:

—Tú eres un chico, así que está bien si te nos unes usando solo tu ropa interior.

—¡Para nada! Entiendo, ustedes adelántense. Luego mandaré el onigiri.

Para los chicos es fácil cambiarse al traje de baño, y no tenemos que aplicarnos esas cosas molestas en la piel.

Debido a eso, Mafuyu no salió de su cuarto incluso después que terminara con el onigiri y empacar los omelets en el aluminio. Probablemente Mafuyu requería más tiempo debido a su mano. Teniendo a una chica cambiándose en el piso de arriba, mientras preparaba comida; de algún modo, toda esa situación se sentía extraña.

Me pareció que sería extraño si me quedaba esperando que Mafuyu terminara, así que me dirigí al segundo piso. “¡Me adelantaré!” Me puse una sudadera y me marché a la playa.

Mafuyu llegó un rato después, y al ver el traje de baño color violeta debajo de su (capucha), finalmente entendí la persistencia de Chiaki: Ambos bañadores era del mismo estilo. Solo cambiaban los colores.

—¡Nao, tómanos una foto!

Chiaki corrió hacia Mafuyu entusiasmada.

—¿Joven, que hago? Me encuentro en un predicamento.

Sempai yacía bajo la sombrilla a mi lado. Me habló en tono dulce tras mirar a Mafuyu, y a Chiaki.

—¿Qué predicamento?

—Ambas son simplemente demasiado hermosas. Que dolor de cabeza.

“¡Esperas que conteste eso? ¡Solo quédate dormida!

Extendimos nuestra toalla en una pequeña área con arena entre las rocas grandes, y nos sentamos para almorzar. Debido al pequeño espacio, fácilmente podía ver la tersa piel de Mafuyu desde cerca. Y también estaba la bronceada piel de Chiaki, y Sempai… de cualquier caso, fui el único que almorzó mirando la pared del acantilado. Pero, ella no tenían intención de dejármela tan fácil.

—Nao, quiero comer umeboshi (T/N: Ciruelas secas), ayúdame a pelarlas.

—¡Pélalas tu misma!

—Joven, derramé té en mi bañador. ¿Puedes limpiarlo por mí?

—¡Límpialo tú misma Sempai!

—Naomi, ayúdame a envolver las algas. (T/N: Se refiere a las algas marinas de las bolas de arroz, eso verde oscuro que decora el onigiri)

—Envu… —Me detuve en seguida, Mafuyu sí que no podía hacer eso por sí misma. No con solo una mano útil. Había preparado los onigiri como lo harían en la tienda de conveniencia; empacando la alga por separado del arroz. No había pensado bien eso.

—¡Nao, la estas consintiendo demasiado! Tienes que dejar que Mafuyu haga cosas por sí misma. —“¿No eres peor tú?”—. Por lo tanto me comeré esto…

—¡No lo hagas!

Chiaki y Mafuyu se lanzaron hacia el onigiri envuelto que tenía en mi mano al mismo tiempo, lo que terminó con las dos chocando conmigo y aplastándome en el suelo. “¡¡Hey. Nos estamos tocando en muchas partes, y duele!!” Mientras luchaba por respirar bajo el estomagó de Chiaki, Sempai me quitó el onigiri y se lo comió.

—Una solución pacífica. ¿Me puedo sentar hasta encima?

—Detente por favor. Moriré aplastado.

Arrastrándome salí de debajo de Mafuyu y Chiaki, e inmediatamente escape hasta donde pudiera recobrar el aliento.

“No recordaba que el pecho de Chiaki estuviera tan bien desarrollado, cuando fue que cre… No espera, ¡En que cosas estás pensando? Cálmate. Respira hondo.” Seguía gateando cuando mire hacia atrás, ahí estaban, Chiaki y Mafuyu mirándose la una a la otra. Una vez más, verlas a ambas en traje de baño inundó mis ojos; durante un rato mi cerebro no me dejó regresar a la toalla.

Tras ese almuerzo quedamos todos sudados; Chiaki arrastró a Mafuyu a la playa, mientras era obligada Mafuyu puso una expresión de desagrado y dijo: ‘¡Pero ya dije que no puedo nadar.

—¡Ya te dije que no hay problema! ¡Solo aférrate  a Torajirou! —dijo Chiaki mientras le daba unos golpes al inflable ballena acecina. “Entonces le pusiste nombre…”

—Pero…¿Qué hago si me caigo?

—Nao y yo estaremos ahí a tu lado. ¿No es así?

“Eh, ¿Tengo que ir también?”

—Uh…

—Hummm, ¿Estas tratando de romper la unidad de la banda otra vez?

Mafuyu finalmente asintió a regañadientes. “Parece que podemos hacer que haga todo lo que queramos mientras mencionemos la unidad de la banda.”

Chiaki ya le había quitado su chaqueta. Mafuyu se aferró fuertemente a la ballena Torajirou; una expresión de miedo apareció en su cara al instante que la punta de sus talones hizo contacto con el mar.

—Será más peligros si sigues doblando tus piernas. ¡Te vas a caer! —Dijo Chiaki exasperada.

—Pero me voy a mojar…

—¡Estamos en el mar; definitivamente te vas a mojar!

—¡Ah, espera!

Chiaki empujó a Torajirou hacia el mar sin vacilar.

—Nao también. Rápido.

Fui hacia el agua rápidamente y me puse a nadar a la izquierda de de Torajirou para ayudar a mantenerlo en balance. Accidentalmente toque el muslo de Mafuyu solo un instante: Retraje mi mano rápidamente por la sorpresa, accidentalmente me ahogo por hacer eso. Las tersas piernas de Mafuyu, su increíblemente delgada cintura; estaban tan cerca que podía tocarlas. No me atrevía a voltear, lo único que me quedaba era seguir mirando a la nariz de la ballena acecina. Podía sentir mi corazón estaba latiendo con fuerza en medió del frio océano.


Mafuyu cerró los ojos mientras se agarraba fuerte del inflable. Incluso estuvo temblando un buen rato. El agua ya me llegaba a los hombros a pesar de que nos habíamos movido una corta distancia a la playa. Como traía puestas un par de sandalias, ocasionalmente sentía los afilados bordes de las rocas debajo de mí.


***

—Esta tan fría… —murmuró Mafuyu.

—¿Pero se siente bien, verdad? —dijo Chiaki desde el otro lado.

Mafuyu abrió los ojos tímidamente. Como Chiaki había estado nadando sin parar, ya estábamos a una distancia considerable de la playa. En ese punto, pudimos ver los contornos del rompeolas creado al amontonar los bloques disipadores de olas. Un montón de nubes comolusnibus se estaban reuniendo justo encima de él. Las olas constantemente nos embrujaban a la playa; nadamos contra la corriente para alejarnos más.

Lo que apareció frente a nosotros era una extensión del absoluto azul del mar, un azul cielo infinito, al igual que blanco que se desbordaba de la intersección al horizonte de los dos. Sentí que mis miembros se disolvían en la fresca agua del mar; lo único que me aseguraba que estaba vivo era mi sentir mi corazón latiendo.

—……Es hermoso.

Fueron las palabras que escaparon de los labios de Mafuyu. En todo momento desde que alcanzamos el agua, Mafuyu me había estado agarrando firmemente del brazo, y sentí durante todo el camino, como poco a poco el temblor en su mano iba despareciendo.

Me impulsé y me senté en la aleta izquierda de la ballena acecina; escaneé la superficie del mar.

Las aguas que se extienden hasta el infinito eran del mismo tono que los ojos de Mafuyu.

“Como me gustaría que el tiempo pudiera detenerse justo ahora.”

“Si el cielo por siempre fuera así de claro; Mafuyu y yo probablemente lograríamos ir nadando asía donde quisiéramos.”

Sin embargo, mis pensamientos regresaron bruscamente a la realidad por la voz de Chiaki.

—Ahora lo que sigue: Tendremos que hacer que Mafuyu se acostumbre a tener contacto con el agua.

—¿Eh? Kyiia…

El infalible se sacudió violentamente, agua salpicando llegó a mis oídos. Rápidamente tomé a Mafuyu del brazo para sostenerla.

—¡De-Detente!

—¡Está bien, solo es agua de mar!

Chiaki comenzó a salpicar agua al cuerpo de Mafuyu. Por el sondo de su voz, se escuchaba muy contente. Mafuyu se movía, buscando evadir los ataques. Tuve que desperdiciar un esfuerzo considerable en mantener el balance de la ballena. Pero ya esta vez, Mafuyu también estaba contestando a los ataques de Chiaki.

Habiéndose divertido al molestar a Mafuyu, Chiaki dijo desde el otro lado de la ballena acecina.

—¿Ya es hora de que regresemos?

—Quiero regresar tan pronto como pueda. —la voz de Mafuyu sonó como si estuviera al punto del llanto.

—Nao y yo regresaremos nadando primero. ¡Da lo mejor junto con Torajirou!

—¡No lo hagan!

Con la cara pálida, Mafuyu me apretó con toda su fuerza el brazo; tanto que sus uñas se estaban clavando en la palma la mano.


***


Pese a que ya nos habíamos divertido en la playa, el son veraniego seguía brillando en el cielo. Cuando todos terminaron de darse una ducha, Sempai nos indicó que “tómense un descanso”, antes de encerrarse ella misma en su cuarto; vi que se llevó su guitarra con ella, así que pensé que probablemente tratara de componer una canción.

Los suministros de comida casi se habían agotado, decidí hacer algunas compras.

***
Justo cuando regresaba a la villa cargando las bolsas de plástico en la mano, escuché el sondo del piano viniendo desde adentro.

“Piano”.

Cuando pasé el bosque, pude alcanzar a ver el balcón. Sentada frente al piano estaba una persona con largo cabello color marrón, que se mecía lentamente con el gentil tempo del acompañamiento.

Probablemente fue que escuchó pasos; Mafuyu cerró la tapa del teclado y se levantó. “Sus oídos son tan agudos como siempre”.

“¿Qué canción estaba tocando?”

Cuando abrí la puerta y entre el salón, Mafuyu agitaba con fuerza la cabeza pese a que no le había preguntado nada.

—Escuchaste mal. No fue nada de nada.

Eché un vistazo al rededor. Chiaki dormía en el sofá con el cuerpo acurrucado. Supuse que estaba muerta de cansancio tras su caminata de la mañana, la práctica y nadar. Viendo su pésima postura el dormir (estaba a punto de caerse de cabeza contra el suelo), la acomodé en el sofá, y le cubrí la barriga con una manta. Sin importar que tanto calor haga, no debes dormir con el estómago descubierto.

—¿Sempai… Eh, sigue arriba? —pregunté a Mafuyu mientras colocaba las compras en el refrigerador.

—No escuché la guitarra; pueda que este durmiendo.

“Ya veo, se escucha como una buena idea ir y tomar una siesta. Ah, no espera; esta podría ser mi única oportunidad de hablar con Mafuyu a solas, como Chiaki nos interrumpió ayer al invadir su cuarto.”

Para cuando regresé de la cocina al salón, Mafuyu había salido al balcón. Estaba tocando de nuevo la melodía que había tocado en el piano usando so Stratocaster, solo que sin conectar al amplificador. Tome mi bajo y también salí por la puerta de cristal.

—¿Es la composición de Sempai; ¿Verdad?

Mafuyu asintió.

—Esta es la primera vez que la banda escribe una canción de amor; probablemente no tenemos mucho concepto de ello. ¿Cómo podemos componer una canción?

—No sé porque, pero de algún modo, se siente como si todas las canciones de Kyouko fueran completamente incompatibles con su propia voz.

Miré a Mafuyu con sorpresa.

—…¿Qué?

Mafuyu ladeó la cabeza con cara de confusión.


“¿Desde cuándo comenzó… a llamar a Sempai por su nombre? Eso significa…no, no creo que sea el caso.”

—Estabas hablando de ser incompatibles… ¿Qué quieres decir?

—Creo…

—Cuando ella compone canciones, —Mafuyu levantó la vista al segundo piso mientras hablaba—. Kyouko debe de haber estado componiendo para un cantante de voz masculina.

—Pues…

Tras escuchar a Mafuyu, pensé que podía estar en lo correcto. Sempai deliberadamente baja su tono cuando canta; me preguntaba porque no había puesto atención en todo este tiempo.

—Y por eso… ya no puede ocultar eso con su voz, si la canción es lenta.

Hice un ‘Oh-’, y no pude evitar mirar a Mafuyu un largo tiempo. Pensando en eso con cuidado, esa chica había estado creciendo en el mundo de la música desde que nació; tal vez esa era la razón de que notara esos minúsculos detalles.

Mafuyu no continuó más lejos que eso. Era mi turno de entrar en escena. Si quería que prevenir que la canción quedara destruida, tenía que apoyar la voz de Sempai. ¿Solo tenía que averiguar cómo?

Abracé mí bajo un rato pero no llegó ninguna idea. De repente caí en la ilusión que el polvo se estaba apilando sobre mis hombros, impidiendo que pudiera moverme.

—Paro creo que el piano hará las cosas aun peor.

Levanté la cabeza vacilante cuando escuche a Mafuyu decir eso.

—…¿Escuchaste… la canción de la mañana?

—¿Eras tú la que estaba tocando; en la mañana digo?

—Nop; era Sempai.

—Ya veo.

Mafuyu puso su mano inmóvil en la mesa. A pesar de ser alguien que muestra fácilmente sus emocione en el rostro cuando está enojada o a punto de llorar; no pude leer la expresión que Mafuyu tenía en ese momento.


—¿Mafuyu; no lo… odias?

Traté de preguntar. Mafuyu giró la cabeza para mirarme.

—¿Odiar qué?

—El piano. ¿Hace rato estabas tocando, no?

—Ya he decidido ya no pensar en esas cosas.

Lo que quería decir que no hace mucho había estado pensando en eso. Recuerdo que ya ni siquiera escogió música como su electiva.

—Lo que es más, hay indicios de mí tocando el piano en todo el mundo. No tiene caso que me tape los oídos y trate de ignórame a mí misma.

—Es una forma peculiar de mirar las cosas…

—Como Papá definidamente pondrá mi CD cuando está en casa. No seré capaz de aguantar si no pienso de esa manera.

“¡Ebichiri… eso es demasiado! ¡Por eso no hija te odia!”

—Si es así, entonces… —escogí mis palabras con cuidado—. Si tus dedos se mueven de nuevo: —me detuve a media pregunta para echar un vistazo a la expresión de Mafuyu. Probablemente no se veía enojada. Probablemente—. …¿Tocarás el piano de nuevo?

—¿Papá te pidió que me preguntara eso?

—¡Ugh! —hice un sonido raro por accidente. “¡Mierda, me descubrieron!”

—Papá dijo que fue a tu casa, y dijo que eres mucho más decente de lo que había pensado.

“¡Entonces fue Ebichiri quien le dijo eso! Pero bueno… tampoco hay nada de malo en eso. Digo, debió haberle dicho la razón de su súbito cambio de parecer cuando la dejó venir. ¿Ahora qué hago? ¿No hay punto en ocultarlo por cómo se han puesto las cosas.”

—Mmm, algo como eso. Pero no es solo por eso…

Yo también quería escuchar a Mafuyu tocar el piano de nuevo. Ya se lo había dicho antes, pero no recibí ninguna respuesta.

—¿Quieres escucharme tocar el piano de nuevo?

Mafuyu tomó la iniciativa he hizo la pregunta; lo que me sorprendió un montón. Quedé sin habla un momento, antes de finalmente responder asintiendo la cabeza en silencio.

—Pero… ¿Ya escuchaste todos mis CDs, verdad?

—¿Ese no es el punto, verdad? No gravaron las piezas que quiero.

—¿Por ejemplo?

—Cosas como <Les Adieux> de Betoben. En una entrevista dijiste que te gustaba esa canción. ¡Quiero escuchar la grabación completa con claridad! La calidad del audio en la cinta que me mandaste no es nada buena. También está <Waldstein> aunque esa no me gusta mucho, solo que faltaría algo si no la gravas en CD. En cuanto a ¡<Appassionata>, también tienes que tocarla como se debe! Félix Mendelssohn… cuando menos tienes que grabar toda su serie <Lieder ohne Worte>. Y además de todo eso, espero que puedas hacer las grabaciones de las técnicas de fugue para el piano… ¡Umh, espera… ese no es el punto!

Sin me diera cuenta, estaba hable y hable de mis propios sentimientos, incluso Mafuyu se rió de mí. “Moo, supongo que ya no puedo continuar si vas a hacer eso.” Cerré mi boca descontento y dejé que mi vista escapara hasta mi bajo.

—…¿Pero, no estoy en una banda para tocar el piano, verdad? Porque aquí yo soy una guitarrista. —murmuró Mafuyu.

—¿Ah? He, no…

—Así que de momento no hablemos de esto. Porque yo misma no sé.

De algún modo sentí que Mafuyu había malentendido algo.

“¿Si componemos una canción en el futuro que necesite acompañamiento de piano, y si los dedos de Mafuyu han sanado para entonces; no lo natural sería querer que Mafuyu lo tocara? No espera, no puedo ponerlo así…”

El problema no yacía en si ella era la guitarrista o la pianista.

Intenté preguntarle una vez más:

—Por cierto… ¿Resolviste los problemas que tenías con la banda?

—¿Qué?

—¿Ya la habrás encontrado:… tu razón para unirte a la banda, no? —esa fue la promesa entre Mafuyu y yo. Pero lo que pasó fue que negó con la cabeza—. ¿No la has encontrado aún? Ya estábamos…

—¡Eres tú…! —Mafuyu interrumpió abruptamente mis palabras—. ¡Es porque tú no lo entiendes!

Me quedé perplejo.

—¿Estás diciendo… que yo no entiendo?

—Tú no me entiendes.

Mafuyu se me quedó viendo con algunas lágrimas en los ojos. Por supuesto; jamás la había entendido muy bien, incluso ahora. -Eso…eso no tiene nada que ver con lo que estamos contando; ¿Correcto?—

Repentinamente Mafuyu giró la cabeza hacia el bosque. Desde ahí, solo le pude preguntar mascullando desde mi boca.

—¿Entonces cual fue tu razonamiento para unirte?

—…¿porque eh? Es porque Chiaki y Sempai me invitaron a unirme.

—No lo dije en ese sentido.

“Si no es lo que querías decir; ¿qué otra razón puede haber para unirme? ¿Para tocar el bajo? ¿Y bombear la sangre a las manos y las piernas? ¿Es suficiente verlo de esa manera? ¿Porque tenía que ser Mafuyu? ¿O porque tenía que ser yo? ¿Tiene que existir una razón más profunda?”

Lo vi como una epifanía: No podía estar ahí únicamente para tocar un instrumento musical. Si existía una razón para que alguien como yo, que tiene un nivel tan dramáticamente diferente al resto; entonces sería la forma en la que veo cosas que Sempai no nota desde su perspectiva. Cosas de las que ella no se dará cuenta sí no lo las siente en el corazón; el sonido que no será capaz de imaginar si no está sosteniendo el bajo entre sus manos.

—…¡Ah!

Justo en ese momento, una canción súbitamente llegó a mí mente.

Casi podía escuchar el producto final al imaginar nuestra música entretejida con el canto de Sempai. Tome el bajo una vez más. Al hacer eso, dejé lo que iba a decir a un lado.

En ese entonces, había planeado decir algo muy importante a Mafuyu. Debí haberlo hecho. De ser así, entonces tal vez no nos habríamos pasado de largo.

Pero no era posible, el yo de ese entonces ya había sido absorbido por la música. Estaba ocupado tratando de reproducir el sonido en mi cabeza, rasgueando las cuerdas con los dedos. “¿Logré materializarlo? No lo sabré hasta que lo grave y lo reproduzca”. Teníamos una grabadora por ahí, pero Sempai y Chiaki estaban durmiendo. Lo que es más, sentía que me moriría de vergüenza si fallaba, así que preferí intentarlo cuando estuviera solo.

—¿Qué está pasando?

Preguntó Mafuyu de repente. Probablemente encontró extraño que me agitara de repente.

—Mmm… Quiera intentar algo. Si se pudiera, quiero gravar algo, pero molestaré a las otras chicas.

Mafuyu me miró con sus ojos húmedos. En ese momento debí de haber notado ese ligero semblante de culpa y dependencia hacía mí en sus ojos. Pero no lo hice; solo vi como Mafuyu se levantaba de la silla y abría la puerta de cristal. La escuché subiendo y luego bajando las escaleras. Antes de notarlo, ya había regresado al balcón.

—Usa esto.

Mafuyu sacó una grabadora que tenía guardada en una caja desgastada de piel sintética negra. Ese era el preciado objeto que su madre le había dejado; el mismo que le ayudé a reparar.

—…¿Si lo puedo tomar prestado?

-No grava con tanta claridad, pero se pueden gravar muchas cosas.

Como era una grabación de prueba, era más que suficiente. La grabadora aún no se había estropeado. Mafuyu la había estado usando con mucho cuidado; eso me hizo un poco feliz.

Regresé el bajo al estuche. Luego metí el mini-amplificador y la grabadora en los bolsillos del estuche. Me dirigí al barandal del balcón.

—¿A dónde vas? —Mafuyu sonó como si estuviera al borde de las lágrimas.

—¿Pues? Este… voy a un lugar en donde no moleste a nadie aunque cante.

—En-entonces yo también…

“Ho, no puedes. ¿Qué hago si el intento termina en fracaso? ¡No podré con la vergüenza!”

—Como las chicas siguen dormidas, mejor quédate.

Mafuyu se mostró visiblemente deprimida, pero no entendí porque. Me alejé de la villa, pasando los cantos de las cigarras, y me dirigí a la villa.


***


Regresé a la villa cuando el sol estaba por ponerse. La puerta se abrió justo cuando estaba por tocar el picaporte. Chiaki asomó la cabeza por la hendidura de la puerta, y  dijo mostrando una expresión tal cual si fuera a darme un puñetazo:

—¿Nao, regresaste? Vaya vaya, ¿A dónde fuiste? ¡Tengo hambre!

Chiaki me metió a la villa con bastantes ánimos. Vi a Mafuyu sentada en el sofá visiblemente exhausta abrazando su guitarra.

—¿Sempai sigue enclaustrada en su cuarto?

—Mmm, entonces nosotras tenemos que practicar por nuestra cuente. Hey, ¡Mafuyu, comencemos!

Chiaki se sentó detrás de la batería, y gentilmente giro sus baquetas. Mafuyu se veía completamente desgastada; intentó levantarse tambaleándose, y solo logró caer de nuevo a un lado de donde estaba antes. “Ve a tomar un descanso si estas tan cansada.”

Aun así, justo cuando entraba a la cocina con intención de preparar estofado de vegetales, Chiaki comenzó a tocar la batería por su cuenta. Era el hi-hat de una semicorchea, la cual sonaba como el zumbido de un mosquito. Ya sabía de qué canción se trataba solo por esa pequeña parte. Mafuyu se habrá dado cuento al instante, supongo. Apenas después de los beats estaba un solo de guitarra, el cual sonaba como alguien yendo descalzo cuesta abajo en una montaña de picos.

Es <He Man Woman Hater>. Un escalofrió recorrió mi espalda, haciendo que se me erizara la piel.

Que milagro fue ese: todo lo que Chiaki necesitó fueron cuatro barras de sus tambores para enviar sus pensamientos a Mafuyu. Ese poder formar las bases de las sesiones de práctica en esta banda.

Mafuyu y Chiaki tocaron se hizo interminables, como un caleidoscopio. De repente sentí como si hubieran agregado la apertura de <The Marriage of Figaro>. Y conforme la melodía ascendía en espiral a la sima, Chiaki metió <Paradise City> por Guns N’Roses.

Gentilmente toque la grabadora de Mafuyu y la coloque sobre el refrigerador.

“Mafuyu ya se encuentra mejor. Yo debería ser quien se preocupe por ‘una razón para perteneces a esta banda’. ¿Probablemente no sea capaz de hacer mucho en la presentación, verdad? Cuando llegue el momento, tendré que hacer aquello que puedo.”

Lo grabe varias veces, y también la escuché múltiples veces. No podía saber si sería exitosa. No sentía mucha confianza en mí mismo.

Después de la cena, Chiaki dijo que quería jugar con fuegos artificiales. Había preparado esas pirotecnias que prendes desde el suelo. Esa chica era realmente meticulosa en cosas como esas.

—No sostengas eso con las manos.

Chiaki inmediatamente dio replica cuando le advertí.

—¡Así es más interesante!

—¡Ya causaste un fuego al jugar así cuando estábamos en primaria!

Era una villa prestada; no quería pensar en qué hacer si algo pasaba.

Mafuyu casi estaba en lágrimas luego de asustarse con los buscapiés. Chiaki junto los escupidores juntos y un absurdo manojo. Ya era bastante noche cuando termínanos con todos los fuegos artificiales.

Una vez más, se suponía que fuera el que tomara su ducha al último. Y tras terminar de lavar la ropa, aun me quedaba regresar al lugar a limpiar la basura de cuando estábamos jugando con la pirotecnia. Un fuerte olor a pólvora se sentía en el aire frente al balcón. Es un olor que aparece solo en las noches de verano, pero a veces ese olor si me gusta bastante.

Al final, no tuve la oportunidad de mostrarle a Sempai la grabación que había hecho, tuve la grabadora en mi bolcillo todo el tiempo. “¡Demonios, todo es culpa de Chiaki!”

Me encontraba revisando los arbustos, buscando cualquier resto de pirotecnia; escuché el ruido de la puerta de cristal abriéndose.

—De verdad lamento hacerte hacer todo, joven.

Parecía que Sempai acababa de salir de la ducha. Ella estaba usando una camiseta sin mangas y un par de shorts.

Mientras secaba su cabello con la toalla, se sentó en la baranda del balcón.

—¿El baño quedo despejado?

—Aun no. La Camarada Ebisawa sigue en la ducha. Probablemente ella misma venga a informare cuando termine con su baño.

Cuando terminé de regar agua al rededor, mi dirigí al balcón con el cuento en mi mano, me senté en una silla a distancia de Sempai, a quién el pelo mojado se le estaba pegando a las ares expuestas de su pecho. No me atreví a mirar. Pero fue entonces, que Sempai tomó la iniciativa y se acercó a mí. Me comencé a sentir nervioso cuando se sentó justo junto a mí.

—Por algún motivo, es como si el Joven es quien nos ha estado cuidando durante este campamento.

Sempai se colgó la toalla sobre los hombros y mostró una sonorilla de flojera. No me pareció que lo que dijo fuera algo que ella usualmente diría, y eso me hizo dudar de que responder.

—…No te fijes. Ya estoy acostumbrado a hacer todo.

“Ah, verdad. No puedo simplemente irme a dormir. Levanté el cuerpo ligeramente y saqué la grabadora de mi bolcillo.

—Pues…. Traté de gravar algo mientras estaba fuera.

—¿Humm?

—La canción que compuso Sempai. Aunque solo soy yo cantando el acompañamiento con el bajo.

Sempai se me quedó viendo como si una alguna clase de brillante y preciado objeto antes de presionar el botón del reproducir en la grabadora. Estábamos escuchando el sonido de la cinta girando así como el rítmico sonido de fondo. Y entonces…
El sonido de las olas. Y sobre ellas, estaban los suaves y elegantes sonidos acordes del bajo.

Una simple progresión armónica tocada usando el swing (T/N: En inglés es Shuffle rhythm buscando, pero buscando encontré que el Swing es una forma de Shuffle rhythm que se ajusta muy bien al tema, y no, no encontré una buena traducción), a continuación, el tartamudeo de mi ronca voz.

—…En realidad no puedo cantar, así que pueda que no pueda transmitir el sentimiento en ella. Esta es la apertura tocada en Mr. Big's <Green-Tinted Sixties Mind>. La canción quedará arruinada si los acústicos son muy intensos, así que mejor decidí usar solo el bajo para tocar los acordes…

Sempai presionó ligeramente su dedo contra mis labios, y cortó la palabra que seguía a continuación. Tomó la grabadora con la otra mano, como si tratara de escuchar mi canto con su sentido del tacto también.

Cuando terminó el último coro, Sempai se levantó de repente y me arrastro por la puerta de cristal. Solo me cubrí la cara con las manos. “Como había esperado, había interferido demasiado… Incluso para alguien tan increíble como Sempai, ella se había partido la cabeza tratando de conseguir el arreglo para la canción, sin lograrlo. Como podía alguien como yo salir con…”

—Joven. ¿Me ayudas a rebobinar la cinta?

Respondí con un ruido. Cuando levanté la cabeza, Sempai ya estaba parada frente a mí con su Les Paul en sus manos

—¿Qué?

—Quiero escucharla toda desde el principio.

Quedé atónito momento, solo mirando los ojos de Sempai, que ardían con pasión. Reaccioné y rápidamente presioné el botón de rebobinar; regresé la cinta hasta el principio, antes de reproducirla de nuevo.

Sempai agregó unas cuantas frases simples entre mi voz y el bajo. Más que llamarlos arpegios, eran como los susurros de la arena al ser arrastrada por las olas. Sempai y su guitarra se habían conectado a los ahogados tartamudeos del bajo en total naturalidad, así gravando una perfecta transición de melodía.

Cuando la canción hubo acabado, nos quedamos en silenció un tiempo. Solo se escuchaba el ruido de la cinta girando; y eso también llegó a su fin cuando el botón saltó al llegar al final de la sienta. Con la grabadora en selección, todo lo que se escuchaba eran las olas e insectos, así como el ocasional rugido de algún auto que pasaba a lo lejos.

—Tú tienes que ser quien cante esta canción. —dijo Sempai con voz tenue.

—…¿Eh? Pero…

-Entonces esa es la naturaleza de la canción eh… pero: ¿Porque no me di cuenta? Incluso aunque fui yo quien la escribió.

Sempai recargó la guitarra contra la mesa. Tras tallarse los ojos con los dedos, ella me miró. Tal vez era por la luz que la iluminaba desde atrás, pero parecía como si sus ojos estuvieran ligeramente húmedos.

—…Este…¿Sempai? ¿Estas enojada porque le hice arreglos y bajé el tono?

—¿Pero de qué estás hablando? ¡No estoy enojada! Ah, sí serás. ¿Podrías dejar de hablarme en el tono que usas para cantar? ¡Solo quédate en silencio un momento, o no seré capaz de contenerme de abrazarte muy fuerte!

Al instante me quedé callado. Sentí mi garganta ardiendo en ese instante.

—De cualquier caso, esta canción te pertenece a ti. Tú serás quine la cante cuando estemos en vivo. ¿Entendido?

La mirada de Sempai estaba fija en mí. Solo pude asentir con la cabeza ligeramente.

Lancé un ligero suspiro. Cuando Sempai finalmente apartó su mirada, me fue devuelta mi libertad.

—¿Por qué no me di cuenta antes? No lo conseguiré si uso mi propia voz. No espera, tal vez me había dado cuenta hace mucho…

De repente recordé lo que Mafuyu había dicho:

“Eso… lo que significa…¿pero era eso?

—…Mafuyu, ella…

—¿Humm? —Sempai giró la cabeza para verme. Sus ojos se veían ligeramente reojos.

“¿Pregunto o no?” El pensamiento pasó varias veces por mi cabeza. No sé porque no pude contenerme al decirlo.

—Mafuyu ya había dicho algo como eso. Que todas y cada una de las canciones que Sempai compone son para que las cante un chico. ¿Es eso cierto?

Con eso, levanté la cabeza para ver a Sempai. Esta vez, había una muy clara expresión depresiva en su cara; era como el cielo oscuro antes de la tormenta que se avecina. Sempai forzó una ligera sonrisa para alejar esa expresión decaída, luego murmurando:

—Ella es una chica muy lista.

Sempai sonrió ligeramente y levantó la cabeza para ver al océano de estrellas que atravesaba el cielo nocturno.

—Antes estaba esta persona; en la tercera banda en la que estaba. Pensé que él era mi Paul McCartney, pero… no era.

No recuerdo cuando fue, pero Sempai dijo algo como eso antes. John Lennon tenía a Paul McCartney, alguien que podía llamar su ‘otra mitad’. Igualmente, Sempai está buscando su propio Paul.

Antes había alguien al lado de Sempai: un chico. ¿Lo que quiere decir que hasta ahora, todas las canciones escritas por Sempai siguen atadas a esa voz?

—De cualquier caso, esa persona ya no está. Todos eventualmente me dejaran, y se alejaran de mi lado.

Sempai se cubrió sus hombros expuestos mientras susurraba. Mi cuerpo templo por el extraño escalofrío que sentí. De perfil, el rostro de Sempai pareció envuelto en nubes negras.

Todos se irán. Las bandas a las que Sempai solía pertenecer también desaparecieron.
Sempai solía decir cosas mitad broma con una expresión despreocupada en la cara, como si no le importara realmente nada.

Pero, si era verdad que nada de eso le importaba:
Esa no sería la expresión que había en su cara.

—…Está bien.

Tras escucharme decir eso, Sempai volteó la cara lentamente hacía mí. Sus ojos eran como el vidrio derritiéndose.

—Esta vez todo saldrá bien. Nosotros no desapareceremos. Digo; ¡Esta es la banda que tú misma comenzaste!

—Es verdad, pero… todo está saliendo tan bien, eso me está aterrando. La idea de mis compañeros dejándome uno a uno; pensar en quedarme sola de nuevo. Me siento intranquila cada vez que pienso en esas cosas. Está bien cuando no pienso en eso, pero sé muy bien; Sé que las personas fácilmente, muy fácilmente, solo, desapareen de repente un día y jamás vuelven. Eso ha ocurrido una y otra vez, y así…

—¿Sem…pai…?

En silencio Kagurazaka-Sempai puso la mano sobre la grabadora. La grabadora estaba en silencio, pero sus manos temblaban.

—Por eso he decidido seguir adelante. Sea en este campamento o cuando estemos en vivo, yo decidiré todo por mí misma. Tendré que actuar un paso más rápido en todo… para así no despertar de repente de este maravilloso sueño.

Ya no pude decir nada.

La gente desaparece fácilmente un día y ya; eso es algo que incluso yo sabía. Alguien secano a mí desapareció cuando solo tenía seis años, dejando me atrás con el hombre que solía ser mi padre. El hombre que es tan inútil como yo.

Pero aun así, no encontré que decir a Sempai. Si esa sobrecogedora confianza que nos impulsa a todos hacia adelante no es anda más que un acto y una fachada, entonces, la verdadera fuete del poder que todo lo puede lograr era algo increíblemente deprimente.

—Qué extraño… —la sonrisa que tenía Sempai era como el pálido cielo blanco que señala la llegada del amanecer—. Dije todo eso en voz alta. Tal vez es porque me siento tranquila. Tal vez esta vez, de verdad todo salga bien.

—…Va a salir bien.

Solo pude repetir esa línea.

—Mmm, verdad. Creo que ya encontré al Paul McCartney que me pertenece solo a mí.

La persona permanece junto a Sempai…

—…¿Hablas de… Mafuyu?

Sempai se quedó mirando fijamente a mi boca. Una rara expresión, mitad riza y mitad lagrimas apareció por unos instantes en su cara.

Cambió a una expresión de inverocimilidad poco después.

—La camarada Aihara siempre está diciendo que eres un idiota y una persona de cabeza dura…

“Demonios, ella habla a mis espaldas… Urm, no, momento, ¿será que…. Dije algo increíblemente estúpido?

—Este, perdón, quieres decir…

—Paul McCartney es un bajista, ¿Correcto?

—…Oh…

Las palabras de Sempai continuaron haciendo eco en mi cabeza. Por un momento, no pude entender el significado de esas palabras. Fue hasta que sentí el calor de las manos de Sempai cubriéndome que finalmente entendí.




—Urm, bueno… Pero…

—¿Pero- Qué?

Sempai acercó su cara. Su sonrisa regresaba a la confianzuda de siempre. En cuanto a mí, seguro lucia increíblemente avergonzado; era como si mi fuerza hubiera sido completamente drenada de mí.

—Pe-pero no soy bueno con el bajo…

—Mmm, eso lo sé. Tienes que practicar más fuerte para lograr convertirte en mi pilar.

—No puedo componer tan bien como lo hace Sempai…

—Para alguien que se apropió de mi melodía y la transformó por completo en algo propio, tienes una gran boca.

—Ugh… Pe-pero…

¿Cómo había terminado en este predicamento? Estaba quedando más y más confundido.

—¿Pero se supone que sea más como el secretario o algo, no? Puedo hablar grande de cosas si me lo propongo, pero todo en lo que he contribuido es conseguirnos a Mafuyu. Después de todo…

—¿No lo dije antes? Tenía mi atención sobre ti desde el principio.

“Si dijiste eso…”

Sempai aumentó su agarre sobre mis puños apretados.

—Te encontré entre los cientos de artículos que tu padre había escrito, ¿sabes? Si eso no es algo especial, entonces el resto de los encuentros de este mundo son nada más que pequeños accidentes.

Sempai continúo hablando mientras me miraba de perfil. Mi corazón estaba latiendo más y más rápido.

—Pueda que solo sea una excusa cuando te pedí que invitaras a Ebisawa Mafuyu a la banda. De hecho, tenía formas de lograrlo aunque tuviera que hacerlo personalmente. Son embargo, quería dejártelo a tú. ¿Entiendes lo que estos diciéndote, verdad?

“Por supuesto que lo entiendo. ¿Qué si ella no me usa para obtener a Mafuyu, sino completamente al revés…? No espera, pero… ¿Esta persona va en serio?” Su cara estaba tan cerca de la mía que casi podía tocarla con la punta de mi nariz. Su expresión también había regresado a aquella de un estafador que juguetea con sus manos. ¡Comencé a pensar que las lágrimas de hacía unos momentos podía ser solo un acto!

Con la cabeza hecha un caos, no pude quitarle la vista a los labios de Sempai.

—¿De verdad…vas en serio?

Finalmente escupí esas palabras de mi boca.

—Soy seria todo el tiempo.

Sempai bostezó de una manera tierna.

Justo entonces, alcance a escuchar un *pa* viniendo de detrás de Sempai.

Rápidamente me alejé de Sempai, casi me caigo de la silla en el proceso. Logré sostenerme con la mesa. Todo porque alcance a ver la silueta blanca de alguien desde detrás de la puerta de cristal. Esta persona desistió de cerrar la puerta, dejándola entre abierta. Con su cabello meciéndose junto a su cuerpo, estaba punto de regresar al salón.

Era Mafuyu.

Eché para atrás la silla y en cosa de nada me escurrí ente la andadura de la puerta de cristal. “Porqué me estoy sintiendo tan ansioso” No tenía ni idea.

—¿Mafuyu? —grité.

La persona en su piyama se detuvo en las escaleras de caracol.

—…El baño ya está libre. Ya puedes ducharte.

Su voz era tensa. Ni siquiera se molestó en mirarme. “¿Por qué? Escuchó mi conversación con Sempai? ¿Cómo?”

—Eh…Mafuyu-

Mi lengua se retorció en mi boca. No sabía si de verdad debía de detenerla. Todo lo que sabía era que había un aire gélido soplando sobre mi cara. “¿Está enojada? ¿Por qué está enojada?

—Entonces soy solo una excusa.

—…¿Qué?

—Nada.

Mafuyu procedió a subir corriendo las escaleras, fue directo a su cuarto y azotó la puerta. El escandalo hizo eco atreves del salón.

Me quedé parado al lado de la batería, mirando la solemne puerta que había devorado a Mafuyu.

La puerta al lado de la de Mafuyu se abrió apenas unos centímetros, revelando la cara soñolienta de Chiaki.

—¿Qué pasa? ¿Hay algún problema?

Negué con la cabeza. No me atrevía a ver a Chiaki a los ojos, solo podía seguir viendo la puerta de Mafuyu.

Detrás de mí escuché pasos, así como la puerta cerrándose. Pero; yo seguí atrapado ahí mismo, no pude ni girar la cabeza.
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