sábado, 18 de marzo de 2017
[Sayonara Piano Sonata v2] Capitulo 6: Con tal de no despertar del sueño.
By torbal11:55 p.m.esp, ligth novel, novela, novela ligera en español, sayonara, sayonara piano sonata, traducción
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Podía ver claramente las vetas de la
madera del techo. Por un instante no supe en donde me encontraba. Intenté
levantarme; casi me caí del sofá. La mantas cobijas estaban en el suelo; creo
que las paté cuando me dio calor.
“¿Huhum? Pelea de almohadas… ¿Hasta qué
hora estuvimos jugando?” Mi memoria estaba borrosa ya que ayer estaba jugando
completamente exhausto. Ni siquiera recuerdo en que momento bajé a dormir.
Me quedé sentado en el sofá. Mi
vista fue hasta el otro lado del salón; ahí pude ver la espalda de alguien con
cabello largo; sentada frente al piano.
Era Kagurazaka-Sempai.
Con sus delgados dedos, golpeaba las
teclas lo más ligeramente que podía; era como ver a alguien escribiendo sobre
la superficie del agua. Su canto se sobreponía al piano; era un sonido tímido
(si tal cosa podía venir de ella).
Fijé mi vista sobre su largo pelo,
que danzaba al ritmo de la canción, lo seguí haciendo hasta que la canción
acabó.
—…¡Buenos días! Estabas durmiendo
profundamente; roncando. ¿Estabas tan cansado? —una vez que la canción terminó,
Sempai se levantó de la silla y se volteó hacia mí—. Tu cara durmiendo era tan
linda. Estaba deliberando si darte un puñetazo o un beso para despertarte. Al
final, opté por despertarte con una canción.
“¿Por qué no consideraste opciones
más normales?”
—¿Sempai, también tocas el piano?
—¿Yo? Bueno, no realmente.
Sempai cerró la cubierta del
teclado, antes de caminar hacia mí y sentarse en el sofá junto a mí.
—¿Cómo estuvo?
—¿Cómo estuvo; qué?
—¿Estuviste escuchando todo este
tiempo, no?
—…Ah ¿Es una canción nueva? Claro,
la que mencionaste ayer.
Sempai asintió. Puse una pierna en
el sofá, y me tragué las palabras que estaba a punto de decir.
“Como se lo digo.”
—Por alguna razón, se siente como…
¿Como si fuera rebuscada; sobre trabajada?
—¿Hemm?
—La melodía es hermosa, pero suena
como el himno de una secundaria. Aburriremos a la audiencia; si tocamos eso en
el escenario.
Sempai se rió si reservas.
—Palabras interesantes son las que
escogiste, joven… pero entiendo lo que quieres decir. Esta canción no es la
indicada. —Sempai se apoyó en el sofá y miró hacia arriba—. Que idiotez la mía
al pensar en esas cosas justo ahora. Estaba pensando… que la pieza sería mejor
que fuera la Camarada Ebisawa quien la tocara en el piano.
—Bueno…
“¿Probablemente soy yo pensando de
más? Pero no creo que el piano deba ser usado en esta canción.”
—Hey, Jove. Creo que conseguí reunir
a los mejores miembros para esta banda. Pero eso me deja con tantas excelentes
opciones, poco a poco me vuelvo incapaz de encontrar mi propia música. Qué ironía.
Es tan doloroso: Justo porque ya no estoy sola; justo porque hay personas que
me rodean capases de hacer aquello que yo no puedo.
“¿Qué está pasando? ¿Por qué está
diciendo todo eso?”
—Sempai, has estado actuando raro
desde ayer.
—Humm, ¿En serio?
Sempai se rió como es usual; aunque
parecía un poco forzado.
—¡Tú no te preocupes! ¡Estoy muy
feliz de poder tener este campamento de entrenamiento con ustedes!
Entones Sempai se levantó y dijo con
una voz excepcionalmente alegre:
—Joven, tengo hambre. ¡La Camarada
Aihara llegara pronto de su caminata, así que apresúrate y comienza a preparar
el desayuno! Iré a despertar a la Camarada Ebisawa con un beso de buenos días.
Justo cuando estaba por bloquearle
las escaleras a Sempai, una puerta del segundo piso se abrió. Mafuyu salió
caminando en piyama mientras se tallaba los ojos soñolientos. “Eso estuvo
cerca”
***
—¡Hoy tenemos que comer onigiri en
la playa!
Chiaki dijo, para cuando terminemos
la práctica de la mañana. “Sí sí, entendido”
—Sabía que dirías eso, así que ya
preparé el arroz. También llené los termos con té.
—Wow, es impresionante, Nao. ¿Tienes
telepatía o algo? ¿Cómo supiste que quería almorzar en la playa?
—No puede ser más obvio al verte. Ya
hasta inflaste los flotadores.
—Joven, prepara más omelets. ¡Tus
platillos que llevan huevo son algo notable!
Mientras iba diciendo eso, Sempai
estaba sacando el equipo de playa del depósito, ahí pude ver una silla
plegable. “Estas chicas les emociona bastante irse a jugar eh… ¿No fue ella la
que dijo que una canción no es suficiente?”
Mientras estaba en la cocina preparando
el arroz, escuché los pasos de dos personas subiendo las escaleras. Poco
después, las escuche bajando nuevamente.
—Nao, ¡Ve a ver! —Una voz me llamó
desde atrás.
Saqué la cabeza para mirar al salón,
y lo que apareció frente a mí fue la escena de Chiaki y Sempai en sus trajes de
baño. “Uwaa” Aunque solo el día anterior las había visto con la mitad de ese
atuendo, el impacto de estarlas viendo de cuerpo entero era simplemente otra
cosa.
El traje de Chiaki traía un pareto
en la cintura, algo que me pareció algo infantil. Estaba cargando un gigantesco
flotador así como un muñeco inflable con la forma de una ballena asesina. Como
estaba parada junto a Sempai, cuya figura rivaliza a la de una modelo, el
resultado era muy claro… El contraste entre las dos (en muchos aspectos).
Además, se veía la batería, los enormes amplificadores Marshall detrás de
ellas: Era una escena surreal…
—¡Hey, espabila! ¿No sientes alguna
emoción al vernos?
—Bueno… ¿Porque no se visten así
durante nuestra presentación?
—¿Sempai; Qué fue lo que dijo?
—Mmm, lo podemos considerar.
“No se lo tomen en serio.”
Chiaki se volteó buscando a Mafuyu,
quien estaba sentada en el sofá afinando su guitarra.
—Mafuyu, apresúrate y cámbiate.
—Mafuyu negó con la cabeza.
—Mejor practiquemos.
Desde la asamblea de ayer (N/T:
Habla de cuando estaban practicando), Mafuyu se convirtió en una fanática del ensayo.
Hoy es lo mismo; se reusaba a dejar su guitarra desde el desayuno. Parecía
estar en su típico mal humor, pero creo que era porque no pudo practicar a
pesar de que quería. No creo que tuviera nada de malo.
—A demás, no puedo nada.
—¡Pero trajiste un traje de baño!
Chiaki redobló su ataque en contra
la cobarde de Mafuyu.
—¡Mooo, Mafuyu jamás se ha unido a
la banda!
Mafuyu pareció como si estuviera en
shock. Miró a Chiaki, Sempai y a mí.
“No hay porque ser tan severos”
Mientras pensaba Mafuyu se levantó.
—…Entiendo. Regreso, voy a cambiarme.
Entonces subió las escaleras a su
cuarto.
—Nao, también ve a cambiarte.
Chiaki me pateó en la espalda.
—¿Qué? Yo también.
Nadar no es algo que disfrute
particularmente.
—¡Pero claro! ¿Para qué otra cosa
pensaste que vinimos a la playa?
Sempai siguió con:
—Tú eres un chico, así que está bien
si te nos unes usando solo tu ropa interior.
—¡Para nada! Entiendo, ustedes adelántense.
Luego mandaré el onigiri.
Para los chicos es fácil cambiarse
al traje de baño, y no tenemos que aplicarnos esas cosas molestas en la piel.
Debido a eso, Mafuyu no salió de su
cuarto incluso después que terminara con el onigiri y empacar los omelets en el
aluminio. Probablemente Mafuyu requería más tiempo debido a su mano. Teniendo a
una chica cambiándose en el piso de arriba, mientras preparaba comida; de algún
modo, toda esa situación se sentía extraña.
Me pareció que sería extraño si me
quedaba esperando que Mafuyu terminara, así que me dirigí al segundo piso. “¡Me
adelantaré!” Me puse una sudadera y me marché a la playa.
Mafuyu llegó un rato después, y al
ver el traje de baño color violeta debajo de su (capucha), finalmente entendí
la persistencia de Chiaki: Ambos bañadores era del mismo estilo. Solo cambiaban
los colores.
—¡Nao, tómanos una foto!
Chiaki corrió hacia Mafuyu
entusiasmada.
—¿Joven, que hago? Me encuentro en
un predicamento.
Sempai yacía bajo la sombrilla a mi
lado. Me habló en tono dulce tras mirar a Mafuyu, y a Chiaki.
—¿Qué predicamento?
—Ambas son simplemente demasiado
hermosas. Que dolor de cabeza.
“¡Esperas que conteste eso? ¡Solo
quédate dormida!
Extendimos nuestra toalla en una
pequeña área con arena entre las rocas grandes, y nos sentamos para almorzar.
Debido al pequeño espacio, fácilmente podía ver la tersa piel de Mafuyu desde
cerca. Y también estaba la bronceada piel de Chiaki, y Sempai… de cualquier
caso, fui el único que almorzó mirando la pared del acantilado. Pero, ella no
tenían intención de dejármela tan fácil.
—Nao, quiero comer umeboshi (T/N: Ciruelas secas), ayúdame
a pelarlas.
—¡Pélalas tu misma!
—Joven, derramé té en mi bañador.
¿Puedes limpiarlo por mí?
—¡Límpialo tú misma Sempai!
—Naomi, ayúdame a envolver las
algas. (T/N: Se refiere a las algas marinas de las bolas de arroz, eso verde
oscuro que decora el onigiri)
—Envu… —Me detuve en seguida, Mafuyu
sí que no podía hacer eso por sí misma. No con solo una mano útil. Había
preparado los onigiri como lo harían en la tienda de conveniencia; empacando la
alga por separado del arroz. No había pensado bien eso.
—¡Nao, la estas consintiendo
demasiado! Tienes que dejar que Mafuyu haga cosas por sí misma. —“¿No eres peor
tú?”—. Por lo tanto me comeré esto…
—¡No lo hagas!
Chiaki y Mafuyu se lanzaron hacia el
onigiri envuelto que tenía en mi mano al mismo tiempo, lo que terminó con las
dos chocando conmigo y aplastándome en el suelo. “¡¡Hey. Nos estamos tocando en
muchas partes, y duele!!” Mientras luchaba por respirar bajo el estomagó de
Chiaki, Sempai me quitó el onigiri y se lo comió.
—Una solución pacífica. ¿Me puedo
sentar hasta encima?
—Detente por favor. Moriré
aplastado.
Arrastrándome salí de debajo de
Mafuyu y Chiaki, e inmediatamente escape hasta donde pudiera recobrar el
aliento.
“No recordaba que el pecho de Chiaki
estuviera tan bien desarrollado, cuando fue que cre… No espera, ¡En que cosas
estás pensando? Cálmate. Respira hondo.” Seguía gateando cuando mire hacia
atrás, ahí estaban, Chiaki y Mafuyu mirándose la una a la otra. Una vez más,
verlas a ambas en traje de baño inundó mis ojos; durante un rato mi cerebro no
me dejó regresar a la toalla.
Tras ese almuerzo quedamos todos
sudados; Chiaki arrastró a Mafuyu a la playa, mientras era obligada Mafuyu puso
una expresión de desagrado y dijo: ‘¡Pero ya dije que no puedo nadar.
—¡Ya te dije que no hay problema!
¡Solo aférrate a Torajirou! —dijo Chiaki
mientras le daba unos golpes al inflable ballena acecina. “Entonces le pusiste
nombre…”
—Pero…¿Qué hago si me caigo?
—Nao y yo estaremos ahí a tu lado.
¿No es así?
“Eh, ¿Tengo que ir también?”
—Uh…
—Hummm, ¿Estas tratando de romper la
unidad de la banda otra vez?
Mafuyu finalmente asintió a
regañadientes. “Parece que podemos hacer que haga todo lo que queramos mientras
mencionemos la unidad de la banda.”
Chiaki ya le había quitado su
chaqueta. Mafuyu se aferró fuertemente a la ballena Torajirou; una expresión de
miedo apareció en su cara al instante que la punta de sus talones hizo contacto
con el mar.
—Será más peligros si sigues
doblando tus piernas. ¡Te vas a caer! —Dijo Chiaki exasperada.
—Pero me voy a mojar…
—¡Estamos en el mar; definitivamente
te vas a mojar!
—¡Ah, espera!
Chiaki empujó a Torajirou hacia el
mar sin vacilar.
—Nao también. Rápido.
Fui hacia el agua rápidamente y me
puse a nadar a la izquierda de de Torajirou para ayudar a mantenerlo en balance.
Accidentalmente toque el muslo de Mafuyu solo un instante: Retraje mi mano rápidamente
por la sorpresa, accidentalmente me ahogo por hacer eso. Las tersas piernas de
Mafuyu, su increíblemente delgada cintura; estaban tan cerca que podía
tocarlas. No me atrevía a voltear, lo único que me quedaba era seguir mirando a
la nariz de la ballena acecina. Podía sentir mi corazón estaba latiendo con fuerza
en medió del frio océano.
Mafuyu cerró los ojos mientras se
agarraba fuerte del inflable. Incluso estuvo temblando un buen rato. El agua ya
me llegaba a los hombros a pesar de que nos habíamos movido una corta distancia
a la playa. Como traía puestas un par de sandalias, ocasionalmente sentía los
afilados bordes de las rocas debajo de mí.
***
—Esta tan fría… —murmuró Mafuyu.
—¿Pero se siente bien, verdad? —dijo
Chiaki desde el otro lado.
Mafuyu abrió los ojos tímidamente.
Como Chiaki había estado nadando sin parar, ya estábamos a una distancia considerable
de la playa. En ese punto, pudimos ver los contornos del rompeolas creado al
amontonar los bloques disipadores de olas. Un montón de nubes comolusnibus se estaban
reuniendo justo encima de él. Las olas constantemente nos embrujaban a la
playa; nadamos contra la corriente para alejarnos más.
Lo que apareció frente a nosotros
era una extensión del absoluto azul del mar, un azul cielo infinito, al igual
que blanco que se desbordaba de la intersección al horizonte de los dos. Sentí
que mis miembros se disolvían en la fresca agua del mar; lo único que me
aseguraba que estaba vivo era mi sentir mi corazón latiendo.
—……Es hermoso.
Fueron las palabras que escaparon de
los labios de Mafuyu. En todo momento desde que alcanzamos el agua, Mafuyu me
había estado agarrando firmemente del brazo, y sentí durante todo el camino,
como poco a poco el temblor en su mano iba despareciendo.
Me impulsé y me senté en la aleta
izquierda de la ballena acecina; escaneé la superficie del mar.
Las aguas que se extienden hasta el
infinito eran del mismo tono que los ojos de Mafuyu.
“Como me gustaría que el tiempo
pudiera detenerse justo ahora.”
“Si el cielo por siempre fuera así
de claro; Mafuyu y yo probablemente lograríamos ir nadando asía donde quisiéramos.”
Sin embargo, mis pensamientos
regresaron bruscamente a la realidad por la voz de Chiaki.
—Ahora lo que sigue: Tendremos que
hacer que Mafuyu se acostumbre a tener contacto con el agua.
—¿Eh? Kyiia…
El infalible se sacudió violentamente,
agua salpicando llegó a mis oídos. Rápidamente tomé a Mafuyu del brazo para
sostenerla.
—¡De-Detente!
—¡Está bien, solo es agua de mar!
Chiaki comenzó a salpicar agua al
cuerpo de Mafuyu. Por el sondo de su voz, se escuchaba muy contente. Mafuyu se
movía, buscando evadir los ataques. Tuve que desperdiciar un esfuerzo
considerable en mantener el balance de la ballena. Pero ya esta vez, Mafuyu también
estaba contestando a los ataques de Chiaki.
Habiéndose divertido al molestar a
Mafuyu, Chiaki dijo desde el otro lado de la ballena acecina.
—¿Ya es hora de que regresemos?
—Quiero regresar tan pronto como
pueda. —la voz de Mafuyu sonó como si estuviera al punto del llanto.
—Nao y yo regresaremos nadando
primero. ¡Da lo mejor junto con Torajirou!
—¡No lo hagan!
Con la cara pálida, Mafuyu me apretó
con toda su fuerza el brazo; tanto que sus uñas se estaban clavando en la palma
la mano.
***
Pese a que ya nos habíamos divertido
en la playa, el son veraniego seguía brillando en el cielo. Cuando todos terminaron
de darse una ducha, Sempai nos indicó que “tómense un descanso”, antes de
encerrarse ella misma en su cuarto; vi que se llevó su guitarra con ella, así
que pensé que probablemente tratara de componer una canción.
Los suministros de comida casi se habían
agotado, decidí hacer algunas compras.
***
Justo cuando regresaba a la villa
cargando las bolsas de plástico en la mano, escuché el sondo del piano viniendo
desde adentro.
“Piano”.
Cuando pasé el bosque, pude alcanzar
a ver el balcón. Sentada frente al piano estaba una persona con largo cabello
color marrón, que se mecía lentamente con el gentil tempo del acompañamiento.
Probablemente fue que escuchó pasos;
Mafuyu cerró la tapa del teclado y se levantó. “Sus oídos son tan agudos como
siempre”.
“¿Qué canción estaba tocando?”
Cuando abrí la puerta y entre el
salón, Mafuyu agitaba con fuerza la cabeza pese a que no le había preguntado
nada.
—Escuchaste mal. No fue nada de
nada.
Eché un vistazo al rededor. Chiaki
dormía en el sofá con el cuerpo acurrucado. Supuse que estaba muerta de
cansancio tras su caminata de la mañana, la práctica y nadar. Viendo su pésima
postura el dormir (estaba a punto de caerse de cabeza contra el suelo), la
acomodé en el sofá, y le cubrí la barriga con una manta. Sin importar que tanto
calor haga, no debes dormir con el estómago descubierto.
—¿Sempai… Eh, sigue arriba?
—pregunté a Mafuyu mientras colocaba las compras en el refrigerador.
—No escuché la guitarra; pueda que
este durmiendo.
“Ya veo, se escucha como una buena
idea ir y tomar una siesta. Ah, no espera; esta podría ser mi única oportunidad
de hablar con Mafuyu a solas, como Chiaki nos interrumpió ayer al invadir su
cuarto.”
Para cuando regresé de la cocina al
salón, Mafuyu había salido al balcón. Estaba tocando de nuevo la melodía que
había tocado en el piano usando so Stratocaster, solo que sin conectar al
amplificador. Tome mi bajo y también salí por la puerta de cristal.
—¿Es la composición de Sempai;
¿Verdad?
Mafuyu asintió.
—Esta es la primera vez que la banda
escribe una canción de amor; probablemente no tenemos mucho concepto de ello. ¿Cómo
podemos componer una canción?
—No sé porque, pero de algún modo,
se siente como si todas las canciones de Kyouko fueran completamente
incompatibles con su propia voz.
Miré a Mafuyu con sorpresa.
—…¿Qué?
Mafuyu ladeó la cabeza con cara de
confusión.
“¿Desde cuándo comenzó… a llamar a
Sempai por su nombre? Eso significa…no, no creo que sea el caso.”
—Estabas hablando de ser
incompatibles… ¿Qué quieres decir?
—Creo…
—Cuando ella compone canciones,
—Mafuyu levantó la vista al segundo piso mientras hablaba—. Kyouko debe de
haber estado componiendo para un cantante de voz masculina.
—Pues…
Tras escuchar a Mafuyu, pensé que podía
estar en lo correcto. Sempai deliberadamente baja su tono cuando canta; me
preguntaba porque no había puesto atención en todo este tiempo.
—Y por eso… ya no puede ocultar eso
con su voz, si la canción es lenta.
Hice un ‘Oh-’, y no pude evitar
mirar a Mafuyu un largo tiempo. Pensando en eso con cuidado, esa chica había
estado creciendo en el mundo de la música desde que nació; tal vez esa era la razón
de que notara esos minúsculos detalles.
Mafuyu no continuó más lejos que
eso. Era mi turno de entrar en escena. Si quería que prevenir que la canción
quedara destruida, tenía que apoyar la voz de Sempai. ¿Solo tenía que averiguar
cómo?
Abracé mí bajo un rato pero no llegó
ninguna idea. De repente caí en la ilusión que el polvo se estaba apilando
sobre mis hombros, impidiendo que pudiera moverme.
—Paro creo que el piano hará las
cosas aun peor.
Levanté la cabeza vacilante cuando
escuche a Mafuyu decir eso.
—…¿Escuchaste… la canción de la
mañana?
—¿Eras tú la que estaba tocando; en
la mañana digo?
—Nop; era Sempai.
—Ya veo.
Mafuyu puso su mano inmóvil en la
mesa. A pesar de ser alguien que muestra fácilmente sus emocione en el rostro
cuando está enojada o a punto de llorar; no pude leer la expresión que Mafuyu
tenía en ese momento.
—¿Mafuyu; no lo… odias?
Traté de preguntar. Mafuyu giró la
cabeza para mirarme.
—¿Odiar qué?
—El piano. ¿Hace rato estabas
tocando, no?
—Ya he decidido ya no pensar en esas
cosas.
Lo que quería decir que no hace
mucho había estado pensando en eso. Recuerdo que ya ni siquiera escogió música
como su electiva.
—Lo que es más, hay indicios de mí
tocando el piano en todo el mundo. No tiene caso que me tape los oídos y trate
de ignórame a mí misma.
—Es una forma peculiar de mirar las
cosas…
—Como Papá definidamente pondrá mi
CD cuando está en casa. No seré capaz de aguantar si no pienso de esa manera.
“¡Ebichiri… eso es demasiado! ¡Por
eso no hija te odia!”
—Si es así, entonces… —escogí mis
palabras con cuidado—. Si tus dedos se mueven de nuevo: —me detuve a media pregunta
para echar un vistazo a la expresión de Mafuyu. Probablemente no se veía
enojada. Probablemente—. …¿Tocarás el piano de nuevo?
—¿Papá te pidió que me preguntara
eso?
—¡Ugh! —hice un sonido raro por
accidente. “¡Mierda, me descubrieron!”
—Papá dijo que fue a tu casa, y dijo
que eres mucho más decente de lo que había pensado.
“¡Entonces fue Ebichiri quien le
dijo eso! Pero bueno… tampoco hay nada de malo en eso. Digo, debió haberle
dicho la razón de su súbito cambio de parecer cuando la dejó venir. ¿Ahora qué
hago? ¿No hay punto en ocultarlo por cómo se han puesto las cosas.”
—Mmm, algo como eso. Pero no es solo
por eso…
Yo también quería escuchar a Mafuyu
tocar el piano de nuevo. Ya se lo había dicho antes, pero no recibí ninguna respuesta.
—¿Quieres escucharme tocar el piano
de nuevo?
Mafuyu tomó la iniciativa he hizo la
pregunta; lo que me sorprendió un montón. Quedé sin habla un momento, antes de
finalmente responder asintiendo la cabeza en silencio.
—Pero… ¿Ya escuchaste todos mis CDs,
verdad?
—¿Ese no es el punto, verdad? No
gravaron las piezas que quiero.
—¿Por ejemplo?
—Cosas como <Les Adieux> de
Betoben. En una entrevista dijiste que te gustaba esa canción. ¡Quiero escuchar
la grabación completa con claridad! La calidad del audio en la cinta que me
mandaste no es nada buena. También está <Waldstein> aunque esa no me
gusta mucho, solo que faltaría algo si no la gravas en CD. En cuanto a
¡<Appassionata>, también tienes que tocarla como se debe! Félix
Mendelssohn… cuando menos tienes que grabar toda su serie <Lieder ohne
Worte>. Y además de todo eso, espero que puedas hacer las grabaciones de las
técnicas de fugue para el piano… ¡Umh, espera… ese no es el punto!
Sin me diera cuenta, estaba hable y
hable de mis propios sentimientos, incluso Mafuyu se rió de mí. “Moo, supongo
que ya no puedo continuar si vas a hacer eso.” Cerré mi boca descontento y dejé
que mi vista escapara hasta mi bajo.
—…¿Pero, no estoy en una banda para
tocar el piano, verdad? Porque aquí yo soy una guitarrista. —murmuró Mafuyu.
—¿Ah? He, no…
—Así que de momento no hablemos de
esto. Porque yo misma no sé.
De algún modo sentí que Mafuyu había
malentendido algo.
“¿Si componemos una canción en el
futuro que necesite acompañamiento de piano, y si los dedos de Mafuyu han
sanado para entonces; no lo natural sería querer que Mafuyu lo tocara? No
espera, no puedo ponerlo así…”
El problema no yacía en si ella era
la guitarrista o la pianista.
Intenté preguntarle una vez más:
—Por cierto… ¿Resolviste los
problemas que tenías con la banda?
—¿Qué?
—¿Ya la habrás encontrado:… tu razón
para unirte a la banda, no? —esa fue la promesa entre Mafuyu y yo. Pero lo que
pasó fue que negó con la cabeza—. ¿No la has encontrado aún? Ya estábamos…
—¡Eres tú…! —Mafuyu interrumpió
abruptamente mis palabras—. ¡Es porque tú no lo entiendes!
Me quedé perplejo.
—¿Estás diciendo… que yo no
entiendo?
—Tú no me entiendes.
Mafuyu se me quedó viendo con
algunas lágrimas en los ojos. Por supuesto; jamás la había entendido muy bien,
incluso ahora. -Eso…eso no tiene nada que ver con lo que estamos contando;
¿Correcto?—
Repentinamente Mafuyu giró la cabeza
hacia el bosque. Desde ahí, solo le pude preguntar mascullando desde mi boca.
—¿Entonces cual fue tu razonamiento
para unirte?
—…¿porque eh? Es porque Chiaki y
Sempai me invitaron a unirme.
—No lo dije en ese sentido.
“Si no es lo que querías decir; ¿qué
otra razón puede haber para unirme? ¿Para tocar el bajo? ¿Y bombear la sangre a
las manos y las piernas? ¿Es suficiente verlo de esa manera? ¿Porque tenía que
ser Mafuyu? ¿O porque tenía que ser yo? ¿Tiene que existir una razón más
profunda?”
Lo vi como una epifanía: No podía
estar ahí únicamente para tocar un instrumento musical. Si existía una razón
para que alguien como yo, que tiene un nivel tan dramáticamente diferente al
resto; entonces sería la forma en la que veo cosas que Sempai no nota desde su
perspectiva. Cosas de las que ella no se dará cuenta sí no lo las siente en el
corazón; el sonido que no será capaz de imaginar si no está sosteniendo el bajo
entre sus manos.
—…¡Ah!
Justo en ese momento, una canción
súbitamente llegó a mí mente.
Casi podía escuchar el producto
final al imaginar nuestra música entretejida con el canto de Sempai. Tome el
bajo una vez más. Al hacer eso, dejé lo que iba a decir a un lado.
En ese entonces, había planeado
decir algo muy importante a Mafuyu. Debí haberlo hecho. De ser así, entonces
tal vez no nos habríamos pasado de largo.
Pero no era posible, el yo de ese
entonces ya había sido absorbido por la música. Estaba ocupado tratando de
reproducir el sonido en mi cabeza, rasgueando las cuerdas con los dedos.
“¿Logré materializarlo? No lo sabré hasta que lo grave y lo reproduzca”.
Teníamos una grabadora por ahí, pero Sempai y Chiaki estaban durmiendo. Lo que
es más, sentía que me moriría de vergüenza si fallaba, así que preferí
intentarlo cuando estuviera solo.
—¿Qué está pasando?
Preguntó Mafuyu de repente.
Probablemente encontró extraño que me agitara de repente.
—Mmm… Quiera intentar algo. Si se
pudiera, quiero gravar algo, pero molestaré a las otras chicas.
Mafuyu me miró con sus ojos húmedos.
En ese momento debí de haber notado ese ligero semblante de culpa y dependencia
hacía mí en sus ojos. Pero no lo hice; solo vi como Mafuyu se levantaba de la
silla y abría la puerta de cristal. La escuché subiendo y luego bajando las
escaleras. Antes de notarlo, ya había regresado al balcón.
—Usa esto.
Mafuyu sacó una grabadora que tenía
guardada en una caja desgastada de piel sintética negra. Ese era el preciado
objeto que su madre le había dejado; el mismo que le ayudé a reparar.
—…¿Si lo puedo tomar prestado?
-No grava con tanta claridad, pero
se pueden gravar muchas cosas.
Como era una grabación de prueba,
era más que suficiente. La grabadora aún no se había estropeado. Mafuyu la
había estado usando con mucho cuidado; eso me hizo un poco feliz.
Regresé el bajo al estuche. Luego
metí el mini-amplificador y la grabadora en los bolsillos del estuche. Me
dirigí al barandal del balcón.
—¿A dónde vas? —Mafuyu sonó como si
estuviera al borde de las lágrimas.
—¿Pues? Este… voy a un lugar en
donde no moleste a nadie aunque cante.
—En-entonces yo también…
“Ho, no puedes. ¿Qué hago si el
intento termina en fracaso? ¡No podré con la vergüenza!”
—Como las chicas siguen dormidas,
mejor quédate.
Mafuyu se mostró visiblemente
deprimida, pero no entendí porque. Me alejé de la villa, pasando los cantos de
las cigarras, y me dirigí a la villa.
***
Regresé a la villa cuando el sol
estaba por ponerse. La puerta se abrió justo cuando estaba por tocar el
picaporte. Chiaki asomó la cabeza por la hendidura de la puerta, y dijo mostrando una expresión tal cual si
fuera a darme un puñetazo:
—¿Nao, regresaste? Vaya vaya, ¿A dónde
fuiste? ¡Tengo hambre!
Chiaki me metió a la villa con
bastantes ánimos. Vi a Mafuyu sentada en el sofá visiblemente exhausta
abrazando su guitarra.
—¿Sempai sigue enclaustrada en su
cuarto?
—Mmm, entonces nosotras tenemos que
practicar por nuestra cuente. Hey, ¡Mafuyu, comencemos!
Chiaki se sentó detrás de la batería,
y gentilmente giro sus baquetas. Mafuyu se veía completamente desgastada;
intentó levantarse tambaleándose, y solo logró caer de nuevo a un lado de donde
estaba antes. “Ve a tomar un descanso si estas tan cansada.”
Aun así, justo cuando entraba a la
cocina con intención de preparar estofado de vegetales, Chiaki comenzó a tocar
la batería por su cuenta. Era el hi-hat de una semicorchea, la cual sonaba como
el zumbido de un mosquito. Ya sabía de qué canción se trataba solo por esa
pequeña parte. Mafuyu se habrá dado cuento al instante, supongo. Apenas después
de los beats estaba un solo de
guitarra, el cual sonaba como alguien yendo descalzo cuesta abajo en una
montaña de picos.
Es <He Man Woman Hater>. Un escalofrió
recorrió mi espalda, haciendo que se me erizara la piel.
Que milagro fue ese: todo lo que
Chiaki necesitó fueron cuatro barras de sus tambores para enviar sus
pensamientos a Mafuyu. Ese poder formar las bases de las sesiones de práctica
en esta banda.
Mafuyu y Chiaki tocaron se hizo
interminables, como un caleidoscopio. De repente sentí como si hubieran
agregado la apertura de <The Marriage of Figaro>. Y conforme la melodía ascendía
en espiral a la sima, Chiaki metió <Paradise City> por Guns N’Roses.
Gentilmente toque la grabadora de
Mafuyu y la coloque sobre el refrigerador.
“Mafuyu ya se encuentra mejor. Yo
debería ser quien se preocupe por ‘una razón para perteneces a esta banda’. ¿Probablemente
no sea capaz de hacer mucho en la presentación, verdad? Cuando llegue el momento,
tendré que hacer aquello que puedo.”
Lo grabe varias veces, y también la
escuché múltiples veces. No podía saber si sería exitosa. No sentía mucha confianza
en mí mismo.
Después de la cena, Chiaki dijo que
quería jugar con fuegos artificiales. Había preparado esas pirotecnias que
prendes desde el suelo. Esa chica era realmente meticulosa en cosas como esas.
—No sostengas eso con las manos.
Chiaki inmediatamente dio replica cuando
le advertí.
—¡Así es más interesante!
—¡Ya causaste un fuego al jugar así
cuando estábamos en primaria!
Era una villa prestada; no quería
pensar en qué hacer si algo pasaba.
Mafuyu casi estaba en lágrimas luego
de asustarse con los buscapiés. Chiaki junto los escupidores juntos y un
absurdo manojo. Ya era bastante noche cuando termínanos con todos los fuegos
artificiales.
Una vez más, se suponía que fuera el
que tomara su ducha al último. Y tras terminar de lavar la ropa, aun me quedaba
regresar al lugar a limpiar la basura de cuando estábamos jugando con la
pirotecnia. Un fuerte olor a pólvora se sentía en el aire frente al balcón. Es
un olor que aparece solo en las noches de verano, pero a veces ese olor si me
gusta bastante.
Al final, no tuve la oportunidad de
mostrarle a Sempai la grabación que había hecho, tuve la grabadora en mi bolcillo
todo el tiempo. “¡Demonios, todo es culpa de Chiaki!”
Me encontraba revisando los
arbustos, buscando cualquier resto de pirotecnia; escuché el ruido de la puerta
de cristal abriéndose.
—De verdad lamento hacerte hacer
todo, joven.
Parecía que Sempai acababa de salir
de la ducha. Ella estaba usando una camiseta sin mangas y un par de shorts.
Mientras secaba su cabello con la
toalla, se sentó en la baranda del balcón.
—¿El baño quedo despejado?
—Aun no. La Camarada Ebisawa sigue
en la ducha. Probablemente ella misma venga a informare cuando termine con su
baño.
Cuando terminé de regar agua al
rededor, mi dirigí al balcón con el cuento en mi mano, me senté en una silla a
distancia de Sempai, a quién el pelo mojado se le estaba pegando a las ares
expuestas de su pecho. No me atreví a mirar. Pero fue entonces, que Sempai tomó
la iniciativa y se acercó a mí. Me comencé a sentir nervioso cuando se sentó
justo junto a mí.
—Por algún motivo, es como si el
Joven es quien nos ha estado cuidando durante este campamento.
Sempai se colgó la toalla sobre los
hombros y mostró una sonorilla de flojera. No me pareció que lo que dijo fuera
algo que ella usualmente diría, y eso me hizo dudar de que responder.
—…No te fijes. Ya estoy acostumbrado
a hacer todo.
“Ah, verdad. No puedo simplemente
irme a dormir. Levanté el cuerpo ligeramente y saqué la grabadora de mi bolcillo.
—Pues…. Traté de gravar algo
mientras estaba fuera.
—¿Humm?
—La canción que compuso Sempai.
Aunque solo soy yo cantando el acompañamiento con el bajo.
Sempai se me quedó viendo como si una
alguna clase de brillante y preciado objeto antes de presionar el botón del
reproducir en la grabadora. Estábamos escuchando el sonido de la cinta girando
así como el rítmico sonido de fondo. Y entonces…
El sonido de las olas. Y sobre
ellas, estaban los suaves y elegantes sonidos acordes del bajo.
Una simple progresión armónica
tocada usando el swing (T/N: En inglés es Shuffle
rhythm buscando, pero buscando encontré que el Swing es una forma de
Shuffle rhythm que se ajusta muy bien al tema, y no, no encontré una buena
traducción), a continuación, el tartamudeo de mi ronca voz.
—…En realidad no puedo cantar, así
que pueda que no pueda transmitir el sentimiento en ella. Esta es la apertura
tocada en Mr. Big's <Green-Tinted Sixties Mind>. La canción quedará
arruinada si los acústicos son muy intensos, así que mejor decidí usar solo el
bajo para tocar los acordes…
Sempai presionó ligeramente su dedo
contra mis labios, y cortó la palabra que seguía a continuación. Tomó la grabadora
con la otra mano, como si tratara de escuchar mi canto con su sentido del tacto
también.
Cuando terminó el último coro,
Sempai se levantó de repente y me arrastro por la puerta de cristal. Solo me
cubrí la cara con las manos. “Como había esperado, había interferido demasiado…
Incluso para alguien tan increíble como Sempai, ella se había partido la cabeza
tratando de conseguir el arreglo para la canción, sin lograrlo. Como podía
alguien como yo salir con…”
—Joven. ¿Me ayudas a rebobinar la
cinta?
Respondí con un ruido. Cuando
levanté la cabeza, Sempai ya estaba parada frente a mí con su Les Paul en sus
manos
—¿Qué?
—Quiero escucharla toda desde el
principio.
Quedé atónito momento, solo mirando
los ojos de Sempai, que ardían con pasión. Reaccioné y rápidamente presioné el
botón de rebobinar; regresé la cinta hasta el principio, antes de reproducirla
de nuevo.
Sempai agregó unas cuantas frases
simples entre mi voz y el bajo. Más que llamarlos arpegios, eran como los
susurros de la arena al ser arrastrada por las olas. Sempai y su guitarra se
habían conectado a los ahogados tartamudeos del bajo en total naturalidad, así
gravando una perfecta transición de melodía.
Cuando la canción hubo acabado, nos
quedamos en silenció un tiempo. Solo se escuchaba el ruido de la cinta girando;
y eso también llegó a su fin cuando el botón saltó al llegar al final de la sienta.
Con la grabadora en selección, todo lo que se escuchaba eran las olas e
insectos, así como el ocasional rugido de algún auto que pasaba a lo lejos.
—Tú tienes que ser quien cante esta
canción. —dijo Sempai con voz tenue.
—…¿Eh? Pero…
-Entonces esa es la naturaleza de la
canción eh… pero: ¿Porque no me di cuenta? Incluso aunque fui yo quien la
escribió.
Sempai recargó la guitarra contra la
mesa. Tras tallarse los ojos con los dedos, ella me miró. Tal vez era por la
luz que la iluminaba desde atrás, pero parecía como si sus ojos estuvieran
ligeramente húmedos.
—…Este…¿Sempai? ¿Estas enojada
porque le hice arreglos y bajé el tono?
—¿Pero de qué estás hablando? ¡No
estoy enojada! Ah, sí serás. ¿Podrías dejar de hablarme en el tono que usas
para cantar? ¡Solo quédate en silencio un momento, o no seré capaz de
contenerme de abrazarte muy fuerte!
Al instante me quedé callado. Sentí
mi garganta ardiendo en ese instante.
—De cualquier caso, esta canción te
pertenece a ti. Tú serás quine la cante cuando estemos en vivo. ¿Entendido?
La mirada de Sempai estaba fija en mí.
Solo pude asentir con la cabeza ligeramente.
Lancé un ligero suspiro. Cuando
Sempai finalmente apartó su mirada, me fue devuelta mi libertad.
—¿Por qué no me di cuenta antes? No
lo conseguiré si uso mi propia voz. No espera, tal vez me había dado cuenta
hace mucho…
De repente recordé lo que Mafuyu
había dicho:
“Eso… lo que significa…¿pero era
eso?
—…Mafuyu, ella…
—¿Humm? —Sempai giró la cabeza para
verme. Sus ojos se veían ligeramente reojos.
“¿Pregunto o no?” El pensamiento
pasó varias veces por mi cabeza. No sé porque no pude contenerme al decirlo.
—Mafuyu ya había dicho algo como
eso. Que todas y cada una de las canciones que Sempai compone son para que las
cante un chico. ¿Es eso cierto?
Con eso, levanté la cabeza para ver
a Sempai. Esta vez, había una muy clara expresión depresiva en su cara; era
como el cielo oscuro antes de la tormenta que se avecina. Sempai forzó una
ligera sonrisa para alejar esa expresión decaída, luego murmurando:
—Ella es una chica muy lista.
Sempai sonrió ligeramente y levantó
la cabeza para ver al océano de estrellas que atravesaba el cielo nocturno.
—Antes estaba esta persona; en la
tercera banda en la que estaba. Pensé que él era mi Paul McCartney, pero… no
era.
No recuerdo cuando fue, pero Sempai
dijo algo como eso antes. John Lennon tenía a Paul McCartney, alguien que podía
llamar su ‘otra mitad’. Igualmente, Sempai está buscando su propio Paul.
Antes había alguien al lado de
Sempai: un chico. ¿Lo que quiere decir que hasta ahora, todas las canciones
escritas por Sempai siguen atadas a esa voz?
—De cualquier caso, esa persona ya
no está. Todos eventualmente me dejaran, y se alejaran de mi lado.
Sempai se cubrió sus hombros
expuestos mientras susurraba. Mi cuerpo templo por el extraño escalofrío que
sentí. De perfil, el rostro de Sempai pareció envuelto en nubes negras.
Todos se irán. Las bandas a las que
Sempai solía pertenecer también desaparecieron.
Sempai solía decir cosas mitad broma
con una expresión despreocupada en la cara, como si no le importara realmente
nada.
Pero, si era verdad que nada de eso
le importaba:
Esa no sería la expresión que había
en su cara.
—…Está bien.
Tras escucharme decir eso, Sempai
volteó la cara lentamente hacía mí. Sus ojos eran como el vidrio derritiéndose.
—Esta vez todo saldrá bien. Nosotros
no desapareceremos. Digo; ¡Esta es la banda que tú misma comenzaste!
—Es verdad, pero… todo está saliendo
tan bien, eso me está aterrando. La idea de mis compañeros dejándome uno a uno;
pensar en quedarme sola de nuevo. Me siento intranquila cada vez que pienso en
esas cosas. Está bien cuando no pienso en eso, pero sé muy bien; Sé que las
personas fácilmente, muy fácilmente, solo, desapareen de repente un día y jamás
vuelven. Eso ha ocurrido una y otra vez, y así…
—¿Sem…pai…?
En silencio Kagurazaka-Sempai puso
la mano sobre la grabadora. La grabadora estaba en silencio, pero sus manos
temblaban.
—Por eso he decidido seguir
adelante. Sea en este campamento o cuando estemos en vivo, yo decidiré todo por
mí misma. Tendré que actuar un paso más rápido en todo… para así no despertar
de repente de este maravilloso sueño.
Ya no pude decir nada.
La gente desaparece fácilmente un
día y ya; eso es algo que incluso yo sabía. Alguien secano a mí desapareció
cuando solo tenía seis años, dejando me atrás con el hombre que solía ser mi
padre. El hombre que es tan inútil como yo.
Pero aun así, no encontré que decir
a Sempai. Si esa sobrecogedora confianza que nos impulsa a todos hacia adelante
no es anda más que un acto y una fachada, entonces, la verdadera fuete del
poder que todo lo puede lograr era algo increíblemente deprimente.
—Qué extraño… —la sonrisa que tenía
Sempai era como el pálido cielo blanco que señala la llegada del amanecer—.
Dije todo eso en voz alta. Tal vez es porque me siento tranquila. Tal vez esta
vez, de verdad todo salga bien.
—…Va a salir bien.
Solo pude repetir esa línea.
—Mmm, verdad. Creo que ya encontré
al Paul McCartney que me pertenece solo a mí.
La persona permanece junto a Sempai…
—…¿Hablas de… Mafuyu?
Sempai se quedó mirando fijamente a
mi boca. Una rara expresión, mitad riza y mitad lagrimas apareció por unos instantes
en su cara.
Cambió a una expresión de inverocimilidad
poco después.
—La camarada Aihara siempre está
diciendo que eres un idiota y una persona de cabeza dura…
“Demonios, ella habla a mis
espaldas… Urm, no, momento, ¿será que…. Dije algo increíblemente estúpido?
—Este, perdón, quieres decir…
—Paul McCartney es un bajista,
¿Correcto?
—…Oh…
Las palabras de Sempai continuaron
haciendo eco en mi cabeza. Por un momento, no pude entender el significado de
esas palabras. Fue hasta que sentí el calor de las manos de Sempai cubriéndome
que finalmente entendí.
—Urm, bueno… Pero…
—¿Pero- Qué?
Sempai acercó su cara. Su sonrisa regresaba
a la confianzuda de siempre. En cuanto a mí, seguro lucia increíblemente
avergonzado; era como si mi fuerza hubiera sido completamente drenada de mí.
—Pe-pero no soy bueno con el bajo…
—Mmm, eso lo sé. Tienes que
practicar más fuerte para lograr convertirte en mi pilar.
—No puedo componer tan bien como lo
hace Sempai…
—Para alguien que se apropió de mi
melodía y la transformó por completo en algo propio, tienes una gran boca.
—Ugh… Pe-pero…
¿Cómo había terminado en este
predicamento? Estaba quedando más y más confundido.
—¿Pero se supone que sea más como el
secretario o algo, no? Puedo hablar grande de cosas si me lo propongo, pero
todo en lo que he contribuido es conseguirnos a Mafuyu. Después de todo…
—¿No lo dije antes? Tenía mi
atención sobre ti desde el principio.
“Si dijiste eso…”
Sempai aumentó su agarre sobre mis
puños apretados.
—Te encontré entre los cientos de artículos
que tu padre había escrito, ¿sabes? Si eso no es algo especial, entonces el
resto de los encuentros de este mundo son nada más que pequeños accidentes.
Sempai continúo hablando mientras me
miraba de perfil. Mi corazón estaba latiendo más y más rápido.
—Pueda que solo sea una excusa
cuando te pedí que invitaras a Ebisawa Mafuyu a la banda. De hecho, tenía
formas de lograrlo aunque tuviera que hacerlo personalmente. Son embargo,
quería dejártelo a tú. ¿Entiendes lo que estos diciéndote, verdad?
“Por supuesto que lo entiendo. ¿Qué
si ella no me usa para obtener a Mafuyu, sino completamente al revés…? No
espera, pero… ¿Esta persona va en serio?” Su cara estaba tan cerca de la mía
que casi podía tocarla con la punta de mi nariz. Su expresión también había
regresado a aquella de un estafador que juguetea con sus manos. ¡Comencé a
pensar que las lágrimas de hacía unos momentos podía ser solo un acto!
Con la cabeza hecha un caos, no pude
quitarle la vista a los labios de Sempai.
—¿De verdad…vas en serio?
Finalmente escupí esas palabras de
mi boca.
—Soy seria todo el tiempo.
Sempai bostezó de una manera tierna.
Justo entonces, alcance a escuchar
un *pa* viniendo de detrás de Sempai.
Rápidamente me alejé de Sempai, casi
me caigo de la silla en el proceso. Logré sostenerme con la mesa. Todo porque
alcance a ver la silueta blanca de alguien desde detrás de la puerta de
cristal. Esta persona desistió de cerrar la puerta, dejándola entre abierta.
Con su cabello meciéndose junto a su cuerpo, estaba punto de regresar al salón.
Era Mafuyu.
Eché para atrás la silla y en cosa
de nada me escurrí ente la andadura de la puerta de cristal. “Porqué me estoy
sintiendo tan ansioso” No tenía ni idea.
—¿Mafuyu? —grité.
La persona en su piyama se detuvo en
las escaleras de caracol.
—…El baño ya está libre. Ya puedes
ducharte.
Su voz era tensa. Ni siquiera se
molestó en mirarme. “¿Por qué? Escuchó mi conversación con Sempai? ¿Cómo?”
—Eh…Mafuyu-
Mi lengua se retorció en mi boca. No
sabía si de verdad debía de detenerla. Todo lo que sabía era que había un aire gélido
soplando sobre mi cara. “¿Está enojada? ¿Por qué está enojada?
—Entonces soy solo una excusa.
—…¿Qué?
—Nada.
Mafuyu procedió a subir corriendo
las escaleras, fue directo a su cuarto y azotó la puerta. El escandalo hizo eco
atreves del salón.
Me quedé parado al lado de la
batería, mirando la solemne puerta que había devorado a Mafuyu.
La puerta al lado de la de Mafuyu se
abrió apenas unos centímetros, revelando la cara soñolienta de Chiaki.
—¿Qué pasa? ¿Hay algún problema?
Negué con la cabeza. No me atrevía a
ver a Chiaki a los ojos, solo podía seguir viendo la puerta de Mafuyu.