Blog dedicado a la traduccion de novelas ligeras del ingles al español.

Sayonara Piano Sonata

Continua está historia de música y livertad en su segunda entrega, ahora por primera vez en español.

Entre la Ciber Etica y la Legalidad moral.

Cuando Japón no entiende el internet y cuando el internet no quiere entender la ley. Descubre tu propio sentido de la moral, cuando todo está en nuestra contra.

Saekano Volumen 5

Justo en donde lo dejó el anime. La historia continua.

Saekano Seguda temporada PV

Les trajimos la novela antes que nadie. Disfruten este preview del op y en.

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lunes, 4 de diciembre de 2017

[Sayonara Piano Sonata v2] Capitulo 8: El otro lado del globo.


CAPÍTULO OCHO

El otro lado del globo.



Al siguiente lunes, Chiaki y yo acordamos reunirnos en la estación del tren antes de ir juntos a la escuela. Algunos profesores de planta no están en la escuela muy temprano cuando son vacaciones, lo que quería decir que tal vez no conseguiríamos las llaves del salón de prácticas. Por lo tanto, a Chiaki no le quedó de otra que ir acompañada de mí quién adora quedarse en cama; a regañadientes acordó que nos reuniríamos en la tarde.

 Esa mañana, no encontramos las llaves del salón del club en su sitio, dentro de la caja de las llaves.

    —...¿Sempai las habrá tomado?

    —Probablemente fue ella.

    Confirmamos entre nosotros.

  Durante los fines de semana, tratamos varias veces de llamar a Mafuyu, pero jamás contestó.

  Los dos nos dirigimos a la parte de atrás del edificio. Cuando abrimos la puerta, una serie de poderosos pasajes de piano nos sobrecogió, causando que me protegiera la cara con las manos por reflejo.

  En medio del apretujado salón, fue casi como ver el enorme piano y el cabello marrón escondido detrás, meciéndose al ritmo de la melodía - pero; fue solo una ilusión. Solo había un juego de batería arrinconado en una esquina. Frente al mini-amplificador a la izquierda, estaba la espada de alguien de cabellera negra.

  Kagurazaka-Sempai estaba sentada en el taburete redondo, escuchando una pieza de piano, casi estaba tendida sobre las bocinas. El cuarto estaba totalmente ahogado por el calor; Sempai no tenía encendido el aire acondicionado.

  “Esta, esta canción es…”

  —¿Humm? Buenos días, mis estimados camaradas.

  Sempai se volteó a saludarnos pese al aspecto desganado de su cara, enarbolaba una sonrisa en el rostro. Chiaki me dio un empujón y se metió al salón, para luego sentarse en el banquillo detrás de la batería.

  —¿Sempai, estas bien? No te vez muy bien…

  —Mmm. He estado escuchando esta canción sin dormir desde la noche. ¡No hay absolutamente ningún momento para relajarse y descansar!

  “¡Entonces deja de repetirla!” Cerré la puerta y entré al salón, antes de encender el aire acondicionado.

  —¿Qué canción es esta? Es increíble… ¿De verdad la está tocando una persona?

  Claro que la está tocando un ser humano. Lo sabía con solo escucharla: esa persona no era otra que Mafuyu.

  Sempai presionó la cara contra las bocinas y continuó escuchando en silencio.

  Yo contesté en su lugar:

  —El nombre de la canción es <Islamey>: Es la pieza de piano más difícil.

  —Ya veo…

  “¿Pero de verdad la toca Mafuyu? No recuerdo que publicara esa pieza.”

  —¿La está tocando Mafuyu verdad? ¿De dónde la conseguiste?

  —¡Joven, puedes reconocer de inmediato si es una pieza tocada por Mafuyu!

  Era porque no había nadie más que tocara de ese modo. No era la versión más rápida de <Islamey> que hubiera escuchado, pero… De cualquier caso, ella logró dejarle a los escuchantes discernir claramente la parte en donde su mano izquierda estaba tocando las notas en donde se sube y baja de escala., mientras que mantenía un tempo impecable al mismo tiempo - y como <Islamey> es una tonada para bailar, su modo de tocar es de hecho la forma más correcta de tocarla.

  —Esta es una grabación jamás lanzada. A la que logré ponerle las manos enzima luego de escabullirme en la caza de la camarada Ebisawa anoche.

  —¿Qué demonios hiciste¡ ¿Definitivamente es un crimen, No!

  —¿No lo robé, bien? Ya es mi segunda vez escabulléndome en la residencia de nuestra Camarada, y esta vez fui exitosa al encontrar su recamara. Admito que no me esperaba que me lanzara esta cinta en su momento de furia. Parece que no le agradó que la vieran mientras escuchaba piezas de piano, así que no dije más y salí de ahí lo más rápido que pude.

—Sempai, en serio deberían mandarte a la cárcel, y cuando lo hagan te visitaré y te llevaré algunos tónicos. —los ojos de Chiaki de hecho estaban húmedos.

—Gracias. No puedes enamorarte de nadie más mientras sirvo mi sentencia; ¿Entendido?

—¡Mm!

—¡No es gracioso! ¡Dejen de estar bromeando o yo mismo llamaré a la policía!

—*Haah* El joven no tiene ni un gramo de romanticismo poético…

—¡Eso no tiene nada que ver con ser poético o no! —Sempai ignoró mis protestas y tomó su guitarra, la cual ya estaba conectada a los amplificadores. Luego de mutear la guitarra con la palma de la mano, comenzó a tocar notas casi sin entonación, y la usó para acompañar los acordes que repetidamente Mafuyu tocaba. Era un sonido que le hacía a uno querer responder con algo.

*Zun* — un fuerte sonido replicó, y fue seguido por un delicado y breve triplete - La batería de Chiaki comenzó a unirse también, empezando con los sutiles golpeteos a los platillos, juntó con “snare drums”. Conforme la melodía del piano se movía al clímax, la guitarra de Sempai estaba rugiendo en respuesta también; en cuanto a los tambores, se habían transformado en un ferviente tempo enfocando en el tambor de bajos ……


Ya veo, eso sí suena como la tradicional danza de Caucasus - muy apasionada pero sin refinar. Me quité el estuche del bajo de los hombros y lo apoyé en la pared antes de acomodarme en la almohada en el piso. Si no hubiera ninguna interrupción, los miembros de esta banda pueden simplemente dejarse ir y seguir tocando sin parar durante horas — bueno, con excepción de mí, claro. “Pero en un momento como este… ¿Se podía contar a Mafuyu también?” Estábamos hablando de algo fuera de mi territorio - “No se cansan”.

Como sea. La grabación de <Islamey> de Mafuyu tiene que terminarse. La escuché en trance - la pieza discretamente se saltó la parte lenta de la mitad (lástima porque era la parte que más me gustaba), y fue directamente hacia atrás, antes de empezar todo de nuevo. “¿Espera? Así no era como seguía la pieza”

—¿Qué es esto? ¿Por qué continúa y se repite?

No pude contenerme e interrumpí. Chiaki detuvo sus movimientos y me miró con la cara roja. Sempai se rió y apagó los mini-amp.

—No pegué pestaña a noche cuando llegué a casa. Luego de editar y muestrear la pieza, hice que se repitiera infinitamente. ¡Así podemos usarla como pieza de disco! El tempo de la Camarada Ebisawa es muy distinto conforme a la pieza, lo que la hace útil para tocarla de este modo.

—¡Solo duerme como se debe y deja de hacer estas cosas! ¡Y te vez horrible, escuchaste?

—¿Cómo podría ir a dormir cuando no he logrado tener una charla adecuada con la Camarada Ebisawa?

Me desplomé en la almohada sobre el piso.

Eso quería decir que fui el único que consiguió hablar con Mafuyu después del campamento.

—¿Entonces, qué está pasando aquí? Tenemos menos de una semana para tocar…

“Es verdad, la presentación es el sábado. Si las cosas siguen así...”

—La camarada Ebisawa no ha practicado nuestra nueva pieza. ¡En cualquier caso, vamos a gravarla por ahora! ¡Hey, joven, comience los preparativos!

—...Ah, cierto.

Gastamos todo el día gravando esa canción. Ya que Mafuyu no estaba, no pudimos decidir los arreglos finales para la canción. Conseguimos llenar los treinta minutos de la cinta probando varios arreglos distintos.

—Yo le entregaré esto a ella, —dijo Chiaki—. ¿Esto es para Mafuyu, verdad? —confirmó.

—¿La vas a llevar hasta allá? Además de los guardias, hay dos Doverman en el patio. Sugiero infiltrarse por una ruta más segura; túneles subterráneos o algo por el estilo.

—¿No podemos visitarla como gente normal y ya!

—Este es el mapa para la live-house. ¡Tenemos ensayo el viernes, así que recuerda pedirle que venga!

Sempai me ignoró totalmente y pasó la cinta, las partituras y el folleto de la live-house a Chiaki. En cuando a Chiaki, ella miraba el mapa que traía impreso el folleto.

—Entonces.. ¿Pueda que ella no venga hasta el viernes?

—Mm… es muy posible.

—¡Ella no aria eso!

“Olvidémonos del ensayo, puede que ni siquiera aparezca para el día del toquin.” Los tres sabíamos de esa posibilidad, pero nos contuvimos de mencionarla.

“¿Debería ir yo también? Tal vez sea mejor que Chiaki fuera sola...ya que parece que fui yo quien hizo enojar a Mafuyu.” Justo cuando estaba pensando eso, Chiaki me agarró del cuello y dijo: ‘Nao, tu vienes también!’

—Uh… mmm…

—¿No quieres ir?

—Es que siento… que ella no me recibirá si voy.

—¿Por qué?

—Creo que la hice enojar o algo…Justo ahora me odia, su pongo.

—¿Sempai, puedo darle un puñetazo? —Chiaki se volteó hacia Sempai buscando su opinión al respecto.

—Si un puñetazo fuera lo que se necesitara para aflojar su cabezota, entonces los psicólogos del mundo se quedarían sin trabajo. Ya déjate de excusas y ve con toda honestidad. ¿También tienes una excusa para encontrarte con la Camarada Ebisawa; ¿No es así?

Sempai lanzó una mirada a la esquina del salón y yo le seguí la mirada.

Mi mochila estaba hasta el fondo de la repisa, y colgando ahí estaba la grabadora que me prestó Mafuyu. Había estado ahí desde el fin del campamento.

—Si… Supongo.

No serviría de nada que nos quedamos hasta ahora. Caminé y tomé la mochila.




Aunque la estación del tren más cercana a la casa de Mafuyu estaba localizada a las afueras de la ciudad, pero ya que es un transbordo que une a JR con las rutas de tren privadas, había bastantes pasajeros subiendo y bajando de los trenes. Frente a la estación está una pasarela delineada con ladrillos rojos, así como una galería comercial. Vine unas cuantas veces a comprar libros.

La gente comenzó a desaparecer cuando estuvimos a unos cien metros de la estación. Las casas a nuestro lado fueron gradualmente mezclándose con el paisaje del anochecer. Estábamos preparados hasta para perdernos, pero resultó que nos preocupamos por nada. La casa de Mafuyu era sorprendentemente extensa, al punto que pudimos distinguirla sin tener que consultar el mapa.

El principio la confundí con un parque decorado con árboles de coníferas, pero tras confirmar con el marcador en el mapa del teléfono, Chiaki dijo: -Mmm, este es.- Finalmente llegamos a una larga reja arqueada con picos invertidos. Detrás de la reja estaba un edificio que lucía como un museo o algo. “Ebichiri es así de rico, eh...”

—¡Ah, de verdad hay perros en el patio! ¿No son esos Doverman lindos? ¡Mira, nos están mirando!

Chiaki metió la mano entre los barrotes de la reja, y la agitó con fuerza hacia las sombras negras sentadas junto a las flores. “¿Bueno pero para qué viniste?”.

Luego encontramos un intercomunicador y su botón correspondiente en la jamba a un lado de la reja.

—¿Los perros se nos echarán encima mostrando los dientes si apretamos el botón? —preguntó Chiaki.

—¿Cómo crees que va a pasar eso?

Como fuera, no nos atrevimos a apretar el botón durante un largo rato. ¿Qué podíamos hacer si Mafuyu era la que nos contestaba? No estaba mentalmente preparado aun, y no sabía que decir si la veía.

—¡Oye! —al final, fue Chiaki quien presionó el botón. Como me pareció que las siluetas de los perros se movieron un poco, me escondí detrás de la jamba por instinto.

Uno par de minutos después, la voz de una mujer salió del intercomunicador.

—¿Si? ¿Quién es?

Esa no era la voz de Mafuyu. La voz indicaba una mujer más madura.

—...E...Este, pues…

Chiaki hizo mi cara a un lado y habló por el intercomunicador.

—Buenas noches, soy Aihara, soy… una compañera de club de Mafuyu; de la preparatoria a la que va. Ella no fue a la práctica de hoy. Pensando que no se sentía bien, pues venimos a visitarla. También traemos cosas que queremos entregarle.

Me impresionó como Chiaki dijo todo eso sin titubear. Mintió sobre nosotros visitando a Mafuyu por temor a que esté enferma, lo que sí es que tenemos cosas que queremos entregarle, así que pudiera que si nos dejaran entrar. Chiaki probablemente está actuando sobre la marcha; en cuanto a mí, sabía que tenía que cooperar.

—¡Por favor espere un momento!

El intercomunicador se quedó en silencio tras la respuesta de la mujer.

—¿Saldrá Mafuyu? —murmuró Chiaki.

—No sé.

“Chiaki no había mencionado mi nombre, tal vez...”

Me senté en la base de la jamba. Pese a que el sol ya estaba bajo el horizonte el asfalto estaba ardiendo.

Escuché los pasos de alguien caminando por el césped. Me paré inmediatamente.

Alguien atravesaba el amplio patio caminando hacia la reja. Era una mujer alta con cabello corto, vistiendo un traje gris con pantalones largos. Ella acarició a los Doverman que se habían acercado a ella, y los hizo sentarse antes de venir hasta la puerta.

—Perdón por hacerlos esperar.

Era joven; probablemente entre 25 y 30 años.  Su corte de cabello era bastante corto, lo que hacía su cara lucir fresca y pulcra. También traía un par de aretes elegantes.

“¿Quién es ella? ¿Familiar de Mafuyu? Nop, no me parece.”

La mujer caminó hacia una pequeña puerta a un lado de la reja, y nos saludó a Chiaki y a mí.

—Soy la persona a cargo de atender las necesidades diarias del Maestro Ebisawa y de la señorita. A pesar del viaje que hicieron, la señorita es incapaz de reunirse con ustedes.

—¿No se siente bien? —Chiaki dio un paso adelante y con las cejas arqueadas preguntó preocupada.

—No. la Señorita me ha instruido a pasar el mensaje de que ella no se siente bien; pero me temo que probablemente eso sea mentira.

A pesar de todos los manierismos, sus palabras fueron bastante directas y sin miramientos.

—El Maestro Ebisawa consiente demasiado a la señorita; lo que ha hecho que ella no escuche nada de lo que uno le dice cuando desata uno de sus berrinches. Me disculpo con los dos en nombre de la señorita. Si hay algo que quieran entregarle, pueden hacerlo a través de mí.

No supe cómo podríamos contestar a ese modo tan solemne y serio. Mientras pensaba en eso, Chiaki ya le había entregado el folleto de la live-house, juntó con las partituras y la cinta de nuestra nueva canción.

—¿Eso es todo? ¿No le dijo nada más?

Por el tono en la voz de Chiaki, pensé que se aferraría de la mujer suplicando.

—No. Nada más.

—¿Le deberíamos haber dado mi nombre, verdad?

—Sí. Le dije a la señorita que la señorita Aihara y un hombre había venido a visitarla.

Ella no le dijo mi nombre — “¿Mafuyu habrá sabido de quien se trataba? Aunque no creo que hubiera otro hombre que pudiera venir a visitarla, creo. Y eso quiere decir… ¿Qué no me quiere ver?”

—Al menos, Mafuyu puede decirnos eso por el intercomunicador, ¿verdad? —Chiaki se rehusaba a rendirse.

—Mi señorita no tiene intención de dejar su cuarto en lo absoluto.

—¡Entonces podemos comunicarnos por lápiz y papel! ¡Señorita, por favor ayúdenos pasándoselo!

—Ya fue suficiente, Chiaki.

Tomé a Chiaki por los hombros y la hice a un lado cuando comenzaba a molestar a la mujer. Bajé mi cabeza y me disculpé.

—Lo lamentó mucho. Este… no nos queda más que molestarla con pasarle estas cosas a ella. Y también, por favor, dígale que hay un ensayo el viernes. Dígale que valla al lugar que está marcado en el mapa a las tres en punto.

—Sí. Definitivamente le pasaré estos artículos a la señorita.

Ni siquiera mostró la más mínima sonrisa en respuesta - “Que respuesta tan extraña”.

En cuanto a Chiaki me estaba agarrando con fuerza por el brazo y suplicando como perrito… “¡Ya ríndete de una vez!”

Justo cuando estaba a punto de llevarme a Chiaki de regreso a la estación:

—Por favor espere un segundo.

Giré mi cabeza en respuesta, y vi a la mujer caminando hacia nosotros a paso rápido.

—¿Podría ser que usted sea el señor. Hikawa Naomi?

—...¿Qué? Ah. Sí, soy yo.

Chiaki me miró con sorpresa, y luego a la mujer.

—Ya veo. Disculpe por llamarlo así de repente. La señorita menciona todo al tiempo al señor Hikawa.

“Mafuyu: ¿Siempre habla de mí? —pensé—. Creo que Ebichiri mencionó algo similar, ¿pero es verdad?”

—...¿Ella habla de mí?

—Sí. Siempre lo describe como alguien que no capta, como una persona no confiable y, bocón. Siempre se enoja cuando esta con usted.

“Ella de verdad no se guarda nada.”

—¡Sí, él es exactamente así! —Chiaki intervino.

—Sin embargo, ella frecuentemente usa el término “no confiable” con su padre también. Por lo tanto creo que es una forma de mostrar cuan preciados son los dos para ella.

—¿Perdón…?

“No, espera, no tienes que decir eso solo para consolarme. De cualquier caso, soy solo…” pensé.

Cuando colgué los hombros todo decaído, la mujer súbitamente me entregó una carta de presentación.

—Lamento presentarme tan tarde. Mi nombre es Matsumura. Por favor no dude en contactarme si algo relacionado con mi señorita. Hablando honestamente, ya no estoy segura en como tengo que interactuar con la señorita tampoco. Podré hacerlos con más confianza si tengo la posibilidad de interactuar con el señor Hikawa y sus compañeros de escuela.

La señorita Matsumura continúo hablando con nosotros con la misma expresión monótono y desapegada voz. También le entregó una tarjeta a Chiaki.

Casi no había nada impreso, ni el puesto que desempeñaba, o el nombre de su compañía; solo el nombre “Matsumura Hitomi” y un teléfono personal. “Eso no cumple para nada como presentación, que quede claro.”

—Es bueno conocerlos a los dos.

La señorita Matsumura  hizo una reverencia antes de dirigirse nuevamente a la mansión.

—… Que persona tan extraña. —murmuró Chiaki mientras metía la tarjeta de presentación a su bolsillo—. Pero está entrenada en artes marciales o algo.

—¿Puedes darte cuanta de algo como eso?

—Mmm, es porque su centro de gravedad se mantiene muy estable cuando se mueve. ¿Probablemente sea la guardaespaldas personal de Mafuyu?

Cual fuera el caso, era algo bueno poder contar con alguien que haga de contacto; incluso podría preguntar por Mafuyu si quería.  Pero aun así ya solo contábamos con seis días más para la presentación.

—¿Entonces además de los dos Doverman, también tendríamos que derribar a esa mujer para ver a Mafuyu? —Chiaki dijo algo muy peligroso en voz suave—. Ahh ¡Ya fue suficiente! Irrumpiré por enfrente!

Chiaki se dio la vuelta. Rápidamente la agarré por los hombros para evitar que se dirigiera a la mansión.

—¡No me detengas! ¡Soy una novicia élite en Judo, puedo hacerlo!

—¡De eso nada!

¡Un perro Doverman bien entrenado es la criatura más poderosa en este planeta!

—¡Pero Mafuyu va a salir del país!

De repente Chiaki me tomó del cuello de la ropa, metió su pierna entre la mía y me levantó del suelo. Mi trasero aterrizó en el suelo. Dolió bastante…

Cuando levanté la cabeza, pude ver a Chiaki con expresión seria y lágrimas en los ojos.

—¡Somos compañeros! —dijo Chiaki—. ¡Escuchar los palm mutes dos veces, y luego el sonido del charles cuatro veces es todo lo que Mafuyu y yo necesitamos para entender lo que el otro está a punto de hacer, y ese es el entendimiento que tenemos después de tocar juntas ! Si queremos, incluso podemos tocar por cinco o seis horas sin parar, y aun así Mafuyu…

Chiaki se arrodilló y me dio un puñetazo en los hombros: fue un golpe muy débil.

—¡Mafuyu solo está pensando en Nao! ¿No es así…? ¡No es injusto para el resto de nosotros?

“Solo piensa en mí”

El cuerpo de Chiaki se relajó súbitamente. La tomé de los hombros para prevenir que se colapsara sobre mí.

“Yo soy en todo lo que piensa Mafuyu: ¿Es eso cierto? Tal vez lo sea. Es un asunto entre Mafuyu y yo, pero de algún modo ha escalado y le ha costado a Feketerigo su brazo derecho, y ahora está al borde del colapso: El cruel destino de Kagurazaka-Sempai no ha cambiado: Es algo muy… triste.”

—Lo lamento. —dijo Chiaki con la cabeza agachada, y al mismo tiempo se incorporó apoyando su cabeza contra mis hombros… Estaba llorando—. No es nada. No estoy llorando. —Chiaki agitó la cabeza fervientemente. Luego ya no dijo nada, simplemente se volteó y en silencio se alejó de mí, caminando hacia la estación en completo silencio.

Me apresuré a alcanzarla, pero me sentí reacio a caminar a su lado.

—¿Chiaki, estas bien?

—Estoy bien. Soy dan en Judo, soy muy fuerte.

“Esas cosas no están relacionadas.” La voz de Chiaki se sintió anormalmente animada. Apresuró su paso solo lo suficiente para caminar medió paso delante de mí; ya no volteó.  Continuar nuestra conversación fue imposible.

***

Mafuyu tampoco apareció en el salón del club al siguiente día. Chiaki y Kagurazaka-Sempai estaban activamente discutiendo las piezas de audio que tocaríamos ese día, así como que había que usar en el escenario. No hicieron ninguna mención de Mafuyu.

—Quiero hacer camisetas de Feketerigó. Unas diez.

—Vamos a vernos muy estúpidos si usamos la misma camiseta en el escenario, ¿correcto?

—Yo seré la única que la usará. El resto de la banda recibe una. En cuanto al resto, las venderé por mil yenes cada una.

—Eso suena genial. Hay que diseñar el logo.

Me senté en la esquina del salón mientras abrazaba mi bajo y veía a Chiaki y Sempai desde lejos, mientras se les ocurría un logo para la camiseta; extrañamente estaban muy animadas. El nombre es algo que se le ocurrió a Mafuyu. No pareció que estuvieran sintiendo nada mientras hablaban de eso.

Pero en un instante, las dos bajaron la voz. Miraron los amplificadores que estaban justo a la entrada con mirada triste: era justamente en donde Mafuyu se paraba; eso me causó un dolor en el pecho.

“Ya veo, por eso no tocan los instrumentos y solo se la pasan hablando.”

La respuesta era simple: Era porque habría música a donde fuera que estuviéramos juntos. Todo lo que Sempai tenía que hacer era dar una señal con los ojos, y Chiaki tomaría sus baquetas: Mafuyu bajaría la mirada ligeramente y miraría las cuerdas junto a sus manos. A continuación, comenzaríamos a tocar. Seguiríamos y seguiríamos, como si el flujo del tiempo no existiera.

Y yo: yo estaré sin aliento, tratando con todas mis fuerzas de no quedarme atrás ante su vigor. Pero: si Mafuyu no aparece al ensayo y la presentación misma, ¿Entonces que podía hacer yo? Un compañero faltante no es igual a cuatro menos uno: Es algo más cercano a cero. ¿Mafuyu entendía eso?

Mi mirada se movió hasta Sempai. “¿Se le ocurrirá algún plan como siempre? Habrá plantado semillas en lugares en los que jamás se me ocurriría.”

Sempai se dio cuenta que le estaba mirando; mostrando una modesta sonrisa me llamó con la mano.

Moví mi silla, la puse junto a la batería y luego me senté.

—¿Entonces?

—Lo diré muy claramente: No haré nada en esta ocasión.

—¿Qué dijiste…?

Chiaki me volteó a ver y luego a Sempai con una expresión preocupada en la cara.

--Este...

“Está refiere a Mafuyu, verdad?” Pensé, sin atreverme a pronunciar su nombre en voz alta en un momento como este.

—Hay dos razones. Una: Si la camarada Ebisawa no se presenta aquí nuevamente, significa que gané. Aunque sería algo así como una victoria triste y vacía.

—¿Qué será lo que estarías ganando?

—De hecho, ese no es el resultado que había querido. Mi victoria no debería estar hecha de la perdida de otros. Pero nada puedo hacer. Mientras que soy una revolucionaria y músico, al mismo tiempo también soy una mujer enamorada.

“¿De qué demonios está hablando?” pensé.

Mientras yo estaba anonadado, Chiaki tomó una baqueta y la apunto al pecho de Sempai.

—¡Sempai, ya te has involucrado en demasiados romances!

—¡No puedo evitarlo; así nací! ¡Romance es el 80% de lo que soy!

—¿Y el veinte restante?

—Treinta por ciento es lujuria, y diez por ciento enamoramientos.

—¡Eso es lo mismo, creo!

—...¿Hay un excedente de veinte por ciento, correcto?

—Y la segunda razón: Esta no es mi batalla. — “¡No ignores mis preguntas y regreses al tema original a tu antojo!” — Si es por mi victoria, recurriré a cualquier medio para plantar las semillas de la posibilidad en donde pueda, entonces esperaré que afloren. Pero, esta vez es tu lucha. Como en esa ocasión, no me importa echarte una mano si necesitas asistencia. Pero, seré proactiva en nada.

Moví mi mirada de las rodillas de Sempai al suelo.

—...¿Cómo no soy la persona más poética, puedes ponerlo en términos más simples que pueda entender?

En realidad, ya tenía una idea de lo que Sempai estaba hablando.

Sempai plantó sus manos firmemente en mis hombros y dijo.

—¡Piensa en algo tú mismo!

Las palabras de Sempai atravesaron mi cuerpo hasta los pies.

Asentí con la cabeza lentamente

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—¡Lil’Nao, ya terminé con mis artículos! ¡Apúrate a preparar mi cena! ¡Quiero algo elegante!

Al llegar a casa, vi a Tetsurou corriendo a la puerta. Como parecía que estaba por echarse sobre mí; me quite el zapato y se lo lance por precaución.

—¡Mis sentimientos de gozo no serán extinguidos por algo como esto!

La apertura de <A Midsummer Nigth’s Dream> por Mendelssohn sonaba ruidosamente desde la sala. Es una canción que Tetsurou siempre escucha cuando termina con algún artículo importante. Como fue secuestrado y encerrado por el publicista desde ayer para obligarlo a escribir artículos, tenía lagañas y círculos negros alrededor de los ojos.

—...¿Estuviste comiendo apropiadamente?

—¡Esas personas me pusieron bajo arresto domiciliario, y me restringieron el servicio a la habitación! Me obligaron a comer arroz frito con cangrejo de microondas.

—¿Ah, de verdad? Entonces cocinaré arroz frito sin cangrejo para cenar.

—¡Tengo lágrimas en los ojos por la amabilidad de Nao!

—Entonces evitaré la sal también.

—¿Porque solo dices cosas crueles? ¿Qué clase de educación has tenido para ser tan difícil de tratar? ¡Quiero ver la clase de persona que te ha formado en lo que eres ahora!

—¡Esa persona no es otra que tú mismo!

Quise arrastrarlo hasta el espejo frente al lavamanos, pero como era mucho esfuerzo abandoné la idea.

Estaba preparando la cena en la cocina, cuando la lista de reproducción llegó a la famosa marcha nupcial, lo que me hizo sentir fatal; “¡Porqué tengo que escuchar canciones de júbilo acompañado de Tetsurou cuando estoy de malas? ¡Por qué? ¡Ya apresúrense y pasen a la marcha fúnebre.!”

—¿Por qué estamos comiendo Kumchi jjigae con este calor?

—¡No comas si no te gusta! —miré con furia a Tetsurou mientras me servía arroz. Él ya había llenado su tazón con tofu molido y cortes de ternera, y estaba comiendo con enormes bocados. “No tiene remedio. Aunque, siempre me pregunté: este tipo siempre se baja la comida con sake… ¿su sentido del gusto estará echado a perder?

—Eres el hijo de Misako y yo, ¿Cómo es que cocinas tan bien?

—¡Es porque ninguno de los dos sabe cocinar!

En ocasiones también me preguntaba si Misako se las arreglaba para comer bien.

—¿Ah, entonces es eso? Ya veo, conque eso es. Bueno, me había preocupado por un segundo que no fueras mi verdadero hijo.

—¡A veces también me pregunto si soy hijo de Tetsurou!

—No te preocupes. No es tu culpa.

—¡Es que es toda tuya, Tetsurou!

No sabía porque le estaba siguiendo el juego, con tonterías.

Cuando terminó su sake, Tetsurou comenzó a tomar wiski acompañado de vegetales cocidos del fondo de la olla.

—Aunque, no fue que Misako y yo rompiéramos porque fuéramos infieles, así que no tendrías por qué ser hijo de otro hombre.

“¿Por qué demonios dice estas cosa frente a su verdadero hijo?”

—¡Antes estábamos muy enamorados! Digo, tú ya sabes, pero ni soy alguien en quien puedas confiar, ni soy bueno leyendo las actitudes de los demás. Y también resulta que Misako es alguien que no guarda motivos ocultos cuando actúa; por eso somos muy directos el uno con el otro.

—¿En serio? Eso es bueno.

—Y como ere similar a mí, no tiene caso que te martirices con problemas de mujeres! ¡Ya ríndete!

—No es que esté preocupado…

—¡Pero no has mencionado ni una palabra del campamento! Claro que si me pusiera entrometido; ¡pero en esta ocasión no te he preguntado nada de nada! Como no lo mencionas, quiere decir que se trata de algo de lo que no puedes hablar con tu padre. ¿Cierto? ¡Condenado bastardo, de verdad fuiste a una villa junto a la playa con tres lindas chicas por días y dos noches! ¿Por qué no me llevaste contigo? ¡La educación sexual tiene que continuarse hasta que llegues a los dieciocho!

Eché agua directamente sobre la cabeza de Tetsurou, y lo maldije por lo bajo. “Esa persona pude tener una percepción muy aguda de repente y sin razón. Que irritante.”

No tenía mucha hambre, así que fue Tetsurou quien casi se terminó la olla de Kimchi ijigae (que es porción de tres) el solo. Tras terminar de lavar los platos, tomé una taza de té de hierbas y me fui a la sala de estar. Tetsurou estaba desparramado por todo el sofá mientras abrazaba una botella de wiski, cuando de repente dijo:

—…¿Oye, sabes lo que me dijo Misako cuando decidió divorciarse?

—¿Por qué lo mencionas ahora? ¡Cómo quieres que sepa!

En ese entonces tenía seis años, no tenía habilidad pare discernir lo que me rodeaba.

—No dijo nada en lo absoluto. Y yo tampoco dije nada.

Era una rara ocasión en donde la sala no estaba llena del sonido de la música; las palabras de Tetsurou se quedaron estancadas en el aire. Se dejó hundir en el sofá que estaba opuesto a mí, y siguió mirando las gotas de agua en la superficie de la botella.

—Misako dijo que no quería que nos escucharas hablar de esas cosas, así que al final no dijimos nada. Ese día, estaba descansando en el sofá escuchado a Mendelssohn, justo como lo hice antes. La marcha nupcial estaba reproduciéndose cuando Misako regresó a casa del trabajo. En ese instante, pude ver un flash de electricidad, y después de eso ambos llegamos a un consenso.

El tono de Tetsurou era demasiado amargo para ser una de sus bromas de borracho.

—A la mañana siguiente, fue una clásica situación de ’¿Ya lo sellaste?’ ‘Entonces la llevaré a la oficina distrital’ : y así. Hubiera sido una maravillosa escena; eso si hubiera ocurrido después de nuestra boda, pero tristemente estábamos a punto de divorciarnos. ¡A ha!

“No tiene nada de gracioso...¿y no pensaron que pasaría conmigo? Aunque no es algo que me sorprenda”

—Hay montones de cosas… que no pueden expresarse solo con palabras.

Esa línea de Tetsurou hizo que levantara la cabeza.

—En mi línea de trabajo, es como si confirmara ese hecho todos los días. Esas personas nacieron al otro lado del globo doscientos o trecientos años atrás, y vivieron vidas totalmente distintas a las nuestras; y aun así las canciones que compusieron aun conmueven nuestros corazones. Nunca tendrás éxito solo siendo conciso con lo que tienes en la cabeza, porque el poder de las palabras no supera a lo hay en nuestros corazones. ¡Wow, que buenas cosas estoy diciendo! Lo escribiré en mi siguiente crítica.

—¡Solo estas copiando la letra de Chage y Aska!

—¡A quién le importa? ¡No es como tuviera una chica en la que pensar! Pero si conociera a una chica que no hablara de nada, igual que como era Misako: entonces probablemente tendría algo de envidia de Nao, que aún tiene oportunidad de hacer algo.

“La oportunidad de hacer algo… heh ¿Quiere decir que ya no soy solo alguien que acepta lo que le envían y responde con solo una crítica? ¿Qué cambia eso? Como puedo hablarle a Mafuyu en la forma que soy ahora?

Justo cuando estaba por replicar, Tetsurou ya estaba bostezando.


Tomé un baño y regresé a mi cuarto, me senté junto a mi cama. Mi teléfono estaba sobre el escritorio, y junto a este la grabadora que Mafuyu me prestó.

No le entregué la grabadora a la señorita Matsumura. No pude.

Sentí que si le pedía a alguien que le entregara la grabadora a Mafuyu, entonces ya no tendríamos ningún lazo entre los dos.

“¿Pero cuando se la regresaré? ¿Si me aferro a esto sin déjala ir, no eso prueba que soy una persona inútil?”

Hay un montón de cosas que no se pueden decir solo con palabras.

“Fue lo que Tetsurou había dicho. Y pudiera que fuera el caso: sí que hay cosas que no se pueden decir con palabras. ¿Pero porque tiene que  suceder ahora? ¡Nos queda menos de una semana para la tocada!”

Tomé mi teléfono he hice una llamada a Mafuyu. El tono de llamada se cortó tras el tercer tono, y fue redirigido directamente al buzón de voz. Sentí un súbito enojo cuando escuche el mecánico mensaje que me pedía dejar un mensaje.

—¿Mafuyu? Soy yo. Mejor que no olvides que aún tengo el recuerdo de tu madre conmigo. ¡Si no viene a la práctica; entonces no sé qué pasará con el! Y también, será mejor que vengas al ensayo también. ¡Ya deja de causarnos problemas! ¡Eso es todo!

Colgué el teléfono después de decir lo que quería.

“Tal vez no escuche lo que acabo de decir, pero no quise quedarme callado.”

Sentía que me ardía la cabeza. Ya era de noche, pero sentía calor. Decidí ir directo a la cama. Fue unos minutos después que me di cuenta que había dicho ‘el recuerdo de tu madre’ durante el mensaje. Me puse a rodar en el piso de madera como si estuviera agonizando. “¡Su madre ni siquiera está muerta aun! ¡Y como fui a decir algo como eso?”




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